Horas después de que se confirmara la muerte de Facundo Molares -se descompensó en medio de los incidentes que se registraron durante una manifestación de la izquierda-, se supo que, años atrás, el hombre de 47 años había integrado las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, más conocidas como FARC.
En ese contexto, hoy por la mañana, el ex concejal colombiano Armando Acuña brindó declaraciones radiales en las que contó detalles del secuestro que sufrió en 2009, cuando participaba de una sesión legislativa.
En un audio que se viralizó en redes sociales, Acuña confirmó que había sido raptado durante un operativo que justamente comandaba Molares, quien dentro de la guerrilla era conocido como “Camilo”, “Camilo Fierro” y “El Argentino”.
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“Fue el encargado de hacer el proceso de liberación. A mí me lo presentaron dentro de los tres comandantes que se encargaban de dirigir el operativo de entrega. Él llevó una bolsa con un traje, el cual dijo que era para mi salida. Le supliqué que me dejara salir tal como estaba y me respondió: “No, lo queremos sacar así”. Y me tocó de manera obligada. La verdad, uno allá está sometido y obedece órdenes”, explicó Acuña en la citada grabación.
Esta mañana, el periodista Eduardo Feinmann mantuvo un breve contacto con Acuña, quien brindó pormenores del día que fue raptado por las FARC y la pesadilla que vivió durante su estadía en las profundidades de la selva colombiana.
“A mí, estando en una sesión del Consejo Municipal de Garzón, Huila, un departamento de Colombia, entra un comando guerrillero y me secuestra. No fue un secuestro extorsivo, fue político. Me tuvieron durante dos años en plena selva. Me rotaban mucho y me visitó como en cuatro oportunidades Camilo, que así se conocía en el interior de la guerrilla”, comenzó Acuña en su testimonio para Radio Mitre.
En 2011, tras 20 meses de calvario, los líderes de las FARC anunciaron su liberación. Acuña, quien hasta ese entonces permanecía vestido con una camiseta negra y botas, ya conocía a Molares -lo había visitado en cuatro oportunidades- y sólo le hizo un pedido a uno de sus captores: una camiseta del Atlético Huila, equipo local de su departamento y del cual es simpatizante. Y si bien “Camilo” accedió a cumplir con su solicitud, días después sufrió un revés inesperado.
“(Molares) la lleva y me la entregan. Hasta ese momento permanecía con una sudadera negra y botas. Entonces dije: ‘Saldré y me quitaré la camiseta para colocarme la de mi equipo’. Faltando 15 días para mi liberación, me entrega un traje de saco y corbata nuevo en plena selva. Me dijo: ‘Esto es para usted’. Yo le dije en varias oportunidades: ‘No, déjenme salir así’. Y me respondió: ‘Es una orden y hay que cumplirla. Esa es la orden y queremos sacarlo así'. Después de suplicar, no aceptó mi petición y salí de traje y corbata”, lamentó Acuña durante la entrevista.
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Durante su escalofriante relato, Acuña consideró que la guerra encabezada por las FARC en su Colombia natal fue “insensata” y dejó “mucho dolor” en el país. No obstante, él mismo tomó la decisión de dejar los rencores de lado para seguir adelante con su vida. “Lo lamento, pues ha muerto un ser humano, pero de todas maneras yo había decidido perdonar para no alimentar odios ni rencores. Y ojalá todos perdonáramos y buscáramos la reconciliación en aras de la paz que merece este país”, concluyó.
Ayer, luego de que trascendiera el vínculo de Molares Schoenfeld con las FARC, la precandidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, hizo una fuerte reflexión sobre la muerte del manifestante en el Obelisco, al recordar la causa judicial que lo investigaba por su accionar en la guerrilla colombiana. Y exigió: “Terminemos con la impunidad de los terroristas y delincuentes!”.
En esa misma línea, Villarruel resaltó: “Se lo sindicaba como responsable del asesinato de Mario Salvatierra y Marcelo Terrazas en Bolivia. Allí estuve el año pasado conversando con la familia de una de esas víctimas en Santa Cruz de la Sierra y era protegido por el Estado argentino, que le da refugio a miembros de organizaciones armadas responsables de actos de terrorismo”.
De hecho, en Bolivia estuvo detenido en el año 2019 por los crímenes mencionados: en ese momento, el comandante de la Policía de Santa Cruz, Miguel Mercado, informó que Molares, alias “El Comandante Camilo”, participó de forma directa en la planificación y acción de la muerte del dirigente cívico Terrazas y del mototaxista Salvatierra.
Además de haber integrado las FARC, Molares era militante de Izquierda y fotoperiodista. Comenzó a militar en la Juventud Comunista, y su actividad lo llevó a recorrer Ecuador, Cuba, Paraguay, Brasil, Perú, Chile, Bolivia, hasta llegar a Colombia. Allí se sumó a las filas de las FARC. Este jueves murió luego de los incidentes ocurridos durante una manifestación en el Obelisco.
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