Más de 1.400 efectivos de los ejércitos de Argentina y Brasil participaron del Ejercicio Binacional Arandú en el Campo de Instrucción General Ávalos, en la provincia de Corrientes, con un significativo despliegue de medios de ambas fuerzas armadas.
Este ejercicio combinado, que se desarrolla cada tres años, tiene por objetivo estrechar los lazos de unión entre ambos países e incrementar la interoperabilidad entre las fuerzas participantes, buscando mantener un alto nivel de adiestramiento operacional.
Al igual que otros ejercicios militares combinados, constituye un ámbito de trabajo de suma relevancia en cuanto instrumento para propiciar la cooperación técnica, fomentar la confianza mutua y fortalecer las relaciones pacíficas entre las naciones que participan.
El ciclo actual del Arandú se inició en 2021 con un trabajo de planeamiento de Estado Mayor y ejercicios de simulación en 2022. Finalmente, en esta primera semana del mes de agosto, tuvo lugar la fase práctica del ejercicio en cercanías de Monte Caseros, Corrientes, con efectivos que se desplegaron en el terreno.
Durante las ejercitaciones, los medios militares argentinos y brasileños, integrados en la Brigada Combinada Arandú, ejecutaron diversas operaciones; como marcha de elementos blindados, movimiento del elemento de asalto aéreo, lanzamientos de tropas paracaidistas, operaciones de elementos de tropas especiales, franqueo de cursos de agua con medios blindados y tiro de tanques, así como también con diferentes tipos de armamento.
Se desplegó asimismo un Hospital Militar Reubicable, con capacidad de diagnosticar y atender pacientes en el transcurso de las actividades operacionales, mediante el empleo de equipamiento de alta complejidad y en forma totalmente autónoma.
La Brigada Arandú contó con un elemento de comando que dirigió las operaciones a través de un Estado Mayor combinado con miembros de ambos ejércitos. Estuvo compuesta por una Fuerza de Tarea Blindada, una Fuerza de Tarea Paracaidista y de Asalto Aéreo, una compañía de Fuerza de Operaciones Especiales, y una compañía de Aviación.
Para el desarrollo de las operaciones, el Ejército Argentino empleó una gran variedad de medios y equipamiento, como los TAM (Tanque Argentino Mediano) pertenecientes a la IIda Brigada Blindada; vehículos de combate de personal y otros vehículos blindados, y material de ingenieros para franqueo. Por su parte, el Ejército de Brasil utilizó los vehículos de combate Guaraní.
Las unidades paracaidistas argentino brasileras ejecutaron lanzamientos desde aeronave en vuelo con paracaídas principales y de reserva, y las unidades de Asalto Aéreo emplearon helicópteros Bell UH -1 H y Bell 212.
También fue posible ver en acción a los vehículos livianos de exploración tipo Polaris en las operaciones de los elementos de Tropas Especiales, que emplearon asimismo fusiles tiradores especiales Steyr .50 y Remington 7,62 mm, además de variedad de armamento calibre 5,56.
Las ejercitaciones en el terreno comenzaron el 31 de julio con el planeamiento de los elementos que integraron la Brigada Combinada Arandú y continuaron con actividades preparatorias, para dar finalmente paso a la fase de ejecución.
En oportunidad de visitar y supervisar una de las jornadas de actividades, el ministro de Defensa, Lic. Jorge Taiana, acompañado por el jefe del Ejército Argentino, teniente general Guillermo Olegario Pereda, y el jefe del Ejército brasileño, comandante Tomás Miguel Ribeiro Paiva, se refirió a la importancia del ejercicio Arandú como muestra de la cooperación y la alianza estratégica entre la República Federativa de Brasil y la Argentina.
Por su parte, el teniente general Pereda expresó que, para el Ejército Argentino, este ejercicio “es un hito en el camino de integración que se viene transitando con el Ejército de Brasil, y da cuenta de la amistad y confianza existentes entre las Fuerzas Armadas de ambos países.
Es de señalar que el ejercicio Arandú adquiere una particular relevancia en lo concerniente al adiestramiento operacional, un aspecto en que el Ejército Argentino focaliza desde hace ya tiempo y en el que avanza a paso firme, en la plena certeza de que un alto nivel de adiestramiento y profesionalismo del personal es uno de los pilares para disponer de un instrumento de defensa eficaz.
La cooperación en materia de defensa, como se ha demostrado en el Ejercicio Combinado Arandú, permite generar consensos doctrinarios y operativos entre nuestras fuerzas, fomentando la construcción de mecanismos que unan a ambos países como naciones de paz.
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