Finalizó el paro de subte que afectó a miles de usuarios entre las 6 y las 9 de la mañana de este jueves. El reclamo se inició por una reducción en la jornada laboral a causa de la exposición al asbesto.
La nueva medida de fuerza, nucleada por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) -que se suma a las concretadas por los trabajadores durante las últimas semanas— se prolongó hasta las 9, que afectó a todas las líneas incluyendo el Premetro.
Las preguntas de varios usuarios desorientados, para buscar una nueva forma de llegar a sus trabajos, generó desconcierto entre los pasajeros, lo que derivó en algunas escenas de nerviosismo. Las múltiples dificultades para viajar en colectivo junto a las extensas filas para acceder a este medio de transporte fueron una constante durante la primera mañana.
Cabeceras de subtes como Constitución, Retiro, Once y Chacarita fueron algunos de los puntos que reflejaron largas colas de personas en las paradas de ómnibus. La retención de pasajeros, con un pico de 6 a 8 de la mañana, fue el doble en varios de los nodos de transporte. “Me encontré con un caos, hoy me toca llegar tarde”, indicó con resignación uno de los pasajeros a TN.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en entrevista con A24 dijo acerca de este conflicto gremial que “los metrodelegados están planteando trabajar menos horas, treinta, lo que equivale a un día menos, la gente a la que le complican la vida trabaja mucho más que eso”. Y se preguntó: “¿Quién paga ese día menos de trabajo?” para luego ampliar sobre el reclamo: “Plantean un argumento que no es cierto, se han tomado todos los cuidados del caso, la salud de los trabajadores está garantizada“, enfatizó.
Con respecto a la resolución de esta problemática (ya son 21 medidas de fuerza en el año) indicó que “vamos a buscar la alternativa del diálogo: esto se frena con la conciliación obligatoria, ahí tenés la respuesta del problema, no vamos a aceptar que quieran trabajar menos horas” para luego concluir que esta tensa situación se dirimirá “con la intervención del Ministerio de Trabajo”.
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Esta jornada de protesta había sido adelantada por el sindicato días atrás, cuando comunicaron cómo seguirían su plan de cara a los primeros días de agosto. A través de un comunicado, anunciaron que interrumpirían sus servicios tanto el martes 1° como este jueves 3 debido a la falta de respuesta a sus pedidos.
Por su parte, la empresa Emova, a cargo de la concesión de la red de subte y premetro, emitió un comunicado en donde indicó que “este jueves 3 de agosto, de 6 a 9 am, el gremio vuelve a impedir la prestación del servicio de Subte en toda la red en simultáneo, perjudicando a miles de usuarios de manera directa, especialmente a quienes necesitan llegar por ejemplo, a sus trabajos, escuelas, universidades y turnos médicos”.
“Cabe aclarar que en los últimos cuatro meses los paros, que ya suman 21, también fueron acompañados por bloqueos en vías y formaciones, y aperturas de molinetes, generando demoras e inconvenientes en el servicio de manera frecuente”, indicaron desde la firma. Y agregaron: “La empresa trabaja activamente en un plan de desasbestización en continuidad con el proceso iniciado hace 5 años que se realiza a través de una mesa interdisciplinaria en la que participan también las entidades gremiales y que funciona en la Dirección de Protección del Trabajo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.
Por otro lado, desde la estación Juan Manuel de Rosas, en Villa Urquiza, Claudio Dellacarbonara, secretario ejecutivo de la Asociación gremial de trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) y metrodelegado de la línea B, habló esta mañana con Eduardo Feinmann por Radio Mitre. “Hay una intención del Gobierno y de la empresa (Emova) de distorsionar la realidad poniendo en riesgo a los trabajadores y los usuarios”, expresó. “Nosotros estamos esperando el fallo de la Justicia porteña en donde dice que hay asbesto en el subte y hay que retirarlo”, indicó el delegado gremial.
“A pesar de que hace 5 años venimos haciendo lo humanamente posible para que retiren el material cancerígeno que pone en riesgo la salud y la vida de usuarios y trabajadores, no hemos conseguido otra respuesta de parte de los responsables más que negación, tergiversación de la realidad, persecución y criminalización a los trabajadores”, indicaron en el documento difundido por AGTSyP.
Los metrodelegados reclaman por una desabestización integral de la red, cambio de las flotas contaminadas, vigilancia médica para todos los trabajadores y reducción de la jornada laboral semanal a fin de disminuir las consecuencias de la exposición al asbesto.
En este sentido y en el marco del reclamo, el martes de esta semana fueron paralizadas de manera total las 6 líneas de subte y el Premetro, entre las 20 horas y el cierre. El reclamo se hizo, de esta manera, menos de una semana después del último paro, realizado el miércoles 26 de julio, cuando frenaron las formaciones entre las 13 y las 16 hs.
Al respecto, Dellecarbonara informó en un comunicado que “con un saldo luctuoso de 3 compañeros fallecidos por contaminación con asbesto, 90 afectados y el conjunto de compañeros en riesgo constante, no tenemos otra alternativa para salvaguardar nuestras vidas que profundizar las medidas de fuerza”.
La empresa criticó la postura “inflexible” de los metrodelegados y enfatizó que esto “profundiza los inconvenientes para quienes necesitan movilizarse en la Ciudad”. Asimismo, sus voceros indicaron que el subte “cumple con las condiciones exigidas por las normas que regulan la seguridad en el trabajo en base a estándares científicos y técnicos”.
El pasado martes 1 de agosto, desde las 20 al cierre del servicio, y el jueves 3 de agosto, de 6 a 9 am, el gremio volvió a “impedir la prestación del servicio de Subte en toda la red en simultáneo, perjudicando a miles de usuarios de manera directa, especialmente a quienes necesitan llegar por ejemplo, a sus trabajos, escuelas, universidades y turnos médicos”, remarcaron desde Emova.
En su argumento, sostuvieron que la reducción de la jornada semanal de 36 a 30 horas resulta inviable sin afectar la operación de la red de subte y afirmaron que se hicieron más de 3.000 mediciones sobre la calidad del aire en todas las áreas de trabajo del subte, las cuales arrojan resultados considerados adecuados para la salud.
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