A 13 días de las elecciones primarias, que en la ciudad de Buenos Aires se realizarán con dos sistemas de votación distintos y en simultáneo -el electrónico y el tradicional de papel- el Gobierno porteño habilitó 150 máquinas para que los vecinos practiquen cómo emitir el voto electrónico. Los mismos se encuentran en bibliotecas, sedes comunales, museos, plazas y estaciones de subtes, entre otros puntos.
“Elecciones 2023: hay 150 puntos de capacitación para el voto electrónico en CABA. Están en la web de GCBA”, tuiteó el Jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires, Felipe Miguel.
Si bien los cursos para las personas que ese día van a cumplir el rol de presidente de mesa o fiscales de los partidos políticos ya habían comenzado semanas atrás, ahora se abrió esa instancia para el público en general.
A partir de este lunes y hasta un día antes de las PASO, los electores tendrán a disposición alternativas de capacitación para conocer el funcionamiento del sistema, que se implementará por primera vez en el distrito.
Luego, esta misma forma de votar se replicará en las elecciones generales del 22 de octubre y en un hipotético ballotage, el 19 de noviembre. Convivirá en el mismo cuarto oscuro en el que los votantes deberán elegir Presidente, pero usando la tradicional boleta sábana de papel.
En las PASO 2023 en CABA se elegirán a los candidatos que puedan presentarse en las elecciones generales a jefe y vicejefe de Gobierno, 30 legisladores y a los 105 miembros de las 15 juntas comunales. En tanto, en las elecciones nacionales la Ciudad votará, además de presidente y vicepresidente, 12 diputados nacionales.
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Dónde probar las máquinas de voto electrónico
¿Cómo se usa la Boleta Única Electrónica en CABA, paso a paso?
El sistema se denomina vot.ar, y fue desarrollado por la empresa Grupo MSA. De acuerdo a un instructivo proporcionado por los desarrolladores, se resume en cuatro pasos:
1. El elector entrega el DNI a la autoridad de mesa y recibe la boleta. En ese momento se retira uno de los dos troqueles idénticos que la boleta posee, que queda en manos del presidente de mesa. La función del segundo troquel es controlar, a la salida, que ambos coinciden, de manera de corroborar que la boleta que llegue impresa a la urna es la misma que fue entregada por la autoridad de mesa.
2. En el cuarto oscuro, el elector se dirige a la máquina e introduce la boleta por una ranura. Acto seguido verá en la pantalla táctil la oferta de candidatos. Empieza a elegir. Puede optar por seleccionar una lista completa, esto es, un frente con todos sus candidatos, o bien, ir seleccionando los candidatos de su preferencia en cada categoría (Jefe de gobierno de un frente, legislador de otro, etc).
. Una vez que finaliza, una pantalla final mostrará los candidatos elegidos por categoría. Allí tendrá la opción de modificar su elección, en forma parcial o total comenzando de nuevo.
4. Confirma e imprime la Boleta. La información del voto queda registrada de dos maneras: escrita en el reverso de la boleta y en un chip que la misma posee. Ya con la boleta impresa en sus manos, el votante puede acercar el chip a la máquina, que leerá la información del chip y la mostrará, una vez más, en pantalla. De esa forma el elector puede controlar que tanto la información impresa como la que refleja el chip es correcta. Si todo está bien, finalmente introduce el voto en la urna. Recién allí se lo considera voto válido.
Votos blancos, impugnados y nulos
La máquina ofrece la posibilidad de votar en blanco. La pantalla le mostrará esa opción al elector, en forma completa o por categoría. Esto quiere decir que el votante porteño podrá elegir votar, por ejemplo, por un candidato a Jefe de Gobierno, y votar en blanco en la categoría legislador. También podrá hacerlo en forma completa, votando en blanco en todas las categorías.
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El voto impugnado puede darse solo en función de la identidad del elector, esto es, si un fiscal o una autoridad de mesa objeta que el elector sea efectivamente quien dice ser, la boleta será introducida en la urna dentro de un sobre que señalado como “voto impugnado”. En él, además del voto se agrega un formulario con los datos y la huella digital del elector impugnado, y luego su identidad será constatada. Si los datos no coinciden, se anula el voto.
Los defensores del sistema explicaron en este caso que, en el sistema tradicional, el voto impugnado es aquel que refleja errores de impresión o datos falaces en la boleta sábana de papel. También si esta se encontraba dañada. Todo esto se elimina con el sistema de Boleta Única Electrónica.
El voto nulo, en tanto, se considerará como tal si a la urna se ingresa una boleta que no fue introducida en la máquina y, por lo tanto, no fue impresa con los nombres de los candidatos ni el chip fue cargado de información.
El elector puede ingresar al cuarto oscuro, elegir las categorías nacionales, y retirarse sin acercarse a la máquina electrónica de la elección porteña. En ese caso se considerará que estuvo ausente en la votación de este distrito.
No videntes y discapacitados
La máquina de Boleta Única Electrónica cuenta con un mecanismo para las personas con discapacidad visual. Si el elector no ve, puede apoyar en la pantalla un acrílico y colocarse unos auriculares que le indicarán instrucciones para que realice su elección. Esto hace que pueda realizar los pasos individualmente, sin la asistencia de un tercero.
En cuanto a las personas con dificultades motrices, la máquina es similar a una valija, por la que puede moverse y ubicarse en lugares bajos o de alcance de quienes tengan alguna discapacidad de este tipo.
Finalmente, para las personas mayores, se destaca que la pantalla exhibe imágenes y texto simple, de manera que la elección se puede hacer de forma intuitiva.
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