La verdad sobre Noé Trauman: jefe de proxenetas, dos esposas con papeles y ninguna relación con Raquel Liberman

Las historias fragmentadas que circulan sobre quien fue presidente de la sociedad de rufianes que operaba en Buenos Aires a comienzos del siglo pasado, en casi todos los casos se basan en suposiciones o son producto de la imaginación. El hallazgo de nueva documentación certifica su historia real y los años en que sucedieron los hechos

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Fotografía policial tomada a Noé
Fotografía policial tomada a Noé Trauman en Buenos Aires en 1894

Sesenta años después de su muerte, Noé Trauman era un perfecto desconocido para la historia. Su nombre no aparecía en ningún trabajo de investigación; hasta que Gerardo Bra encuentra el acta de la sociedad de rufianes, en la que se faculta a su presidente para gestionar ante el gobierno de la provincia, el reconocimiento y la personería jurídica para una Sociedad de Socorros Mutuos. De aquella hoja mecanografiada nace un personaje que, según el autor de “La Organización Negra”, vivía en una modesta casita cerca del Riachuelo y padecía cáncer. Hasta allí se dirigían los demás proxenetas imaginados por Bra. En las supuestas charlas volcadas en el libro, donde mezclaban el castellano con el idish; fantaseaban sobre la concreción de sus grandes proyectos, fumando y bebiendo vodka y ginebra. La bola de nieve comenzaba a rodar.

El embrión de la supuesta biografía de Trauman tiene origen en los escritos de autores bien intencionados, y su evolución y dispersión por el mundo se debe al prólogo de un libro de historietas del escritor italiano Hugo Pratt. Su protagonista, Corto Maltés, llegaría a la Argentina en 1923 con la intención de rescatar a una vieja amiga que había caído en las garras de los rufianes polacos. La obra fue titulada, “Tango... y todo a media luz” En su relato, las referencias históricas están desdibujadas; tampoco se mencionan personajes de la vida real y mucho menos al agitador anarquista. Sin embargo, en el prólogo de la edición italiana de 1985, titulado: “Buenos Aires anni veinti. Ebrei polacchi e prosseneti” Juan Antonio De Blas, destacado estudioso de historia militar y de la Guerra Civil Española, se toma un respiro en su actividad y se divierte al predisponer al lector de la historieta. Para ello, hace una descripción de aquella Argentina y de Trauman, en la que intercala algunos datos apócrifos. Es precisamente en este prólogo, donde por primera vez se lo describe como un judío anarquista llegado en los primeros años del siglo XX, lector de Bakunin, conocedor del mundo y la condición humana.

De la picardía de De Blas para crear su personaje, surge una frase con la que Noé Trauman solía dirigirse a sus detractores: “Sois la fuerza, porque sois muchos; pero yo soy la razón, y la razón siempre vence.”

Todo el prólogo se apoya en detalles reales del contexto, de los que se sirve, intencionalmente, para construir una biografía fantástica acorde con el comic. Existen varias ediciones y traducciones y en la mayoría no figura el prólogo original. La edición española de New Comic de 1999, sí lo tiene.

Vista del edificio de Mokotowksa
Vista del edificio de Mokotowksa 65, en Varsovia, donde la madre de Trauman vivía en 1912 Fuente Warszawa.ap.gov.pl

Años más tarde, con el auxilio del prólogo de De Blas y una conversación con el escritor Juan Jacobo Bajarlía, el periodista Ricardo Ragendorfer obtuvo las bases para un artículo que publicaría en 1997 en la revista Pistas. “La verdadera historia del Rufián Melancólico” La mención del título, ya nos permite conocer dónde surge la referencia inicial sobre la relación entre el rufián y Arlt.

Bajarlía estaba “casi seguro” de haber escuchado en los pasillos del diario Crítica, “algo sobre la relación entre Trauman y Arlt.” Así, con pedazos inconexos, traídos de aquí y de allá, se va construyendo la biografía fantástica del anarco proxeneta. Como vemos, cada nuevo trabajo tomaba elementos del anterior y los condimentaba con otra mentirilla.

Será el rosarino Héctor Zinni quien lo convertirá en un sanguinario cultor de la acción directa. Sin citar fuentes, se refiere a Trauman como un dirigente político de cierto peso en Polonia. “Amigo del príncipe Kropotkin, llegó a polemizar con el mismísimo Bakunin.” De leerlo, como decía De Blas, ahora polemizaba con él. (Uno podría encontrar en la afirmación, un guiño para el lector atento, puesto que el padre del anarquismo ruso falleció cuando Trauman aún era un niño de 8 años. Pero este dato era desconocido en 1999 cuando se editó “La ciudad oculta - Memorias de Rosario...”)

Para 1905 lo hace responsable de un atentado dinamitero en medio de un desfile militar: “Las explosiones que hicieron blanco sobre una columna de Coraceros hicieron que saltaran por los aires caballos y jinetes. El saldo: diez oficiales despedazados, entre ellos un general.” De más está decir que no se citan fuentes de semejante masacre y la misma no es registrada por los diarios de la época. Pero el relato continúa: “A partir de ese entonces, su cabeza tuvo precio; carteles con un retrato suyo ofreciendo recompensa adornaron los muros de las principales ciudades polacas…” Este Trauman “portaba una estampa inofensiva, casi timorata.” Usaba “bigotes postizos sobre un rostro lampiño.”

Traducción del acta de nacimiento
Traducción del acta de nacimiento de Noé Trauman

Las andanzas reservadas para nuestro personaje continúan por Europa durante todo ese año en que se la pasó burlando a la policía del Zar. Finalmente, a principios de 1906, llegaría a la Argentina y sin conocer la leyes o el idioma, aquel anarquista diferente al resto, en un par de meses nuclea a todos los malandras polacos, deja de su militancia política, organiza una red de prostitución y gerencia un cementerio religioso. Según el relato, la fantasiosa epopeya lo mantiene activo como presidente de la sociedad rufianesca aún en 1926.

A comienzos del siglo XXI, el académico en historia del judaísmo, profesor Furio Biagini, cita textualmente a De Blas y describe las mismas correrías relatadas por Zinni hasta la llegada al Río de la Plata. En este caso el elemento agregado es que Trauman fallece de cáncer en 1933 en la vecina ciudad de Colonia, Uruguay. Curiosamente, el artículo fue publicado en un boletín anarquista (Centro Studi Libertari, Archivo G. Pinelli, giugno 2004) y de esta forma, la veracidad de la historia parecería recibir el tácito aval del grupo libertario italiano.

En un viaje circular, como burlona pirueta de la suerte, Trauman terminará por colarse en la propia biografía de Roberto Arlt, cuando Sylvia Saitta (El escritor en el bosque de ladrillos, 2000) se encuentra con el artículo de Ragendorfer y cae en la tentación de usarlo para su trabajo sobre la vida del escritor. El telón casi parece cerrarse mientras el periodista de Crítica y el rufián melancólico comparten tertulias bebiendo Pernod en la confitería Las Violetas. Solo falta la jugada más audaz e incuestionable, por tratarse de una verdadera obra de ficción, cuando Canal 13 entrelaza las vidas de Noé Trauman y Raquel Liberman para lanzarlas a millones de espectadores en la novela ATAV (Argentina, tierra de amor y venganza).

Es tan fuerte y difundida la impronta que estos relatos han dejado en la biografía ficticia del rufián que, para decir algo en contrario, parece necesario aclarar que lo que leerán a continuación proviene únicamente de fuentes documentales inobjetables.

Arriba, acta del primer casamiento
Arriba, acta del primer casamiento de Trauman en Varsovia, escrita en ruso. Abajo, Traducción de dicha acta al castellano

La verdad de los Hechos

Durante la Segunda Guerra Mundial, más del 80 % de la ciudad de Varsovia fue destruido. La documentación referente a la familia Trauman, al igual que en otros millones de casos, se perdió para siempre de los archivos polacos. Sin embargo, años antes, varias copias certificadas de documentos personales, fueron enviadas a Buenos Aires cuando, debido a la muerte de Noé, tuvo que tramitarse la sucesión. Con esta documentación inédita, a la que tuve acceso el año pasado, sumada a los registros policiales y otras fuentes varias, podremos reconstruir su accionar en Argentina.

La sociedad de rufianes y tratantes de blancas a la que Raquel Liberman denunció en el proceso judicial de 1930, era conocida en ese momento como Zwi Migdal. Pero durante más de 30 años se había denominado Sociedad Varsovia. Algún motivo reivindicativo habrán tenido aquellos polacos para nombrarla así. Como sea, Noé nació en una Polonia dividida entre Alemania, el imperio Austro-Húngaro y el imperio Ruso. De hecho, en su acta de nacimiento escrita en ruso, la fecha pertenece al calendario juliano y el traductor, para presentar el documento ante el juzgado, indica que el día de nacimiento, 1º de enero, se corresponde al 13 del mismo mes, del año 1868. Su padre, Mayer, que era zapatero y Liba, ama de casa, a lo largo de los años tuvieron cinco hijos varones y tres mujeres. También existe un acta de casamiento donde figura que Noé contrajo enlace a los 20 años, en su ciudad natal, Varsovia, en una ceremonia civil, con Francisca Magdalena Grzivatz. Pocos meses después emigraron rumbo a nuestro país.

La policía porteña fechó su ingreso para 1890. En 1894 lo registró como rufián, le tomó unas fotos que son las mismas que vemos en esta publicación y volcó todos sus datos personales en un libro de uso interno llamado Galería de Sospechosos.

Las referencias a Trauman continúan en los registros policiales pues, en octubre de 1896, se presentó en la comisaría 3ª para denunciar el robo, dentro de un prostíbulo, de varias pertenencias, entre ellas un bastón con la inscripción: “Un recuerdo de los varsovianos en Buenos Aires” El uso del bastón por aquellos años, no siempre se correspondía con una necesidad física, sino también como accesorio de prestigio. La dedicatoria, por parte de los nacidos en Varsovia, ya indicaba el grado de autoridad y representación que su portador tenía entre los suyos.

Copia del Acta del segundo
Copia del Acta del segundo casamiento de Noé Trauman en Buenos Aires

Al año siguiente, participó de una verdadera batalla campal en la esquina de Corrientes y Talcahuano. Allí, unas 50 personas, entre proxenetas y madamas, se congregan durante varias horas, se insultan, se toman a golpes de puño y finalmente los victoriosos inician la huida con un botín compuesto por las joyas de los vencidos. El hecho queda registrado por la comisaría 5ª y en una nota que el diario La Nación publica el 10 de febrero titulada “Escándalos Mayúsculos”. Noé Trauman, que comandaba el grupo vencedor, terminó tras las rejas con varios de sus secuaces y miembros de la banda contraria.

Como vemos, la dilatada presencia de nuestro hombre en la ciudad no era ajena a las autoridades, ni a la prensa. En 1905, el diario El Censor inició una campaña contra los ”tratantes de blancas” -como se los denominaba entonces- que duraría varios meses. Desde agosto de ese año, a marzo de 1906, se publican los nombres de decenas de proxenetas con múltiples datos de sus actividades, domicilios y contactos. Se indicaba que Trauman, actuando como prestamista usurero, pasaba el día en un garito de Tucumán al 1300. Además, según El Censor, tenía una esposa legítima que administraba un prostíbulo en la calle Talcahuano y una segunda esposa, que gerenciaba otro comercio de igual categoría, en la misma calle a pocos metros de distancia.

El periódico no estaba errado, pues para la fecha de publicación la esposa legítima sería Francisca. Pero al comenzar el juicio sucesorio, Sofía Dessel presentó el acta de un nuevo casamiento tramitado el 6 de marzo de 1907, en la oficina de la 14ª sección del Registro Civil. De manera tal que al momento de su fallecimiento, el difunto tenía dos esposas legítimas. La de la unión en Polonia, al mando de la casa de tolerancia de la calle Talcahuano 256 y la segunda, Sofía, en el número 232. Si continuamos la lectura de la edición del 14/9/1905, llegaremos a la conclusión de que, en verdad, Trauman tenía cuatro esposas pues, además de las nombradas, en la primera plana se cita que tenía otras dos esposas con las que se había unido por ceremonia religiosa del rito hebraico. Esta información resulta más difícil de confirmar, pero a cien metros de distancia, en Talcahuano 389, la policía había multado a una mujer llamada María Trauman. Debemos aclarar que en el mundo de los rufianes, “esposa” también era sinónimo de socia comercial. Una mujer, aun habiendo juntado el dinero para instalar su propio burdel, necesitaba de la “protección” de un miembro de la Varsovia que se convertía en su “esposo.”

La instalación de casas de prostitución y su desarrollo comercial en beneficio de terceros fue una actividad aceptada y normalizada por la municipalidad durante seis décadas (1875-1936). Las habilitaciones, tasas, multas y contribuciones relacionadas la convertían en el rubro con mayor aporte económico para el erario público. Además, en una ciudad-puerto que recibía 100.000 nuevos inmigrantes cada año, donde una gran parte eran jóvenes solteros para los que no había entretenimientos accesibles, deportes de masas o grandes distracciones, la oferta sexual a precios económicos era una alternativa preferible para las autoridades antes que dejar que aquellas fuerzas libidinales fueran captadas por propagandistas de ideas revolucionarias. Entre los sectores masculinos medios altos y altos de la burguesía porteña, que eran frecuentes consumidores de sexo pago, la vasta oferta de servicios sexuales era también una manera de velar por la virginidad de sus hijas y hermanas, hasta el momento del matrimonio.

Raquel Liberman, la mujer que
Raquel Liberman, la mujer que con sus denuncias puso fin a la tolerancia del Estado a la actividad de los proxenetas. Nunca conoció a Noé Trauman, como lo señalaron versiones apócrifas de la verdadera historia del rufián polaco

Como vemos, los locales de prostitución con autorización municipal estaban justificados y aceptados entre los porteños de la época y en sus diferentes grupos sociales. Solamente un colectivo inmigratorio objetará este comercio desde el punto de vista moral. Para la creciente colectividad judía, era inaceptable esta situación y todos aquellos “impuros” relacionados con la prostitución fueron apartados de sus instituciones, del templo y hasta de la posibilidad de ser sepultados según la tradición.

De alguna manera, esta sería la explicación más simple para entender por qué los rufianes judíos se agruparon bajo la figura de una sociedad de socorros mutuos. La necesidad que los llevó a seguir los pasos legales y administrativos para reemplazar a las instituciones de las que habían sido expulsados, es el motivo por el que hoy existe una gran cantidad de documentación referente a estas personas y es tan difícil encontrar, por ejemplo, algo sobre los proxenetas franceses, que tuvieron un poder similar pero quedaron invisibilizados dentro de su grupo social.

Así, en 1906, se inscribe legalmente la Sociedad de Socorros Mutuos Varsovia, de la que Trauman era el presidente. Sus socios iniciales, que no llegaban a 40, estaban todos registrados por la policía como rufianes. El cementerio propio que se les atribuye en Avellaneda, motivo por el cual constituyeron la sociedad, en verdad llevaba algunos años funcionando administrado por otra sociedad rufianesca de rusos y rumanos. Pero con la llegada de la Varsovia, se iniciaron las mejoras de lo que hasta ese momento no era más que un páramo. Se compró un terreno más grande, se construyó el muro perimetral, una ostentosa entrada, la sala ritual y otras dependencias.

Otro registro de Trauman y su esposa Sofía se puede encontrar en los archivos de la isla Ellis de los Estados Unidos en 1908. Al completar la documentación para su ingreso a Nueva York, dan como lugar de residencia la ciudad de Buenos Aires. Noé tenía parientes en Estados Unidos y al igual que en Buenos Aires, los rufianes locales administraban un cementerio propio en Brooklyn. A su regreso, meses después, deja la presidencia de la Varsovia pero continúa en la Comisión Directiva como vocal y socio de honor.

Edicto publicado en 1912 en
Edicto publicado en 1912 en El Diario luego de la muerte de Trauman buscando sus herederos

Según el acta 379 del Registro Civil, Trauman falleció por neumonía el 2 de julio de 1912. En ese momento Raquel Liberman era una niña a punto de cumplir 12 años, que aún vivía en Europa y Roberto Arlt un pibe de la misma edad, que purreteaba por el barrio de Flores. Jamás se conocieron. Sofía, declarando ante la justicia, dijo que le dio sepultura en el cementerio de la sociedad en Avellaneda. Noé, como muchos de los socios, había reservado el lugar con anterioridad. Entre sus pertenencias, en una caja de seguridad, estaba el recibo por el pago del espacio fúnebre.

El juicio sucesorio se inició con el reclamo de las dos esposas. Además, la madre de Noé que aún vivía en la capital polaca, también era parte del mismo. Su hijo Jaime, que había viajado desde Varsovia, la representaba junto a otro conocido proxeneta local de nombre Herman Cohn. En poco tiempo cedieron sus derechos a Bernardo Gutvein, miembro también de la organización. Luego de cuatro años de trámites, la intervención de una docena de abogados, escribanos y peritos, el dinero invertido terminaría superando la herencia a cobrar. Es posible que existiera un acuerdo extra judicial porque en cuestión de días, Sofía Dessel fue declarada única heredera.

Los bienes del difunto se componían de una casa en la calle Chile, comprada en hipoteca, de la que se adeudaba la mitad y una cantidad de joyas de cierta importancia cuya valuación podía cubrir la deuda del inmueble. Pagarés incobrables y varias monedas de oro. Entre la documentación relevada, a fojas 140b de la sucesión, se destaca un documento fechado el 30/10/1902, en el que la Sociedad Israelita de Socorros Mutuos de Barracas y Buenos Aires otorga, en calidad de donación, la suma de $ 1.000 a la sociedad de igual clase Warschauser und Kranken Leichass Verin (Asociación de Varsovia para enfermos y fallecidos). Lo más interesante, es que este es el primer documento que nos habla de la existencia de la sociedad Varsovia, cuatro años antes de su reconocimiento legal.

Cementerio de Avellaneda
Cementerio de Avellaneda

En 2019 pude confirmar fehacientemente la inhumación de Noé Trauman en Avellaneda. Del importante monumento de granito negro que le dedicó Sofía ya no queda absolutamente nada. En el mismo espacio que hoy se encuentra bajo el cuidado de una asociación comunitaria, y en el año 2017 fue declarado Monumento Histórico Municipal, están sus primos Elías y Max Trauman.

La tumba de Raquel Liberman, que con su denuncia a la justicia logró poner fin a la prostitución tolerada por el Estado, se encuentra a pocos metros de distancia. Su cuñada Elke, madama y socia de la Zwi Migdal, condujo hasta allí sus restos para dejarlos cerca de donde anteriormente había sepultado a su hermano Yaacov, esposo de Raquel.

Aquí yacen personas de todo tipo. Asociados de buena fe, trabajadores cuentapropistas, jóvenes estudiantes, niños de poca edad, mujeres prostituidas. Pero en la mayoría de los casos son los rufianes y sus esposas. El cementerio es, al fin de cuentas, la concreción material del éxito de la campaña de exclusión que la colectividad judía promovió contra ellos. Noé Trauman, sin saberlo, los condujo al pequeño lugar que hoy ocupan y que podría convertirse en el espacio de reflexión y toma de conciencia, para honrar la memoria de las mujeres víctimas de trata y violencia sexual.

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“Sentimos la presencia de los