La cuenta regresiva para el arribo de los primeros contingentes estudiantiles a Bariloche se agota y la ciudad prepara su logística para recibir a uno los segmentos más potentes del rubro. Sin embargo, los principales operadores del sector analizan con preocupación la posibilidad de que, por primera vez en la historia, los aumentos podrían poner en jaque una de las excursiones más tradicionales de la ciudad sureña.
Bariloche se transformó en un ícono del segmento joven debido a que cuenta con infraestructura que fue creada especialmente para recibir a los estudiantes que terminan el secundario. Hoteles con pileta y vista al lago, las discotecas más modernas con las fiestas temáticas más diversas y las excursiones más divertidas hicieron que el destino sea el predilecto para los estudiantes.
Sin embargo, dentro de esas actividades de esparcimiento, se incluían las clases de “bautismo” en las pistas del cerro Catedral, donde los visitantes realizaban sus primeras maniobras sobre tablas en el manto blanco del centro invernal.
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Esa posibilidad hoy, está en duda. Los valores para el sector estudiantil pasaron de $6000 en 2022 a $30.000 para la temporada que aún no comienza, es decir que aumentaron un 400 por ciento.
Además, el valor para los peatones pasó de $1500 a $8000. El cuadro tarifario fue publicado por la empresa concesionaria de la montaña Catedral Alta Patagonia (CAPSA) y, establece, para el turismo convencional, aumentos que rondan el 192 por ciento.
El presidente de la Asociación de Turismo Estudiantil de Bariloche (ATEBA), Daniel García, aseguró que el aumento para el sector “es descomunal e inadmisible”. A partir de la difusión de los valores, los principales operadores acudieron a las autoridades locales, regionales y nacionales para “lograr un consenso y garantizar la práctica de la actividad”. Por ahora, no hubo resultados.
En ese contexto se reunieron, a principios de junio, con el Intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso, con el objetivo que actúe de mediador entre la empresa concesionaria y los prestadores. Además hubo reclamos a la compañía que opera el centro invernal aunque desde la empresa desacreditaron el planteo y se excusaron en que las tarifas fueron autorizadas por el ente que regula la concesión - Ente Autárquico Municipal Cerro Catedral (EAMCEC) – que preside una funcionaria que responde al mandatario comunal.
Esa repartición no planteó objeciones al incremento propuesto por la empresa, que pertenece al grupo Vía Bariloche. Para Bariloche -dijo García- “el turismo estudiantil mantiene un equilibrio a nivel turístico. Es histórico que los jóvenes vayan al cerro, es uno de los atractivos, pero no se puede aumentar por arriba de la inflación. Las empresas realizaron sus costos en base el movimiento económico del país teniendo en cuenta el actual ritmo inflacionario, pero de ninguna manera se estimaron valores en más de un 300%”.
Desde el segmento opinaron que los valores “son restrictivos”. El “bautismo” en la nieve forma parte de las actividades más demandadas por los grupos estudiantiles que viajan a Bariloche. “La ciudad tiene ese valor agregado, que no lo tienen otros destinos para egresados con los que la ciudad debe competir para mantener el caudal de pasajeros”, dijeron desde el sector.
La firma, además, se escudó en un plan de inversión de 22 millones de dólares que se encuentra en plena ejecución – comprometido al haber logrado la extensión de la concesión- aunque para los operadores “los pasajeros deberían estar exentos de esa negociación”.
Los valores para la temporada 2023 fueron cuestionados por los instructores que se desempeñan en el centro invernal, quienes aseguraron que transforman a Catedral “en el centro de esquí más caro del país”. Néstor López Dávalos, en diálogo con el diario Río Negro, aseguró que “la diferencia es gigantesca. Nos preocupa despegarnos tanto del mercado. Y el aumento es mayor a lo que se dice porque eliminaron el pase principiante que implicaba un descuento del 20%”, destacó.
“El 80% del público que visita el Catedral por primera vez no es esquiador. Entonces, no considera gastar tanto dinero de golpe en algo que quizás no le guste”, sostuvo.
“Catedral se puso muy caro y nos preocupa la temporada. No se justifica tanta diferencia. Hoy la gente decide su viaje en función de los precios. Perfectamente, puede cambiar el rumbo de su viaje por un impacto tan grande como este. Quizás en el paquete total no tiene tanta incidencia, pero molesta a los ojos”, señaló López Dávalos.
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