La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires destacó este martes 30 de mayo la importancia para la obra “Bioética, Religión y Estado: notas para la pospandemia”, escrita por el el Rabino Fishel Szlajen. El parlamento porteño consideró que sus dos volúmenes son de interés para la comunicación social.
Se trata de un amplio texto, que reúne en dos partes, posiciones sobre cuestiones sociales actuales, de estricta coyuntura, como la pospandemia, la inteligencia artificial y el actual concepto de transhumanismo. El diputado de CABA, Claudio Romero, promovió el reconocimiento, aprobado por el cuerpo durante esta jornada.
Los libros distinguidos reúnen un conjunto de escritos abordando de forma sistémica y articulada temas de ética en la política, en el derecho, tópicos referidos a la justicia social, al liderazgo, al concepto y función del Estado, la democracia y el lugar de la religión, con un enfoque que dedica la importancia pertinente a lo actuado durante la pandemia Covid-19, la cuarentena, el triage, vacunas y pases sanitarios.
Te puede interesar: La integridad judicial como pilar social
Pero el autor va más allá. La problemática de la eutanasia, el suicidio asistido, el aborto, la clonación humana y las drogas de uso recreativo, el concepto de familia y la ideología de género, son ítems que, si bien Fishel Szlajen los ha analizado técnicamente y en detalle en sus anteriores libros, aquí son desarrollados desde la pragmática y de cara a sus conflictividades sociales.
Durante el reconocimiento expresado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, quedó explícito que la obra trasciende cualquier sentido proselitista y se orienta a desarrollar un campo de acción y pensamiento diferente al actual, en el que el Rabino Dr. Fishel Szlajen aporta consideraciones, juicios y nociones que se diferencian del contexto. “Sin la necesidad de adscribir a ningún marco religioso, permiten mejorar la calidad de la discusión y a su vez construir una sociedad más justa y por ende más libre”, destacaron en el recinto.
Fishel Szlajen es un reconocido bioeticista argentino y uno de los intelectuales públicos más respectados de la Argentina y con proyección internacional, poseyendo más de 200 publicaciones en su área de investigación.
Ha sido distinguido en el 2020 por el Ministerio de Asuntos para la Diáspora en Israel por la realización del protocolo de triage y asignación de recursos vitales, trabajo interreligioso y en favor del bien común. También ha sido declarado Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura Porteña en el 2019, y el Senado Nacional lo ha premiado con su máxima distinción, la Mención de Honor Domingo F. Sarmiento, en el 2018. Es además el primer rabino designado Miembro Titular de la Pontificia Academia para Vida en el Vaticano desde el 2017, considerado el máximo organismo internacional en bioética.
“En un contexto donde las disputas ya no son sobre contenidos concretos sino por la posibilidad práctica comunicativa y la captación de voluntades, es precisamente allí donde el discurso religioso puede quebrar el actual albedrío esclavo del ciudadano, donde si bien no carecemos de elección, dicha capacidad está severamente afectada por estar al servicio de la vanidad. Este discurso religioso contribuye también a que la tecnología no esté al servicio de las pasiones desiderativas, asumiendo una función ideológica y encubriendo las disfunciones sociales auto postulando una libertad como exigencia fanática negando toda mutualidad entre humanos. Evita en este sentido, eludir el valor o la autoridad de la tradición, de la consciencia, restringiendo todo intento de perpetuación de una ideología como sistema y manipulación de la vida cultural”, dijo el autor, tras el reconocimiento a su obra.
Finalmente, ante la consulta de Infobae, Szlajen opinó sobre cuál debe ser la actual función intelectual del discurso religioso: “la tarea consiste en una crítica a la cultura consistente en reconocer qué tipo de vanidad e idolatría caracteriza a la empresa humana en el presente, tal como oportunamente fue la desacralización y desencantamiento de la naturaleza, de los ídolos, los faraones y las monarquías absolutistas divinizadas”.
Esta misma obra también se encuentra siendo tratada en el Senado Nacional bajo el proyecto impulsado por Senador Ricardo A. Guerra para declararla de Interés Cultural por el Congreso Nacional Argentino.
Seguir leyendo: