Nico Bereciartúa: la bendición de Pappo, un asado con los Rolling Stones y el llamado para tocar con Black Crowes

Hijo del mítico bajista de Riff, Vitico, compartió escenario desde su juventud con su padre y Pappo. Un demo lo llevó a un lugar impensado: hoy es el guitarrista de la gran banda de rock sureño de los Estados Unidos y está a punto de comenzar una gira junto a Aerosmith

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Nico Bereciartúa con el dobro para la colaboración entre artistas de Playing for change

Lo difícil, cuando vas a hablar de Nico Bereciartúa, es que nunca sabés si empezar de atrás para adelante, o viceversa.

Así que voy a empezar por la mitad.

Fuimos de los pocos invitados a compartir un asado en una quinta del gran Buenos Aires con los Rolling Stones, durante su última visita. Una velada inolvidable para nosotros. Me encargué de musicalizar la previa, con los Stones copa en mano, departiendo con los invitados, que no llegaban a 20 personas. A los postres, el Zorro Quintiero y Nico agarraron sus instrumentos, esos que siempre llevaban encima, y tocaron unas cuantas canciones clásicas de rock y blues. Terminado el concierto, después de media hora, los comensales fueron a por el café, Nico se quedó guardando la viola, conmigo cerca casi casualmente, mientras vimos acercarse a Keith Richards, que se abrazó con Nico, le dijo algo ininteligible y regalando su mejor sonrisa se fue. Nico sin salir de su asombro, me miró, y le dije entonces que iba a tener que tenerme cerca y cuidarme porque yo era el único testigo de su momento con dios.

Hace unas semanas lo encontré en la disquería de Paco, en Palermo, y recordó la historia para los presentes. También entre sonrisas y abrazos, me contó que se estaba yendo esa misma noche para Georgia, USA, llevándole unos discos de Gardel a Chris Robinson, cantante, guitarrista y líder espiritual de los Black Crowes, que es bastante fan del morocho del Abasto. Así, entre apuros comprensibles, me regaló un vinilo de “Volviendo”, uno de sus discos, y se despidió hasta dentro de seis meses.

Sucede que Nico es guitarrista de los Black Crowes, y comienzan los ensayos para la gira que los mantendrá ocupados hasta principios de 2024, tour que compartirán con la larga despedida que le espera a Aerosmith.

Mi primer recuerdo de Nico es verlo sentado en las rodillas de Pappo en un camarín de Halley Discotheque, antes de subirse al escenario para un concierto de Riff. Nico es hijo de Vitico y Rosa Dodero. A medida que pasaba el tiempo solía tener noticias de él, hasta participó de una de las últimas formaciones de Riff junto a su padre y Pappo. Siempre se destacó tocando la guitarra, estampa y estilo del más puro germen del rock, Nicolás Bereciartúa solo necesitaba escuchar el llamado en el viento, que inexorablemente llegaría, para integrarse a las grandes ligas planetarias de la música.

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Nico Bereciartúa en su rol de guitarrista de los Black Crows este año en el Luna Park

Hasta que llegó, de la mano de Chris Robinson, el hermano de Rich, ambos fundadores de Black Crowes, la llamada divina.

Mientras tanto Nico sumaba horas de vuelo, a veces en naves peligrosas, otras veces con su padre, que no dejaba el peligro abajo del escenario pero bueno, estaba con su padre.

Ya tiene grabados como solista dos discos editados, uno del 2015 y “Volviendo” del 19, al que se sumaría otro más que está terminado, pero el muchacho estará ocupado durante algún tiempo. Ha girado por gran parte del hemisferio norte, con Viticus, la banda de Vitico, más tarde haría lo propio pero a mayor escala por toda Europa ya como miembro de Magpie Salute, proyecto propio de Chris Robinson. Se estableció un tiempo en Nashville donde se dedicó a perfeccionar su técnica entre expertos, colaboró en discos de varios artistas como Aristimuño y fue hasta músico de banda de televisión. Una guitarra 4x4 al servicio del rock más tradicional, con su Greg Allman Style.

No obstante lo cual, como diría Pappo, tengo que confesar que la noticia de su ingreso a la impresionante agrupación americana me sorprendió. Siempre es una inigualable noticia saber que un amigo llegó a algún lugar. Y más si ese exclusivo espacio lo logra donde siempre soñó estar alguna vez. Como su padre, buscó el camino más arduo: tocar en alguna de las mecas del rock. En la década del ‘70, Vitico viajó a Londres con los mismos sueños que su hijo viajó a los Estados Unidos. Allí zapó con The Who, nada menos, y lo llamó Paul Rodgers para tocar en su banda, Bad Company. Un problema de papeles ajeno a él complicó la estadía de los músicos extranjeros en Inglaterra y su camino allí se interrumpió. Ahora, Nico tomó la posta.

Asi que lo llamé para que me contara lo que no se: “La secuencia sería el show final con Riff en Cosquin Rock antes del accidente de Pappo. Seguimos con Viticus entonces, pero entre las peleas con mi viejo, sus kilombos y mis intentos fallidos al respecto algo tuve que hacer. Decidí alejarme y dedicarme a mi primer disco solista, que ganó el Gardel a mejor artista nuevo de rock. En esos tiempos le puse un link o un comentario a un posteo de Facebook de Rich Robinson, un video mio solo con el dobro tocando una canción suya. A los 8 meses de haberlo posteado, voy caminando por la calle cuando me aparece un tuit. Imaginate que ni lo usaba, me lo había bajado un amigo, y por ahí me llega un mensaje de Chris diciéndome que le había encantado lo que había mandado. Cruzamos mails y nos conocimos personalmente. De repente me dijo que estaba buscando un violero para un disco suyo y para una gira. Ahí nomás entré a Magpie Salute junto a Marc Ford y Eddie Harsch de los Crowes, y Sven Pipies también bajista de los Crowes, que ya estaba. Giramos por USA y Europa haciendo más de 70 shows hasta el final de la experiencia Magpie”.

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Nico Bereciartúa con su padre, Vitico, hacen Sube a mi voiture, un tema de Pappo

“Chris volvió con el hermano para salir con los Black Crowes. Me invitaron a los shows de presentación, de manera que resultó en que hice una cosa metódica el ir a los shows, sobre todo para pegar onda con el hermano y no ser solo el amigo de Chris. Mi objetivo era pegar onda con los dos. Pasó que en diciembre pasado el violero que estaba de gira con ellos renunció, así que el 29 de diciembre me llamaron para avisarme que iba a audicionar en Los Angeles el 15 de enero. Fui, hice la audición con otros 5 guitarristas, y quedé yo. Imagínate, el sueño de toda mi vida”.

“Ahora vamos de gira y luego a grabar con The Black Crowes, es el nuevo disco con material propio después de 14 años. Nunca hubiese imaginado cuando me compré en 2009 “Before the Frost... Until the Breeze” que en el próximo disco iba a tocar yo. Un sueño, ésto y además abrir en 40 conciertos para Aerosmith por todo USA, y terminar en el Madison Square Garden. Sobre todo pensando que en 2013 me fui con mi novia a vivir a New York, tocando en el subte o en algún bar con algún amigo, pero ni llegando a soñar que 10 años después iba a estar tocando en el MSG.”

“¿Y tus discos que onda ahora?” -Le pregunto a Nico que jamas borra esa sonrisa de su gesto.

“En 2019, cuando terminó lo de Magpie Salute, grabé el segundo disco mio ‘Volviendo’. Ahora estoy terminando el tercero que saldrá en octubre de este año. Eso también es una prioridad obviamente.”

Nico Bereciartúa nació grande. Acunado por sus padres y sus amigos, en su casa se escuchaba rock del bueno en línea directa con lo más granado de nuestra sociedad porteña. Mezcla que lo hace originalmente distinto. Sus discos propios son de una creatividad y una eficacia sónica desmesuradamente notorias. Verlo es ver la quintaescencia evolutiva del rock más puro. Un soplo de humildad y talento corriéndose algo de la mediocridad imperante. Los pies de Nico están apoyados sobre las mejores raíces que podría encontrar un ciudadano sensible a la música en este pais.

Exactamente me dice ésto al respecto: “A Pappo lo encontraba seguido en Club X, el boliche de Juanse y el Bahiano en los arcos de Palermo. Habíamos zapado un par de veces en la casa de mi viejo en el Tigre o en algún ensayo con él, pero una de esas noches del X estaba Pappo con Black Amaya y me señala diciéndome ‘Veni a tocar el bajo…’. Tocamos media docena de temas de Pappo´s Blues a trío, hasta que después se sumó Juanse a hacer ‘Blues de Santa Fe’. Después ya nos íbamos encontrando en diferentes lugares. Me acuerdo bien también una noche en Júpiter, a la vuelta de la casa de Charly García, ahí en el Paseo del Sol, a la vuelta del Alto Palermo. Una madrugada, cuando ya se había ido todo el mundo, subo al escenario a tocar. Ya había tocado antes pero agarré la viola para hacer ‘The Last Time’ de los Stones… y apareció Pappo tocando la batería, Juanse a cantar, mi viejo en el bajo y Charly se encargó del teclado. Terminó siendo una linda noche para los pocos amigos que quedaban.

Nico Bereciartúa como parte de la última formación de Riff junto a Pappo, Vitico y Michel Peyronel hacen Rayo Luminoso

“Llevaba unos años con Viticus cuando me llamó Pappo, me dejó unos mensajes para decirme que había un par de shows en Rosario, en Willie Dixon, que se inauguraba. Antes habíamos estado en su cumpleaños en La Potota, una parrilla en la costanera. De repente estaba tocando algo de Pappo´s Blues cuando los llama a Michel Peyronel, a Vitico y a mi al escenario improvisado para tocar algo de Riff. Ahi debuté con ellos digamos, entonces me llamó para hacer esos shows en Rosario. Me decía ‘Por favor... (siempre Pappo decía por favor) ¿podrías aprenderte 15 temas de Riff para la inauguración de Willie Dixon? Hicimos un par de shows más, en La Vieja Usina de Córdoba, y el último Cosquin Rock… después lamentablemente falleció...”

Es curioso pero esta nota termina en un casi exacto círculo, donde empezó. En el último show de Pappo con Riff en Córdoba.

Allí tocó quizás por primera vez para una multitud, Nico Bereciartúa. 18 años después está comenzando una gira con Black Crowes por 40 estadios americanos, compartiendo cartel con Aerosmith que anuncian así su retiro de los escenarios.

Conocerlo a Nico fue para mi la confirmación de que nada hay más poderoso que el material del que están hechos los sueños.

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