Cuarenta y siete años más tarde, el juicio por lesa humanidad que evaluará el Tribunal Oral Federal (TOF) de La Rioja sobre el asesinato del dirigente campesino Wenceslao Pedernera celebró su cuarta audiencia el viernes pasado. En la última citación, dos testigos contaron cómo funcionaba el dispositivo de persecución que se había activado en la última dictadura militar de 1976, para eliminar a los seguidores del obispo Enrique Angelelli.
Durante la jornada judicial, el tribunal, conformado por los jueces José Camilo Quiroga Uriburu, Mario Martínez y Juan Carlos Raynaga, escuchó los testimonios que ofrecieron María Inés Frasca y el ex militante de la Juventud Peronista Domingo Bordón. “Chilecito estaba copado por los gendarmes. Wenceslao fue el tercero de cuatro personas que fueron asesinadas”, inició el ex concejal de la localidad riojana.
“Era un plan que incluyó también la condena a presos políticos, desapariciones forzadas, torturas y amenazas”, enumeró el sobreviviente del terrorismo de Estado. En la planificación que denunció el testigo se habían orquestado los asesinatos de los llamados “cuatro mártires de La Rioja”, debido a que, previo a la muerte de Pedernera, se habían ejecutado a los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias. Después de eliminar a los integrantes de la pastoral del monseñor Enrique Angelelli, el obispo cordobés fue el eslabón final de la cadena.
Por otro lado, Bordón rememoró los episodios que vivió luego de haber sido detenido en noviembre de 1975 en condición de preso político. El ex activista estuvo preso hasta la navidad de 1981, pero reparó en que no había sufrido torturas en el período que permaneció privado de la libertad en el Instituto de Rehabilitación Social (IRS), hasta que el ex gendarme Eduardo Abelardo Britos asumió el control de la cárcel. El mismo efectivo es el principal acusado de haber orquestado los asesinatos de los curas y el catequista.
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“Britos se paseaba por los pabellones soberbio y amenazante, nos trataba mal para que sus subalternos aprendieran”, recordó el ex preso político. Asimismo, el ex integrante de la JP explicó que las torturas y las amenazas fueron el método que usaba el agente de gendarmería, para obligar a que los detenidos declararan y brindaran nueva información. “De noche se escuchaban los gritos de dolor”, detalló al agregar que en ese centro había muchas personas privadas de su libertad, inclusive varias mujeres, de acuerdo con la información de Télam.
“Había un galpón que lo llamaban Luna Park - porque ahí todos pegaban, precisó el testigo - y nos llevaban a la noche y nos torturaban de diferentes modos. Sin razones. En algunas sesiones de tortura reconocí la voz de Britos”, señaló Bordón.
Esta no es la primera causa por lesa humanidad a la que se enfrenta el ex director de la IRS, debido a que fue condenado por otros delitos bajo la misma carátula en Salta y se encuentra detenido en esa mima provincia, para cumplir las condenas pertinentes.
Por otra parte, la declarante María Inés Frasca habló en nombre de su esposo, Luis Augusto Martínez, quien también era miembro de la pastoral y contó lo que su marido vivió en torno al asesinato de Pedernera. Martínez fue abordado y acribillado por un grupo de tareas frente a su familia un 25 de julio de 1976. La testigo reveló también que su marido había asistido al hospital después de ser baleado, pero que no le habían permitido verlo. Incluso, resaltó también que las hijas de Wenceslao “estaban detenidas en una habitación pequeña”.
De la misma forma, Frasca mencionó que los sacerdotes solían dormir en las casas de las familias que eran parte del movimiento católico, debido a que todavía se encontraba en construcción una casa pastoral. Aunque, para ese entonces, la mujer aseguró que “estaban atemorizados porque los perseguían. Mi esposo contaba que a la noche ponían tarros en las escaleras por si venían de la policía o gendarmería a llevarse a los curas”.
En cuanto a la resolución de la causa por lesa humanidad, se estipula que el TOF de La Rioja hará la lectura correspondiente del fallo entre junio y julio. Por el momento, la próxima audiencia fue pactada para el próximo viernes 2 de junio, en donde los testigos Raúl Illanes y el sacerdote Miguel La Civita contarán su versión de los hechos a los jueces a cargo del caso.
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