Luego de cuatro horas de corte total sobre la autopista Riccheri, los manifestantes que bloqueaban ambos carriles decidieron liberar el tránsito, pasadas las 14 horas, y permitir nuevamente la circulación de vehículos.
La protesta comenzó pasadas las 10, a la altura de la General Paz, a raíz de un reclamo de vecinos de Villa Madero, partido de La Matanza. Se trataba de unos 40 manifestantes que acusaban a la policía de robar dinero de una casa durante un allanamiento en busca de armas y para hacer oír su reclamo decidieron bloquear el tránsito, en sentido hacia el aeropuerto de Ezeiza y el centro porteño.
“Estamos apoyando al vecino que dice que la policía, tanto de la Ciudad como de la Provincia, le robó 2800 dólares durante un allanamiento. No nos vamos a ir hasta que le devuelvan la plata”, dijeron los manifestantes. “Somos bolivianos y trabajadores. Vinimos a la Argentina para sacar adelante a nuestras familias. No vinimos a robarle a nadie”, contó una mujer a TN. Y agregó: “Al vecino le robaron la plata que era para una cirugía de su hija discapacitada”.
En tanto, Sergio, el vecino de Villa Madero que supuestamente resultó perjudicado por ese accionar policial, dijo que “fueron dos policías bonaerenses y uno de la Ciudad” quienes le robaron. “Los tengo identificados y con fotos. Quiero que les saquen la placa y el arma hasta que solucione todo esto”, dijo el hombre. “No son policías, son ladrones, y se aprovechan mucho de la comunidad boliviana”, denunció.
Incluso, Sergio acusó a los tres efectivos de extorsión: “Me pidieron un millón de pesos para frenar el allanamiento”. Y como se negó, de acuerdo a sus propias palabras, “se llevaron los dólares que tenía guardados en un cajón”.
Esta situación provocó no sólo dificultades en el acceso al aeropuerto de Ezeiza, sino importantes demoras sobre la avenida General Paz ya que el corte se produjo en la subida hacia la Ricchieri, mano al Riachuelo.
Debido a esta situación, efectivos de la Gendarmería se apostaron a la altura del km 14 de la Riccheri ordenando el tránsito; ya sea mano al aeropuerto o al centro porteño. El embotellamiento fue de 8 kilómetros. A los automovilistas les llevó, en promedio, hacer 2 cuadras en 50 minutos.
A pesar de las tareas realizadas, la tensión fue total y dos automovilistas se enfrentaron con los manifestantes. A uno de ellos, que iba a bordo de un Volkswagen Gol, lo dejaron pasar por un sector reducido que estaba contra guardarrail. En cambio, al conductor una camioneta Toyota Hilux le impidieron el paso con la colocación de más neumáticos en el fuego.
El hombre, dispuesto a “pasarles por arriba” -como dijo frente a las cámaras de TV- estaba tan nervioso que estalló en llanto frente a los periodistas.
“Es denigrante. ¿Hasta cuándo vamos a tener la paciencia?. Somo un país de cobarde. Hace 3 horas que quiero llegar al trabajo, tengo gente esperándome para comprar mercadería. Soy de Lomas del Mirador y tengo a 100 personas trabajando. No puedo más créanme, me quiero ir del país”, dijo el hombre al ser entrevista por TN en medio del piquete.
“Tengo una impotencia terrible, me dan ganas de pisarlos y pasarlos por arriba te lo juro por Dios. Pero voy preso encima. Es increíble que nos pase esto y no tengamos huevo para evitar que nuestros hijos y nietos se vayan de nuestro país. Hacen un pueblo de pobres. ¿Tan caraduras son los políticos?”, se indignó Sergio al hablarle fijo a la cámara, cuando le avisaron que estaba saliendo en vivo.
“Tienen que desalojar ya. No puede ser que cuatro tipos corten la calle y no nos dejen ir a laburar. Quieren que nos fundamos todos”, insistía el hombre completamente nervioso y desbordado por la situación mientras los manifestantes lo increpaban.
Mientras, las quejas de otros automovilista también se hacían oír. “Hace dos horas que estoy en la autopista. Queremos volver pero no podemos dar la vuelta. Vengo de Merlo y tengo que ir a Capital al médico. Me dijo que vaya el miércoles”, dijo otro hombre.
Otro conductor, en tanto, reclamó a los gritos la presencia del Secretario de Seguridad bonaerense: “Que aparezca Berni y los levante a todos estos que le joden la vida a todo el mundo. Todo por culpa de estos caprichosos. Sacan lo peor de uno. Todo los días la misma historia”.
Pasadas las 12.45, el conductor de la 4x4 volvió a acercase hasta el piquete y les pidió que, aunque sea, liberen un carril pero la respuesta fue negativa. “¿No hay ningún juez que trabaje?”, remarcó enfurecido mientras los efectivos de Gendarmería trataban de evitar mayores incidentes.
El caso quedó a cargo del Juzgado Federal Número 2, de la doctora Constanza Pagani, que no tomó ninguna medida al respecto.
Finalmente, Sergio se subió a su camioneta y abandonó la autopista por una de las subidas, de contramano, como lo hacían otros automovilistas.
Alrededor de las 13, todo era más caótico. Un automovilista le pidió ayuda a los periodistas que cubrían el corte porque una mujer se habían descompensado y necesitaba hidratarse. Inmediatamente, una cronista le dio su botella de agua mineral.
El enojo de la gente también se hacía sentir con bocinazos. “Tenía un turno pedido hace 3 meses en el Centro Gallego. Ahora me tienen que reprogramar vaya a saber para cuando”, relató un conductor.
A pesar de que muchos se animaban a hacer una vuelta en “U” para salir de la autopista, había otros - como camioneros o conductores de micros- que no tenían esa opción porque el porte de sus vehículos no se lo permitía. “Tenemos que quedarnos acá hasta que levanten el corte”, se resignaban.
Cuatro días atrás, otro insólito corte tuvo lugar sobre la Riccheri, a la altura del Mercado Central, mano a Capital Federal. En aquella oportunidad, un grupo conformado por unas treinta personas reclamaron por la liberación de tres personas detenidas por un robo que, según ellos, eran inocentes.
El corte fue a las 17 horas y generó unos 3 kilómetros de congestión, justo en hora pico, donde muchos automovilistas volvían de trabajar. Allí, los piqueteros habían quemado neumáticos para bloquear el tránsito.
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