La artista plástica que tiene Síndrome de Down, pinta sus sueños y está a punto de vender su primera obra a España

Carolina Bolaño tiene 19 años y fue contactada por una mujer del País Vasco que vio uno de sus cuadros y le ofreció comprarlo. “Pintar me hace bien”, cuenta

Carolina Bolaño al lado del cuadro que pintó y que llamó la atención en España

Carolina Ailín Bolaño pinta desde hace unos ocho años y unas semanas atrás la sorprendió un llamado en el que le contaron que una compradora del País Vasco estaba interesada en una de sus pinturas, creada en 2017 durante los Juegos Bonaerenses.

La joven de 19 años, es una artista con síndrome de Down oriunda de Quilmes que aún no sale de la sorpresa que le representa tener la posibilidad de vender una de sus obras que fue descubierta por la española en una página de Facebook, en la que mostraban el arte de los participantes de esos juegos.

“Estoy muy contenta porque cuando lo terminé el profesor me felicitó porque el cuadro quedó muy lindo, y estoy más feliz si se va a España”, cuenta Carolina y dice que la sola idea de que una de sus creaciones “se vaya” la entusiasma mucho.

El cuadro, estaba colgado en la casa que la artista comparte con Claudia, su mamá. “Tenemos muchos de sus cuadros colgados, para disfrutarlos en familia. Y nunca pensamos que alguien podría interesarse de verdad en uno, menos en España y que oferte comprarlo. Ahora, estoy averiguando cómo se hace la tasación y cuánto se puede cobrar”, cuenta la profesora de Matemáticas de 50 años.

"Monstruo", el cuadro de Carolina

“Monstruo”, el cuadro que interesó a una vasca

“Me gusta pintar los cuadros con persona, monstruo y cosas que sueño. Pintar me hace sentir bien”, le cuenta la joven a Infobae sobre sus motivos y dice que eligió colores fuertes para crear su obra, una de las primeras que pintó cuando tenía 13 años como parte del programa de inclusión de los Juegos Bonaerenses, una competencia que desde hace más de 30 años brinda oportunidades para que jóvenes de toda la Provincia puedan dar rienda suelta a su capacidad tanto artística como deportiva.

Ahora, gracias a la llegada de las redes sociales, este cuadro atravesó virtualmente el océano luego de que un integrante de la Dirección de Discapacidad de la Subsecretaría de Deportes bonaerense publicara días atrás en sus redes personales una galería de piezas plásticas producto de iteraciones previas de los Juegos, con expectativas de poner en relieve el valor de estas actividades camino a la edición en curso del programa, la número 32.

“Con ese cuadro ganó una medalla de bronce en la final de Mar del Plata y desde entonces, quedó en casa, y ella comenzó a participar todos los años”, dice la mamá y recuerda que luego de recibir el premio, “fue expuesto en un museo de Quilmes y en un café que expone obras de los estudiantes de todas las escuelas”.

Desde la organización de La Noche de los Museos también la convocaron para presentarlo en una sede de Quilmes. “Estoy muy feliz, imagínate. Yo no sé si se venderá la obra, pero me encanta que pase esto y Carolina también está chocha”, dice la mamá.

Carolina Bolaño en el Centro de Día en el que aprende distintos talleres

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Su primera motivación con la pintura comenzó en la escuela de Educación Especial a la que iba, y de la que egresó el año pasado. Este año inició actividades en un centro de día en el que ya no tienen actividades pedagógicas. “También están pintando en el centro y aunque no me dijo mucho, porque no quiere, sé que es algo referido a las Islas Malvinas, porque el centro tiene relación con un Centro de Veteranos y que fueron y les contaron lo que pasó en la guerra; quedaron todos muy enganchados con ellos”, agrega.

En ese espacio, también hay juegos y actividades como taller de huerta, de cocina, de radio, de actividades cotidianas, entre otros. “Les dan herramientas para ser más autónomos porque aprenden lo fundamental como a tender una cama, a planchar, hasta a usar una herramienta para arreglar algo en la casa o hacen pulseras ”, enumera y admite que más allá de que la venta se haga efectiva o no, que se haya realizado una oferta por ella significa que Carolina es reconocida como artista y que se reconocen sus habilidades creativas.

Esto es para mi un orgullo. Verla expresarse a través de un dibujo o una pintura me emociona y me hace feliz porque ella disfruta totalmente de lo que hace y eso, realmente, me genera mucha tranquilidad”.

Desde que se inició el contacto por el cuadro, la Subsecretaría de Deportes provincial, el área a cargo de llevar adelante los Juegos Bonaerenses, contribuyó a constatar la intención de venta por parte de la familia, tras lo que posibilitó el contacto entre las partes.

Carolina y Claudia

Las nuevas experiencias de Carolina

Para Claudia, lo que vive Carolina no deja de ser un gran avance en la vida de su hija que, pronta a cumplir 20 años en junio y que vive sola con su madre, experimenta cosas por primera vez.

“Hace unos días fue a comprar sola al chino, que está en la misma cuadra que nuestra casa, y tuve tantos nervios, me sentí ansiosa porque ella no hace muchas cosas sola, pero desde que es chica la aliento a ser independientes, y lo es bastante, pero sentí todo eso, y ella volvía feliz”, recuerda.

Admite, un poco risueña: “La estoy y me estoy animando de a poquito a que ella se vaya sola a lugares cercanos. Noto que aún le está costando un poco el tema del dinero, el aprender a manejarse con el dinero... Yo quiero que ella tenga su plata , pero aún le cuesta. Pero, aunque las matemáticas (que es mi campo) en sí le cuestan mucho, la aliento a hacer lo que mejor le sale que es escribir, usar la computadora y el celular, que los maneja a la perfección”.

Emocionada, finaliza: “No hay motivo por el que me pueda quejar de ella. Es pura felicidad lo que me da Carolina, todo lo que hace lo hace con amor y entusiasmo”.

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