Un adolescente de 14 años, portador de un certificado de discapacidad, apareció en una de las zonas céntricas de la ciudad de Santa Fe. Una pareja lo ayudó al hablar con él y verlo en una situación de abandono, cuando lo encontraron en los alrededores del centro de convenciones Estación Belgrano. A ellos les dijo que su padre lo había dejado allí. Su hermana luego se negó a cuidarlo.
El chico estaba en una parada de colectivos, intentando llegar a destino a la zona de los carribares en el bulevar Gálvez. En el lugar, dos novios esperaban para subirse a la próxima unidad. El niño les pidió auxilio y contó que había sido dejado allí por su padre, según publicó diario Uno de Santa Fe.
Sin dudarlo, la pareja entendió las circunstancias y llamó al 911 para consultar lo que debían hacer. Tras un breve paso por el Hospital Cullén -la mujer padecía una dolencia-, los tres luego se dirigieron hasta la Comisaría 4ª, ubicada a pocas cuadras del centro de salud. Antes habían solicitado la ayuda de dos funcionarios de la Guardia de Seguridad Institucional (GSI) de la Municipalidad de Santa Fe, quienes subieron al grupo en un móvil para trasladarlos.
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El adolescente se mostró ubicado en tiempo y espacio ante los policías. Y pudo informar los datos de su domicilio: consignó la ubicación de la vivienda familiar. En ese marco, empezó a intervenir la Comisaría 9° porque le correspondía la jurisdicción. Los efectivos de ese destacamento dieron con la casa y hablaron con la hermana.
La joven, siempre según la reconstrucción realizada por el medio, dio una respuesta sorpresiva: “Yo no me voy a hacer responsable de mi hermano, y en la subsecretaría del Menor saben muy bien cuál es la situación”.
Los uniformados intercambiaron las novedades con sus pares de la Comisaría 4° que, a su vez, informaron lo sucedido a los funcionarios de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. Desde el área respondieron que la guarda del chico le correspondía al padre. Sin embargo, ante la situación adversa, instruyeron a que se continúe con el protocolo del adolescente en estado de vulnerabilidad.
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El alerta puso en funcionamiento a la burocracia estatal. El niño fue revisado por los profesionales de medicina legal de la Policía de Santa Fe. De estar en buenas condiciones de salud, se ordenó que el menor fuera trasladado a la sede de la Subsecretaría. El organismo se quedaría a cargo del chico hasta que se cumplan con todos los pasos para definir el destino de la tenencia.
Tras el hallazgo de la pareja, las autoridades administrativas y judiciales investigan una presunción del delito de “abandono de persona”. No solo se trata de un niño menor de edad, sino una persona en estado de vulnerabilidad por su condición. Durante la ventana de tiempo en la que fue dejado en Estación Belgrano y se lo halló, la vida e integridad del chico estuvo en juego.
El artículo 106 del Código Penal establece que se configura un delito de abandono de persona “el que pusiere en peligro la vida o la salud de otro, sea colocándolo en situación de desamparo, sea abandonando a su suerte a una persona incapaz de valerse y a la que deba mantener o cuidar o a la que el mismo autor haya incapacitado”. La inconducta prevé una sanción de 2 a 6 años de prisión.
En Argentina son miles de niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales que están alojados en dispositivos formales organizados para el cuidado temporal (residenciales, familiares o mixtos) mientras dure el proceso de restitución de derechos.
Según constata el último informe oficial publicado por la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) y UNICEF, unos 9.754 chicos contaban con alguna medida de protección excepcional. De ese total, un 7,9% (774) tenía alguna discapacidad certificada o enfermedad permanente al 30 de noviembre de 2020.
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