Un auto fuera de control los arrolló en la banquina, perdió a su novia y a su amigo: “A mí me pisó las piernas”

En el Día de la víctima con discapacidad por hechos de tránsito y tras una jornada histórica por la aprobación de la Ley Nacional de Alcohol Cero, Fernanda Guardia cuenta cómo sobrevivió a la tragedia de la Circunvalación de Córdoba. El desperfecto mecánico que los obligó a detenerse y el momento de la embestida. Su pareja, Sol Viñolo tenía 29 años y Agustín Burgos, 31 cuando perdieron la vida. El conductor venía alcoholizado, zigzagueando a altas velocidades

Fernanda y Sol cuando compartían sus vidas antes de la tragedia

Fernanda Guardia y Sol Viñolo llevaban una vida feliz en pareja en su casa de Río Ceballos, un pueblo tranquilo a 30 kilómetros de Córdoba Capital. Lo compartían todo, viajes, pasiones, naturaleza, amor por los animales. Se habían conocido en 2015 en una fiesta en una casa de amigos en común. La relación al inicio fue un poco virtual, a la distancia, de muchos mensajes, porque Fernanda viajó a Las Grutas como fotógrafa y Sol se había ido también a trabajar a un lugar llamado Los mirlos. “Habíamos pegado onda pero teníamos que viajar todo el verano. A Sol le gustaba la poesía, entonces me mandaba. Y yo le enviaba fotos. Cuando llegué en marzo a Córdoba ella ya había vuelto a trabajar. Me acuerdo que llegué a la terminal, me fui a casa, me di una ducha, agarré la bici y me fui a su casa y de ahí no nos separamos más”, relata.

Fernanda y Sol, que habían empezado su relación en 2015 eran compañeras inseparables

En diálogo con Infobae, Fernanda Guardia sobreviviente de la llamada “Tragedia de la Circunvalación” comparte con Infobae su otra vida, que le fue arrebatada, tenía una pareja a la que amaba, trabajaba de lo que le gustaba, viajaba, proyectaba, corría, caminaba. Ahora vive reconstruyéndose, con mucha fortaleza interior y el apoyo de sus seres queridos. El día en que un auto que circulaba por la banquina los pasó literalmente por arriba, Fernanda pudo “volver a su casa”, milagrosamente. Sol y Agustín no.

Fernanda tenía una mini productora con Agustín, en la que Sol, antropóloga, también trabajaba

El amor había golpeado su puerta. Sol era una excelente compañera, muy resolutiva. “Lo que nos proponíamos, con su energía concretadora, lo lográbamos. A mí me daba mucha confianza estar cerca de ella porque sabía que íbamos a conseguir lo que nos propusiéramos”, recuerda. Sol cursaba un doctorado en Antropología, mientras que Fernanda estaba haciendo una tesis de su carrera como cineasta. “Ella me propuso de hacer una tesis juntas, un documental sobre poesía trans”, cuenta. Sol había sido becada por el SECyT, dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba.

El último día juntas

El 17 de mayo de 2021 tenían que grabar juntas una entrevista. “Fui con Agus (Agustín Burgos), el otro chico que falleció. Era un amigo mío, sobre todo. Vivíamos juntas, compartíamos mucho, yo trabajaba con Agustín. Teníamos como una mini productora”, explica. Por lo que intercambia equipos todo el tiempo con él. Esa mañana, antes de ir a la entrevista, pasaron por la casa de Agustín a devolverle unas tarjetas de memoria con las que había trabajado el fin de semana. De ahí se fueron con Sol a grabar. Su pareja se ocupaba de los guiones y Fernanda de la parte técnica. Terminaron de rodar. Fueron a buscar unos anteojos de receta para Sol y tomaron la Circunvalación. Iban a otra entrevista a Mendiolaza. Pero nunca llegaron.

Sol disfrutaba de la compañía de los animales tanto como Fernanda

Cuando tomaron la avenida Circunvalación, el anillo que rodea la ciudad de Córdoba, empezaron a escuchar un ruido en el auto que empezó a ser cada vez más preocupante, pero no sabían si frenar o no. Cuando empezó a salir humo se vieron obligadas a detenerse.

“Eran cerca de las dos de la tarde, estacionamos en la banquina, pusimos la baliza. Nos bajamos las dos del auto y yo me comuniqué con Agustín para decirle que estábamos esperando una grúa, con todos los equipos en el auto y que viniera a acompañarnos. Me sentía más segura si él iba, que hubiera alguien más. Sentí que estábamos muy expuestas a un robo. Así que llegó Agustín a los 20 minutos”, cuenta Fernanda.

Agustín estacionó el auto delante del auto de Sol y los tres se sentaron a esperar la grúa en el pasto, sentados en triángulo. “En un momento Sol le preguntó a Agus cuántos años tenía. Cuando le responde 31, se escucha una explosión estridente, mucho ruido, mucha luz, mucha tierra, polvo. Abrí los ojos y pude empezar a ver que estaba tirada en el piso. Giré con la cabeza, porque el cuerpo no lo podía mover para ver a los chicos. Lo vi a Agus boca abajo, tirado. Me di cuenta en ese momento que estaba muerto. Los chicos volaron entre 20 y 25 metros. A mí me pisó las piernas el auto y le dejó cinco quebraduras. Al día de hoy, no puedo terminar de sanar”. Fernanda cree que ella voló poco, que el auto la expulsó hacia un costado mientras que a los chicos se los llevó de frente, volando hacia adelante.

Agustín, Fernanda y Sol

Después vio cómo llegaron personas a auxiliarlos. Y el chico que los atropelló, no los auxilió. “Se puso a mirar, estaba tan borracho, que no podía mantenerse parado”, sostiene.

Un video recrea los momentos previos de la embestida del auto que provocó el incidente vial y el impacto

A Sol no la podía divisar, porque había un pozo con agua detrás de los autos. “Me asistió un paramédico que justo pasaba por Circunvalación. También testigo, porque lo vio a Amoedo pasar dos kilómetros atrás a toda velocidad. También lo vio otro testigo, zigzagueando. Y agregó: “A nosotros no nos asistió la Caminera que nos debería haber asistido, nos deberían haber puesto unos conos, eso también es algo que a mí me afecta un montón porque un tipo al estar borracho el seguro está excluido de pagarme. Soy víctima de las víctimas de las víctimas de las víctimas”, se lamenta. “El tipo estaba borracho entonces yo tengo que pagar por mis piernas. Decidió manejar como quiso y yo tengo que pagar por mis piernas. Vivir con unas muletas de por vida - subraya con enojo- y los papás de los chicos muertos quedarse con una herida de por vida, porque él decidió manejar en ese estado, de esa forma, con incumplimiento de las normas. Él es responsable, pero también es responsable el Estado y la Justicia porque con las leyes nos educan y lo que necesita la sociedad es educación. No como después sanamos con un plan de discapacidad. Yo no quiero un plan de discapacidad ni la cárcel llena de presos”.

El conductor, Alan Amoedo, circulaba con 2,07 gr/l de alcohol en sangre. La Cámara en lo Criminal y Correccional N°9 de la Ciudad de Córdoba lo condenó a 9 años de prisión con detención inmediata. Fue encontrado culpable por doble homicidio y lesiones graves con dolo eventual, y se trata de un fallo histórico de la Justicia en el contexto de un siniestro vial, al considerar que el acusado era consciente del daño que podía provocar.

El apoyo de los cordobeses durante el juicio

Fernanda Guardia espera que su caso siente un precedente. Necesita ahora que el TGJ confirme sus fallos, tras la apelación del conductor.

Después del choque

Nunca se desmayó, cuenta Fernanda. Lo vio todo. Sintió un dolor físico como jamás había sentido. Al llegar la ambulancia, logra llamar a su padre. Y después le pidió a una chica que la asistía que llamara a la mamá de Sol. Ella no se animaba porque no la veía.

Mi papá llegó antes que la ambulancia. Me llevaron al Hospital de Urgencias con mi hermano. E iba pensando ¿Qué pasó? Qué carajo pasó? Como que todavía no terminaba de entender los autos, que quedaron totalmente desordenados, en medio de un caos de gente. Llegamos al hospital. Me hicieron como una tomografía general, me estabilizaron las piernas. Y me operaron la pierna que tenía más quebrada, fémur y tibia y tuve una infección multirresistente con la que todavía estoy lidiando. Me la agarré por mi sistema inmunológico que estaba deprimido”, relata la sobreviviente, que dice que perdió mucha sangre en la operación y que le dijeron que sus órganos se habían movidos de lugar por un impacto en el tórax. Le siguieron 5 días en terapia intensiva.

Fernanda fue sometida a varias intervenciones, tenía las piernas quebradas, entre otras lesiones de gravedad

La muerte de Sol pudo confirmarla cuando su mamá llegó del cementerio, antes de su operación. Rompe en llanto. “Yo salí del hospital y Sol y Agus estaban tres metros bajo tierra”, dice. “Fue un arrebato, mucha violencia. Un acto muy violento que pase un auto a esa velocidad”.

Fernanda estuvo un año en silla de ruedas. Cuenta que la salvó su conexión con los animales. Hace equinoterapia hasta hoy en día. Le agradece a Salvador, un gaucho que la salvó de la depresión. Su familia, la de Agus y Sol están a su lado, acompañándola en su recuperación.

Ahora que pudo volver a caminar con muletas, no puede hacer fuerza. Tampoco puede volver a trabajar ni siquiera sentada, porque si está mucho tiempo en la misma posición se le acalambran las piernas. Actualmente está en juicio con una compañía de seguros, con la empresa que tiene la concesión de la autopista, porque dice que pagaron el peaje y juicio con el conductor. “Hace falta una ley de víctimas actualizada”, manifiesta.

Fernanda acompañada por su hermano Felipe

“Yo no quiero un carnet de discapacidad, ni quiero una pensión. Yo quiero una remuneración económica por el daño que me causaron. Aparte quiero volver a correr. Y eso no va a ser así”, expresa quien siempre amó los deportes.

Dice Fernanda que está agradecida que la salud pública, pero es defectuosa en cuanto a los tiempos que se requieren. “Una recuperación de calidad es cara. Yo me la merezco”, afirma.

Hoy 14 de abril se conmemora el Día de la víctima con discapacidad por hechos de tránsito. En esta fecha se busca sensibilizar sobre las secuelas y afecciones que generan discapacidad causadas por siniestros viales. Y ayer, tuvo lugar una jornada histórica para la seguridad vial en el país, ya que en el Senado se aprobó por 48 votos a favor y 9 en contra la iniciativa de Alcohol Cero al volante. La Argentina ya tiene una ley nacional para disociar definitivamente al alcohol de la conducción.

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