El comienzo de la semana volvió a estar marcado por las protestas para quienes se desplazan por los subtes en la Ciudad de Buenos Aires. Es que este lunes desde las 14 hs hasta las 16 en las líneas B y C se realizaron nuevas medidas de fuerza que impidieron el servicio durante esa franja horaria.
La protesta, comunicada por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp), tuvo el objetivo de hacer escuchar los reclamos de los trabajadores que exigen una reducción de su jornada laboral y protección frente a la exposición de los trabajadores ante materiales contaminantes que se utilizan en la prestación del servicio pese a estar prohibidos por ley, según exponen. La medida se enmarca además en el pedido ‘autodefensa’ el cual exige dos francos laborales.
“Con estas acciones las y los trabajadores del subte, continuamos exigiendo la reducción de la jornada semanal para obtener 2 francos semanales con el objetivo de reducir nuestra exposición a los múltiples factores insalubres y nocivos que afectan nuestra salud”, dice el comunicado de prensa firmado por Claudio Dellecarbonara, secretario ejecutivo de AGTSyP-SUBTE.
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Se trata de la cuarta medida de fuerza que realizan los gremialistas en las últimas dos semanas. La anterior había sido el lunes pasado cuando, de 5.30 a 7.30, paralizaron las redes de subte A y H. Decisión similar al viernes anterior a ese día en el que pararon las líneas D y E.
Los metrodelegados agregan que uno de los problemas principales es la exposición a las sustancias que se encuentran en el subterráneo: “A las condiciones dañinas para la salud inherentes a nuestro ámbito de trabajo (alteración de ritmos circadianos, microondas, electromagnetismo, microparticulados minerales y metálicos en suspensión, enrarecimiento del aire y falta de oxígeno entre otros) se le suma la presencia del cancerígeno asbesto en toda la red”.
Este mineral está prohibido por ley, no se permite su compra, venta, uso, manipulación y exposición por las consecuencias fatales para el cuerpo humano.
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“Desde la AGTSyP hemos presentado un amparo colectivo exigiendo el retiro inmediato del asbesto y todos los elementos contaminados de la red de subterráneos, incluidos los trenes de la línea B, E y C que lo contienen, que ha sido concedido y ratificado por la justicia porteña”, insistieron desde el gremio.
En el comunicado, los gremialistas denuncian que ya hubo tres trabajadores que murieron a causa del asbesto y hay más de 80 afectados por el mineral cancerígeno. “Esta realidad afecta, y pone en riesgo también, a los millones de usuarios que utilizan el transporte subterráneo todos los días. Como ya lo hemos denunciado, una verdadera crisis sanitaria bajo tierra a la que el Gobierno de la Ciudad y Emova esconden y niegan en forma criminal”, remarcaron para exigir la desabestización inmediata de toda la red y el cambio de las flotas contaminadas.
Por último, advirtieron que los trabajadores continuarán con las medidas de fuerza hasta obtener la respuesta que les permita salvaguardar la salud de ellos y la de los usuarios y vecinos del subte.
Por su parte, ante estos reclamos, la empresa Emova afirmó que no existe riesgo alguno para la salud de los trabajadores. La compañía sostuvo que “se realizan permanentes mediciones de calidad de aire en todos los ámbitos del Subte cuyos registros arrojan resultados muy por debajo de los niveles admitidos en las normas y asimismo iguales o inferiores a los que se detectan en la vía pública”.
Como si fuera poco, también resaltó que no existe una declaración de insalubridad alguna en los subtes. Al mismo tiempo recalcó que la empresa trabaja actualmente en un plan de desabestización. “Se contrataron empresas especializadas y certificadas específicamente para trabajos con asbestos y se ha avanzado desasbestizando las formaciones tanto en el Taller Rancagua (Línea B) como en Lacarra (Línea E). Estas empresas operan bajo la supervisión de la Agencia de Protección Ambiental de la CABA y de la Subsecretaría de Trabajo”, detalló.
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