Una nena de 11 años murió ahogada este viernes por la noche en La Pampa tras ingerir una bolita mientras estaba en su domicilio, en la localidad de Catriló.
Si bien el hecho sucedió por la tarde, sus padres recién tomaron conocimiento alrededor de las 21.30 cuando la menor recurrió a ellos en busca de auxilio porque no podía respirar.
Inmediatamente, trasladaron de urgencia a la niña al centro de salud más cercano. “La médica de guardia del hospital de Catriló efectuó los primeros auxilios a la nena y, al comprobar que tenía otras complicaciones respiratorias, de mayor gravedad, determinó el traslado al Hospital Lucio Molas de Santa Rosa”, precisó el diario local llamado La Arena.
Pese a las tareas de reanimación de los médicos y de los esfuerzos por quitar de su garganta el objeto que le obstruía las vías respiratorias, su estado de salud empeoró y falleció.
Fuentes policiales confirmaron que la bolita fue secuestrada por efectivos de la Seccional Segunda de Santa Rosa, que tiene la jurisdicción y comenzaron con las labores de investigación correspondientes para el caso.
“Catriló quedó conmocionada por este hecho: los vecinos, vecinas, compañeros y compañeras de la escuela de la niña, cuya familia es conocida y muy querida en la localidad”, completaron los mismos voceros con respecto a lo ocurrido.
Si bien este tipo de muertes no son tan frecuentes, en julio del año pasado hubo que lamentar otra víctima fatal menor de edad cuando un nene de 10 años se atragantó con un chupetín, en Córdoba.
En aquella oportunidad, el accidente ocurrió mientras el niño estaba corriendo junto a otros compañeros en el patio del Colegio Fasta Villa Eucarística.
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Al tropezarse y caer, el niño se atragantó con la golosina y las docentes que se encontraban en el patio le hicieron las primeras maniobras de reanimación. En cuanto llegó la ambulancia, fue trasladado al Hospital Ferreyra y luego al Hospital Privado Universitario de Córdoba donde lo atendieron de urgencia.
“Maru” Martín, madre de tres alumnos del colegio reveló que al momento del accidente el nene no podía gritar y “fue una situación incómoda para el resto”. De inmediato los docentes identificaron la peligrosa situación e intentaron extraer la golosina de la garganta, sin embargo, esto no fue posible y las autoridades dieron el alerta al sistema de salud, de manera que fue derivado de urgencia.
Como consecuencia del accidente, el chupetín obstruyó las vías aéreas del menor y le provocó asfixia. Durante el traslado el nene sufrió dos paros cardíacos en la ambulancia, y otro en la guardia, según José Revigliono, director del hospital. Por tal motivo, el pequeño permaneció internado en estado crítico durante dos días.
Al llegar al hospital, le retiraron el chupetín mediante una laringoscopia, es decir, una intervención en la cual se introduce un tupo por la parte posterior de la garganta y se extrae el objeto. Luego de dicho procedimiento, permaneció hospitalizado con asistencia respiratoria mecánica “con sedoanalgesia y pronóstico reservado” hasta que murió.
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