La presencia de un Ford Fiesta blanco incrustado en una fuente, ubicada en la intersección de Juncal y Rodríguez Peña, revolucionó a los vecinos del barrio porteño de Recoleta.
Habían pasado unos minutos de las 8.30 de este domingo cuando el vehículo atravesó la reja que rodea la Plazoleta “Agustín Rivero Astengo” y se metió de trompa en la fuente repleta de agua. No hubo heridos.
Tras ser notificado del siniestro vial, personal de la Comisaría Vecinal 2A se desplazó hasta el lugar. Según supo Infobae, los agentes de la Policía de la Ciudad se entrevistaron con el conductor del auto: un joven de 21 años que manifestó haber perdido el control del rodado mientras circulaba por la calle Rodríguez Peña, a una cuadra y media de su domicilio.
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“Me quedé dormido”, les dijo a los oficiales.
Rápidamente, se desplegó un operativo que involucró también a personal de Defensa Civil y el uso de una grúa para extraer el vehículo, procurando no causar daños en la fuente “Eladia Blázquez”, la cual, a pesar del choque, se encontraba intacta.
El caso lo investiga el Área de Flagrancia Este de las fiscalías porteñas, que “no adoptó temperamento en virtud de no haber dolo sobre el presente evento”, se indicó.
Antecedentes
La semana pasada, un agente perteneciente al Grupo de Prevención Motorizado del partido bonaerense de Ezeiza e integrante de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) se accidentó en la Ruta 21, a la altura de La Matanza, cuando se quedó dormido mientras circulaba con su vehículo oficial. Un día después, falleció.
La secuencia quedó registrada en un video que grabó un conductor que circulaba por la misma ruta. En la misma se observa cómo el policía, luego identificado como Néstor Fabián Aguilar, perdió el control de rodado e impactó contra el guardarraíl.
A pesar de que fue trasladado al hospital Balestrini, su cuadro era de extrema complejidad y los médicos no pudieron revertirlo.
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Tras el deceso de Aguilar, sus compañeros denunciaron que el Oficial Sub Ayudante estaba trabajando de manera continuada desde hacía un día y medio. “Llevaba 36 horas sin dormir”, sostuvo una de sus colegas.
“Néstor Aguilar diste tu vida sabiendo que estabas en inminente peligro ante tantas horas de recargo. Aquellos que deberían haberte cuidado como servidor público no lo hicieron. Te perdimos con el dolor en el alma. La familia azul se encuentra de luto”, lo despidió Virginia Luján Sosa, una de sus colegas cuya cuenta de Facebook habla sobre la Fuerza de la provincia.
En la misma línea, la hermana de la víctima, Claudia Aguilar, apuntó a las condiciones de trabajo a las que era sometido el hombre y, también, contra autoridades.
“Por tanta explotación de recargas de horas de trabajo, sin poder dormir y descansar como se debe, así me dejaron sin mi hermanito querido (...) A esto llevan a los oficiales de todas las fuerzas: a morir como si fueran un objeto que no tiene valor (...) Los superiores, en vez de cuidarlos, los matan de a poco, destruyendo familias que quedamos con un vacío y una herida tan grande que nadie podrá entender (...) Dejen de explotarlos porque son seres humanos”, escribió la mujer en su cuenta de Facebook.
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