Un grupo de 17 pasajeros y un bebé que se trasladaba el fin de semana en un ómnibus desde Córdoba Capital a Corral de Bustos —una ciudad del departamento local de Marcos Juárez—, quedó a la deriva en la localidad de Etruria. Cuando se despertaron, estaban en la banquina, al costado de la Ruta N° 4, sin las valijas ni el chofer.
La unidad 4347 de la empresa Coata partió de la capital provincial el domingo pasado a las 20.30. El horario de llegada estaba pautado para las 2.30 de este lunes. Sin embargo, transcurridos poco más de 200 kilómetros del trayecto, un desperfecto en el colectivo obligó al chofer a estacionar a la vera de la ruta. Lo que siguió fue, según describió una de las mujeres que viajaba en el micro, “una experiencia inimaginable”.
“Nos despertamos a las 3 de la mañana sin entender por qué estábamos al costado de la ruta en Etruria, si el micro tenía que estar en destino a las 2.30. Hablamos entre nosotros y, al principio, la situación nos causó risa porque no entendíamos qué estaba pasando”, contó Antonela Cesano a través de sus redes sociales.
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Ante la incertidumbre, en plena madrugada, algunos se animaron a descender del colectivo. “Uno bajó a buscar el chófer y no estaba. Abrimos el porta equipaje y tampoco estaban los bolsos: no había nada. Estábamos abandonados a la deriva”, siguió la pasajera en su relato. ¿Qué había sucedido con los demás? Se habían marchado en otro colectivo que los auxilió. “Algunos pasajeros bajaron y se fueron, pero el chofer nunca revisó si quedaba gente arriba: se fue con ellos”, continuó Cesano.
Los pasajeros llamaron a la Policía, que llegó unos minutos después. Los efectivos les ofrecieron café y medialunas y permanecieron allí hasta hallar una solución. En un momento dado, otro micro de la misma empresa pasó el lugar, en sentido contrario. Las personas varadas le hicieron señas y les explicaron la situación al conductor y su acompañante. Este último, entonces, decidió tomarse un remís hasta Villa María y regresar de allí con otro ómnibus. Volvió cerca de las 7.45 y el colectivo finalmente completó su recorrido 8.40, seis horas después de lo programado.
Tras difundirse el caso, Coata emitió un comunicado en el que informó la desvinculación del chofer “ante la falta de cumplimiento del protocolo y medidas correspondiente en estas situaciones”.
Desde la empresa especificaron que el ahora ex empleado detuvo la marcha al advertir que se había averiado una de las cubiertas, lo que a su vez también afectó el pulmón que inyecta aire a la misma. En ese momento iban 39 personas a bordo. Ante esta situación, dio aviso al Área de Servicio Mecánico y solicitó una nueva unidad para continuar con el recorrido. Pero al momento del trasbordo, según los dichos del propio chofer, “no vio personas a bordo y por ende emprendió la continuidad del viaje”.
“El coche quedó bajo custodia policial hasta que arribó el mecánico, quien constató la avería” detallaron a continuación. Pero tras pedir el traslado para el día siguiente, los oficiales se retiraron. Según el comunicado, ninguno de ellos identificó movimientos de personas dentro del vehículo.
“Todos los pasajeros afectados se encuentran en perfecto estado de salud y ya fueron contactados por la empresa para interiorizarse de su situación”, aseguraron las autoridades en el comunicado, y por último lamentaron “profundamente este hecho que, por la irresponsabilidad y falta de cumplimiento de protocolos de una persona, generó esta injustificable situación a los pasajeros”.
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