A dos semanas del inicio de clases, y mientras los alumnos aún están en período de diagnóstico y repaso de temas del año pasado, a una maestra de Rosario se le ocurrió proponer a sus alumnos una actividad lúdica sin imaginarse la reacción que generaría en un nene de 7 años.
La consigna fue clara y sencilla. Les pidió que dibujaran el barrio donde viven teniendo en cuenta algunos elementos del entorno que pudieran servir para ubicar ese lugar.
Con la ayuda de lápices de colores, Thiago dio rienda suelta a su imaginación pero basándose en situaciones reales con las que tiene que lidiar a diario.
Dibujó a un delincuente vestido con una gorrita negra que le apuntaba con un arma a una persona. La víctima fue representada con las manos levantadas, como si no estuviese resistiéndose al asalto. Sin embargo, el alumno dejó un escalofriante mensaje en el dibujo: el damnificado recibió un balazo directo en su rostro.
Cuando el menor llegó a su casa y le mostró a su familia lo realizado en clase, su papá quedó paralizado y lo primero que hizo fue enviarle una foto del dibujo a su abuelo, que fue el encargado de viralizarlo.
Aunque Thiago no vive en el corazón de Rosario, que es la zona más afectada por la inseguridad y el ajuste de cuentas entre bandas de narcotraficantes, con ese dibujo dejó bien en claro que es consciente del flagelo de la inseguridad.
Juan Manuel, su abuelo, contó que el nene vive en Capitán Bermúdez, una ciudad del departamento de San Lorenzo que está ubicada 15 km al norte del centro de Rosario y en la margen oeste del río Paraná.
“Si bien mi nieto no vive en la zona de riesgo, está al tanto de lo que sucede en sus inmediaciones”, relató a TN. “Es algo que se comenta a diario y se habla en todas las familias”, remarcó sobre la creciente ola de delitos y la violencia que ejercen los narcos sobre sus vecinos.
“Cuando mi hijo me mandó el dibujo se me hizo un nudo en la garganta de que un chiquito esté retratando eso. Esto no puede quedar así en el olvido”, se lamentó Juan Manuel sobre los traumas psicológicos que podrían quedarle a Thiago en el futuro por la falta de políticas de Estado para ponerle fin a toda esta situación.
Por más que Thiago no haya sido víctima ni protagonista indirecto de un hecho delictivo, su abuelo contó que está muy consternado lo que ocurre en Rosario: “Dibujó eso porque sabe lo que está pasando”.
La semana pasada, todos los argentinos se vieron conmocionados por el crimen de un nene de 12 años que quedó en el medio de una balacera. El hecho se registró en la intersección de las calles Cabal 1300 bis y pasaje San José, de Empalme Granero, Rosario, cuando un grupo de delincuentes atacó a balazos una casa en la que se encontraban al menos cuatro menores. Tres de ellos resultaron heridos y Máximo Jerez perdió la vida.
Los lesionados fueron asistidos en el Hospital de Niños Zona Norte. Entre ellos había una nena de dos años, que recibió un disparo en el brazo; y dos menores de 13 años, que fueron baleados en la boca y en el pecho, respectivamente.
Después de lo ocurrido, vecinos y familiares de Máximo Jerez derribaron y saquearon la casa de un presunto narco, que es el que mantiene aterrorizado a todo el barrio. Se llevaron colchones, chapas, grifería, muebles, una heladera y hasta un sofá que pertenece al presunto clan narco Villazón, que lidera la banda de “Los salteños”.
Esas imágenes fueron transmitidas casi en cadena nacional por todos los canales de TV, al igual que un video que difundió el sicario Uriel Enrique, de 19 años (que ya tiene pedido de captura), donde exigía la devolución de todas las pertenencias robadas a sus dueños. “Devuelven las cosas o hay plomo”, amenazó a los vecinos.
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Preocupado por todo lo que está ocurriendo en la provincia de Santa Fe, Juan Manuel recordó que una de sus nietas se fue a vivir a España en busca de un futuro mejor.
“Los chicos van a terminar así. Todos queremos escapar. Prefiero tener a mi nieta viva pero lejos”, se auto consoló el hombre