Stella Yotoff (70) comenzó a usar TikTok (@stellita67) como un salvavidas durante la pandemia porque vive sola. Con el paso del tiempo, continuó subiendo videos a esa red, pensando que algún dia llegaría a los 10 mil seguidores. Hoy, ya pisa casi los 80 mil con una temática que despierta el interés de gente de todas las edades: las citas amorosas o casuales en la madurez.
Hombres, mujeres, de diferentes edades celebran que hable de sexo a los 70, que se anime a usar el Tinder, a verse sexy, a divertirse, a cometer una locura jamás imaginada. A disfrutar de la vida. Y los seguidores la animan a que siga compartiendo sus historias, que ella aclara que son reales. Los más jóvenes le dicen: “Sra. la amo”. “Me apasionan más las historias de adultos que de jopendes, pero desde siempre”, “Qué hermosa. Ojalá llegue así de diva a su edad”. Mientras que mujeres de su edad le comentan: “cómo me gustaría tener historias como la tuya, pero no me animo”. “Cómo me gustaría estar en Tinder, pero me da vergüenza”.
El sexo sigue siendo un tema tabú, según la mujer, “como que a esta edad uno ya no puede sentir más nada y no es así. Como que no puede puede ser que tenga una vida sexual activa, y que la mujer se anime a encarar”, expresa.
Stellita, su nombre en TikTok, es de Berisso y está jubilada. Sus escenas son mayoritariamente grabadas en el living de su casa. “Yo vivo sola, te imaginas en pandemia, TikTok me salvó la vida. Veía a mis hijos y mis nietos solo por videollamada. Para mí y para muchas personas que viven solas fue terrible. Y fue en ese momento cuando me di cuenta que tenía una capacidad para llegar a la gente”, cuenta.
Primero empezó haciendo mímica con canciones. Y después se fue renovando para estar al día en la plataforma, pero siempre apelando al humor. Le gusta ser picante, pero no ordinaria. “Me decían que soy muy expresiva, que con un solo gesto los hago reír. Y más de una vez me quise ir de TikTok, pero la gente me pedía por favor que me quedara”, cuenta sobre la primera etapa. Así se quedó, llegaron los primeros 10 mil seguidores y sus hijos le hicieron una torta alusiva para celebrarlo. No podía estar más contenta.
Pero hace poco tiempo, viendo los storytimes de la plataforma de muchas chicas jóvenes contando sus historias, Stellita se preguntó por qué no contar una de ella. “Arriesgándome a los haters, porque viste, te pueden decir cualquier cosa. Pero decidí intentarlo”, asegura quien hasta el momento no había visto a ninguna mujer de su edad en la Argentina hablando sobre citas. Sí había visto de otros países hablando acerca del amor.
Tinder a los 65
Antes de hacer sus propios storytimes, había incursionado en los vivos para hablar de amor. A las 10 de la noche encendía la cámara y trataba sobre todo tipo de temas, relacionados al amor, la infidelidad y el sexo. “Llegaron a llamarmr la doctora amor. Pero es todo en base a la experiencia. Te imaginás que soy una mujer normal”, dice, a quien soltura no le falta. Stella fue gerenta de una empresa de cosméticos y manejaba equipos de mujeres en el área de ventas.
Después de mucho tiempo de hacer playback, la mujer de Berisso comenzó a tener voz propia. Y no pasó inadvertida. En un tono claro y pausado, que la caracteriza, empezó a hablar sobre cómo los hombres se presentaban en Tinder. “Conté la parte fea y se revolucionó la red”, expresa. Mencionó a lo que dicen que no salen con mujeres K, a los que aclaran que no quieren mujeres gordas. Y ella les responde que “así no van a conseguir nada”. Con la publicación de ese video le escribieron muchas personas de su edad contando que habían conocido a sus parejas por una aplicación de citas y que estaban muy contentos, y también le llegaron mensajes de mujeres diciéndole que no se atrevían a estar en una app de citas, “ni locas”.
El video más comentado fue en el que contó su mayor locura. Una vivencia que tuvo a los 65 con un hombre de su edad, aproximadamente, que conoció en una app de citas. Ese video anda por las 800 mil reproducciones.
“He visto que muchas chicas jóvenes cuentan sus storytimes con chicos, con citas. Se me ocurrió a mí también contar un storytime de señoras maduras, para que vean que nosotras también tenemos nuestras storytimes”, así comienza a contar cómo conoció a un señor por las redes, a las dos de la mañana. Se encontraron en la costa, cuando ella estaba pasando unos días en Costa del Este, sin imaginar que lo vería tan pronto (él vívía en Necochea y tenía que viajar a Buenos Aires). “Me dijo que estaba llegando. Salgo a esperarlo y cuando llegó, lo vi en la esquina, bajó del auto y ah, se me cayó la mandíbula. Era más lindo que en las fotos. Me preguntó: ‘¿sabés manejar?’ y me dio las llaves del auto: ‘‘llevame a ver Costa del Este’. Por supuesto que lo llevé”, relata. Su atrapante historia de Tinder, tiene el punto más atractivo, cuando después de conocerse ese día, él la invita a pasar unos días a su casa de Necochea. “Ahí el dilema. Esta es la locura más grande que yo cometí en mi vida. Cómo me iba a ir, cómo se lo decía a mis hijos. Tuve que asumir la realidad. Contarle a mis hijos. Yo le dije a ese señor, ‘cómo me vas a invitar a tu departamento. No me conocés’. ¿Cuál fue su respuesta? ‘¿Me vas a robar?’”
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Cuenta la tiktoker que uno de los hijos le pidió todos los datos de él y que ella sabía que se estaba arriesgando, pero… se arriesgó. El video tuvo una segunda parte, en la que cuenta esas vacaciones con ese hombre que hasta hace poco era un desconocido, con quien hizo vida de pareja, de playa “y pasó lo que tenía que pasar”, especifica. Tuvieron unos días maravillosos, la pasaron muy bien. Se divirtieron. La relación continuó y también tuvo un final. “Pero nunca me voy a arrepentir de esa locura que me animé a cometer de grande”, destaca. “Ese es el sentido de la vida. Hacer algunas cosas arriesgadas a las que uno nunca se puede animar”.
Entre los comentarios más interesantes fue el de una mujer que le dijo que de chicas tenían que rendir cuentas a sus padres, y ahora, de grandes, a sus hijos. Stella en su cuenta no hace más que hablar de libertad. Ella dice que así como no se intromete en la vida de sus hijos, ella vive su vida libremente.
Stella había estado 22 años casada y se había jurado no volver a estar con un hombre. Pero sin pensarlo demasiado, un día, a los 47 años, dio el primer paso con un compañero de trabajo 10 años menor que ella, con quien estuvo en pareja durante 13 años. No se considera feminista, pero dice que no es ni más ni menos que un hombre. “Soy igual. Fue a partir de mi divorcio que cambié mi mentalidad, pensando: ¿por qué el hombre puede contar su aventura, decir de todo y la mujer se tiene que quedar callada?
Aunque crea que algunos puedan tildarla de loca, tampoco dice que sale con todo el mundo porque tiene unos filtros terribles para una cita y hace un año que no tiene sexo. Se pregunta: “¿Pero por qué no tenemos la posibilidad de que si nos gusta un hombre, no te digo enamorarme, pero que me guste y que yo pueda tener este algo con él, ¿por qué no? ¿Porque tengo 70 años? No. De a poco la mujer se va liberando, pero muy de a poquito”.
De manera que al empezar a contar sus experiencias, de un público que tenía de 40 a 80 años de repente, creció. Tuvo una explosión de seguidores, como 5000 más de un día para el otro y toda gente joven, que se arroba para escuchar lo que ella tiene para decir. También la llenan de halagos por su belleza, sus aires de diva. La mujer confiesa que usa un poco de filtros de TikTok, que no es partidaria de las cirugías estéticas y que no pasa un día sin maquillarse, por una cuestión de actitud frente a la vida. También se cuida en las comidas y el resto cree que es genética.
A Stella le elogian la energía de su casa decorada con sus propias artesanías. Es mosaiquista, hace decoupage, vitrales, pinta piedras. La tiktoker vive de su jubilación, tiene una casa, uno auto y cuenta que ayuda a sus hijos. De un hombre espera que tenga onda, compartir momentos, ver una película, tomar mate, ir a la plaza, que le guste salir un fin de semana. Y que no le manden mensajes a cada rato. “Que no me invada, no me critique si estoy con mis nietos porque son mi prioridad. Eso se los planteo de entrada”, explica Stella, a quien la convivencia no le interesa.
Antes de tener una cita en Tinder, dice que los hombres deben pasar por varios filtros: la ortografía, después pasa a la videollamada, porque dice que hay mucha mentira. Que es común que la gente suba fotos viejas. Y si no le interesa, no pasa de un café. Se ríe de que va siempre al mismo bar con sus citas.
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