Las 50 escuelas secundarias de la localidad de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, esperarán con un desayuno, café y hasta contemplarán la posibilidad de permitir que ingresen una o dos horas tarde a los alumnos que participen del festejo conocido como UPD (Último Primer Día de Clases).
Así lo explicó el jefe regional de Educación en el distrito, Claudio Martini, quien se refirió a la práctica extendida en la última década entre los alumnos que inician el último año de la escuela secundaria como “un fenómeno cultural”. “Esto va a ocurrir, hay que tomarlo y trabajarlo”, expresó Martini.
El “Último Primer Día de Clases” (UPD) se constituyó como práctica habitual para muchos de los alumnos que inician el año en el que finalizan el ciclo de educación secundaria en la Argentina y supuso un desafío para las autoridades escolares y también para las familias, debido a que en ocasiones los festejos derivan en excesos por parte de los adolescentes.
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Frente a ese escenario, el directivo de la localidad bonaerense indicó que las autoridades del área decidieron esperar a los alumnos con una suerte de recepción que contemple la posibilidad de que no se presenten en óptimas condiciones físicas. En ese sentido el funcionario afirmó que se preparan para “recibirlos con un desayuno más institucional, ampliado con la familia, que ingresen una o dos horas más tarde. Hay muchos formatos para la recepción del UPD”.
“A los alumnos que no estén en condiciones de estar en el aula, que estén cansados por alguna cuestión, la familia se los va a llevar a la casa”, amplió el jefe regional, en diálogo con FM Urbana.
En la antesala del inicio del ciclo lectivo, el área educativa había difundido recomendaciones respecto de la jornada en la que los alumnos suelen salir de fiesta durante la noche previa al arranque de las clases.
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La Dirección General de Escuelas, a través de la Dirección Provincial de Educación Secundaria, preparó la jornada con el mismo criterio de contención en años anteriores, según explicó Martini. “Venimos trabajando, no desde este año sino desde que el UPD se puso en marcha, con todos los equipos directivos pero fundamentalmente con las familias. Mañana es un día de fiesta para todos los primeros años que empiezan el ciclo.”, consideró.
El Último Primer Día de Clases se convirtió en un tema de discusión entre las comunidades educativas del país, la cual giró en torno a la posición que deben tomar las autoridades y las familias respecto del comportamiento de los alumnos. Allí aparecen criterios encontrados.
Por caso, el vicerrector de la Escuela Normal Superior “Mariano Acosta”, de la Ciudad de Buenos Aires, Julio Pasquarelli, había llamado a los padres de los alumnos a “resistir” ante la voluntad de los menores de realizar un festejo en la noche previa al inicio de clases que incluya el consumo de alcohol en exceso.
“Me preocupa le nivel de autolesión del UPD, esta idea de tomar alcohol, sustancias, con cuerpos que son adolescentes que a veces no tienen información para saber qué están consumiendo”, expresó Pasquarelli en diálogo con Radio Con Vos.
Martini, por su parte, mostró una posición contraria. “Son nuestros estudiantes, convivimos seis años con ellos, no son extraños. La escuela aloja, espera, contiene y acompaña. UPD va a ser un día de festejo, de encuentro, será muy importante”, señaló.
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