El 24 de febrero pasado, Maggie Kiraga (30) y su pareja Simon Szalai (30) disfrutaban de una tarde de playa en el Lago Nahuel Huapi, en Bariloche. Él de Hungría, ella de Polonia (pero luego radicada en Bélgica), los turistas estaban juntos desde hacía seis años y medio. Sin embargo, en cuestión de segundos, ese viaje con paisajes soñados se convirtió en la peor pesadilla de su vida: mientras intentaba recuperar una pelota que se cayó al agua, la joven murió ahogada.
El trágico hecho sucedió el alrededor de las 17 en una playa pública a la que se accede por la calle Bajada de Selva Negra. De acuerdo a la reconstrucción efectuada por los investigadores, la pareja se entretenía arrojándole una pelota al agua a un perro que los acompañaba. En uno de los lanzamientos, explicaron a Infobae, el viento alejó la pelota de la costa, y la turista decidió meterse en el agua para recuperarla.
Tras zambullirse, Maggie se dio cuenta de que el agua estaba mucho más fría de lo que parecía y, al ver que no podía regresar, comenzó a pedir auxilio. Cuando notó que su pareja hacía señas, Simon se tiró al agua para auxiliarla. En ese momento, apareció un bote que estaba en la zona y, entre todos, lograron llevarla a la costa, donde iniciaron las tareas de reanimación cardiopulmonar (RCP) durante más de una hora. Pero los esfuerzos fueron en vano: Maggie falleció en brazos de su novio.
Si bien en un principio trascendió que la turista que perdió la vida era de nacionalidad belga, lo cierto es que era oriunda de Kłodzko, una ciudad en el sur-oeste de Polonia, aunque había vivido en Bélgica siete años.
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Por el caso intervino el fiscal de turno de Bariloche Guillermo Lista, quien, entre otras cosas, ordenó la autopsia al cuerpo de la víctima para determinar si el deceso se produjo por ahogamiento o por hipotermia. En las últimas horas, finalmente, se determinó que la joven murió ahogada.
En medio del shock por la muerte de Maggie, su novio fue trasladado al Hospital público local de Bariloche para ser asistido por un cuadro de hipotermia, que sufrió tras permanecer varios minutos en el agua.
Ya dado de alta, en comunicación con Infobae, Simon detalló sobre el viaje que había emprendido con su novia desde hace seis años y medio, con quien convivía desde hacía dos en Toronto, Canadá.
“Habíamos alquilado un auto en Santiago de Chile, fuimos hasta Puerto Natales, bien al Sur, y luego cruzamos hacia Argentina. Se suponía que íbamos a regresar a Santiago, para luego ir a recorrer Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, hasta regresar a Canadá”, contó Simon a este medio y compartió una imagen del día que él y Maggie conocieron el Glaciar Perito Moreno.
Quién era Maggie
Maggie tenía 30 años y era licenciada en Psicología de la Universidad de Gante. Apasionada por su profesión, durante 2016 y 2019, cursó dos maestrías: una en Psicología Clínica y otra en Neuropsicología.
Hace dos años, en marzo de 2021, comenzó a trabajar en la empresa canadiense Quantified Citizen en el área de investigación. Arrancó como asistente y, luego, la ascendieron a directora. Según su perfil de LinkedIn, se especializaba en salud mental y psicodélicos.
“A pesar de su corta edad, era una persona muy sabia y un alma hermosa. Su muerte es una pérdida increíble para la humanidad. Creo que su trabajo habría aliviado el sufrimiento de miles (si no millones) de personas”, dijo Simon a Infobae.
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Y se despidió: “Aunque su vida terminó, soy testigo de que la vivió plenamente y tuvimos una vida muy feliz juntos. Había dos cosas que ella consideraba especialmente importantes: estar en contacto con sus emociones y vivir el momento. Creo que tener presente esto podría beneficiar a cualquiera. En lo que a mí respecta, tenerlo presente me ayuda a procesar este tremendo dolor”.
Mientras el Consulado y la Embajada gestionan la repatriación de los restos de la turista, desde Quantified Citizen (la empresa donde trabajaba Maggie) iniciaron una campaña en la plataforma Go Fund Me para juntar dinero para trasladar las cenizas de la joven a Perú.
De acuerdo con un texto publicado en la página de Facebook de la compañía: “Los fondos serán destinados a los servicios de cremación y los gastos adicionales y varios de Simon. Esto incluye terapia para él y otros seres queridos, gastos de viaje para que él pueda reencontrarse con su familia y la de Maggie, además de cubrir algunos de los gastos para ayudar a Simon a llevar las cenizas de Maggie a Perú”.
Hacia el final, la publicación se aclara: “Cualquier fondo adicional más allá de la meta se destinará a una ceremonia en dicho país, en un centro con el que Maggie había estado trabajando para apoyar a aquellos que no podían costear los gastos para atenderse allí”.
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