Del “¿buscás un trío?” al “decidite”: las 5 frases que más escuchan las personas bisexuales

El año pasado, Lali Espósito contó que era bisexual. Hubo quienes aplaudieron la visibilidad pero otros le asestaron las frases y preguntas típicas. “Qué promiscuidad”, “¿Qué, no te animás a ser lesbiana?”, “¿pero te gusta más un pene o una vagina?”. En esta nota, la activista bisexual Florencia Tesoriero enumera otras y las responde

Florencia Tesoriero es Licenciada en Química e integrante de la agrupación Bisagra bisexual

En septiembre del año pasado la actriz y cantante Lali Espósito habló en una entrevista de su bisexualidad. Fue la primera vez que lo dijo, no porque antes lo hubiera ocultado deliberadamente sino porque le llevó años darse cuenta de varias cosas: que también le gustaban las mujeres, que no estaba obligada a “decidirse entre un bando y el otro”, y que la bisexualidad era una orientación sexual en sí misma.

Hubo quienes la aplaudieron en las redes, también quienes le agradecieron haberle puesto nombre no sólo a la etiqueta sino al proceso: “Mis experiencias reales del último tiempo me hicieron dar cuenta de mis propias hipocresías. Me mentía un montón, no aceptaba un montón de cosas que me gustaban, que quería. Por ejemplo, que me gustaban las mujeres (...), dijo en el programa Nadie dice nada. “Sí, me gusta una chica, pero siempre me pongo de novia con un chico”.

Hubo, también, quienes reprodujeron los mismos estereotipos y las mismas frases que suelen escuchar las personas bisexuales, quienes se identifican con la B de la sigla LGBTQ+. “Pero decidite”, “qué promiscuos”, “¿necesitan siempre hacer tríos?”, “qué falta de compromiso”, “¿te gusta más el pene o la vagina?”.

Lali Espósito durante la última marcha del Orgullo Gay

En esta entrevista con Infobae, la activista bisexual Florencia Tesoriero -31 años, Licenciada en Química, integrante de la agrupación Bisagra bisexual- repasa alguna de esas frases clásicas y las responde.

“¿Decís que sos bisexual para levantarte más gente?”

Florencia junto a sus colegas activistas

A las personas bisexuales nos suelen tildar de promiscuas y aversivas al compromiso. También nos dicen “¿acaso decís que sos bisexual para para levantar más gente?”. Hay un montón de problemas a partir de estas frases.

Uno es la hipersexualización que se nos hace cuando se nos asigna esta característica de ser “insaciables”, que sólo podemos satisfacernos sexualmente con tríos. Creo que si una persona tiene deseos sexuales frecuentes, quiere tener sexo grupal o muchas parejas sexuales no tienen nada de malo en sí, de hecho hay muchas personas bisexuales que reivindican la promiscuidad. Pero ese “¿necesitás sexo todo el tiempo?” también es reflejo de la violencia sexual que sufrimos muchas bisexuales por hipersexualizarnos.

También esta pregunta que se nos hace desde afuera borra gran parte del espectro de la bisexualidad, porque la orientación no tiene por qué ser solamente algo sexual. Además de sexual, podemos sentir atracción del lado del afecto, enamoramientos, podemos solo querer abrazos o que simplemente una persona nos parezca bella.

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“¿Necesitás más un pene o una vagina?”

Florencia decidió "etiquetarse" para habitar las problemáticas específicas de la bisexualidad

Se nos hace mucho la pregunta “¿pero qué te gusta más?” o “¿cuando estás con una persona de tal género no extrañás a la del otro?”. Yo a eso respondo con una nueva pregunta: ¿extrañás algunas cosas de tu ex? Quizás la respuesta sea sí, quizás sea no. Son cosas que pueden pasar, pero no es que pasan solamente cuando tus ex parejas y actuales son de distintos géneros.

Algo que a veces se nos dice desde el lugar de las lesbianas es “¿no necesitás acaso una pija vos?”. Mi respuesta es que a las personas bisexuales no necesariamente nos gustan o “necesitamos” los genitales, nos gustan algunas personas.

Además, hay tantas formas de vivir la bisexualidad como bisexuales en el mundo. No nos tienen por qué gustar los mismos aspectos, los mismos cuerpos, las mismas personalidades. Algunas personas bi sienten más atracción por algún género en particular y siguen siendo bi.

Entre algunas lesbianas, además, existe cierto culto a “la chica que nunca estuvo en contacto con un pene”, lo que se conoce como “lesbiana estrella dorada”, por eso algunas sienten rechazo a salir con chicas bisexuales. De hecho, muchos de los cuestionamientos hacia las personas bisexuales o parte de la invisibilización vienen desde adentro de la comunidad LGBTQ+, esa es una de las problemáticas específicas que tenemos.

Los estudios que se hicieron en países angloparlantes indican que entre las personas hétero, las homosexuales (gays o lesbianas) y las bisexuales, las bisexuales tenemos los peores índices de salud mental.

“¿Por qué etiquetarse y encima formar una agrupación bisexual?”

Muchas personas bisexuales salen dos veces del clóset: primero como gays, luego como bi

Como decía, el bisexual es uno de los colectivos más invisibilizados. Si buscás encuestas sobre violencia por motivos de discriminación vas a ver un gráfico de tortas con “violencia contra gays”, “contra lesbianas”, “contra hombres trans”, “contras mujeres trans” y ahí se acabó. A las personas bisexuales también nos matan por bisexuales, nos pegan, nos echan de casa, nos cuesta encontrar trabajo o vivienda por bisexuales, acceder a la salud y eso es algo de lo que se habla poco.

¿Conocés un bar gay? Sí, ¿conocés un bar bisexual? No. Es difícil encontrar grupos donde hacer nuestra propia comunidad, que tiene sus problemáticas específicas.

En el libro “Resistencia Bisexual: Mapas Para Una Disidencia Habitable”, de Elisa Coll ella muestra, rescatando las pocas estadísticas que hay, que la violencia de género en relaciones de pareja afecta mucho más a mujeres bisexuales que a hétero, también los abusos sexuales son frecuentes.

“¿Por qué no se deciden? ¿tienen miedo de ser homosexuales?”

Con sus compañeras activistas

La bisexualidad es una orientación que le da más lugar a la fluidez y a la mutabilidad del deseo, y eso pone nerviosa a mucha gente que a veces necesita encasillarnos, clasificarnos. De ahí el “pero decídanse”.

Para muchas personas la bisexualidad no es una fase (el camino hacia ser gay o lesbiana): muchas seremos bisexuales de la cuna hasta el cajón y está bien. Una frase común que se dice entre nosotros, como un eslogan, es “ni confundidos ni en transición, ser bisexual es nuestra decisión”.

El planteo es que no es “un momento de confusión”. Pero ahora bien: ojo con desvalorizar las transiciones. ¿Qué pasaría si estuviéramos en transición? Supongamos que hoy te digo “soy bisexual”: bueno, mi identidad de hoy es totalmente válida incluso si mañana cambiara.

“¿No es eso una falta total de compromiso? Hoy te gusta uno, mañana el otro…”.

"Nuestro deseo es político" dice el cartel que llevó a la Marcha del Orgullo de 2018

A veces, por ejemplo, se ve a una mujer salir con un hombre y después salir con una mujer, y se dice “volvió”. No volvió, siempre estuvo en la bisexualidad, y esa fluctuación no vuelve sus relaciones poco serias o no hace a la persona incapaz de asumir un compromiso.

Como la bisexualidad justamente pone en jaque lo estático, por ahí se la asocia más a “lo impredecible”, pero eso también es un mito. Convengamos, para cerrar, que esa pregunta es fruto de “la cultura del amor romántico”, ese ideal de cómo debe ser un vínculo amoroso, porque la verdad es que nadie, sea cual sea su orientación sexual, está obligado a comprometerse con otra persona para el resto de su vida.

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