Zoe Hochbaum: “Mi voz no puede ser solo mía, tiene que ser de todas las mujeres que no son escuchadas”

La actriz y escritora argentina, de 23 años, se refirió al próximo estreno de las dos películas que la tienen como protagonista, “Asfixiada” y “Cabo Polonio”, y a su segundo libro “Mi último amanecer uruguayo”, que se lanzará en mayo. Sus planes a futuro y su compromiso con la causa feminista

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La actriz y escritora Zoe Hochbaum fue entrevistada por el periodista Oscar González Oro para su ciclo "Posdata", que publica el diario uruguayo El Observador
La actriz y escritora Zoe Hochbaum fue entrevistada por el periodista Oscar González Oro para su ciclo "Posdata", que publica el diario uruguayo El Observador

Zoe Hochbaum fue entrevistada por Oscar González Oro para Posdata, el ciclo que el periodista argentino conduce para el diario uruguayo El Observador. Lo que sigue es lo esencial de esa charla.

A los 13 años se fue a Nueva York a estudiar en el Actor’s Studio, la célebre institución por la que pasaron Marlon Brando, Robert De Niro, Marilyn Monroe y Al Pacino. Ahora, poco más de una década después, la actriz, guionista y escritora argentina Zoe Hochbaum está ante el estreno de dos proyectos que la tienen en roles principales: las películas “Asfixiados” y “Cabo Polonio”, de la que también es guionista y que se filmó entre Montevideo y el balneario rochense durante 2022.

También prepara la publicación de su primera novela, “Mi último amanecer uruguayo”, sucesora del libro “Monstruario”. Sobre esos proyectos, sobre la visión de su generación sobre el amor y los vínculos, y sobre los aprendizajes de la actuación en su vida, Hochbaum conversó con Oscar González Oro en Posdata, el ciclo de entrevistas que el periodista argentino conduce para el diario El Observador.

— ¿Con quién estudiaste?

— Arranqué cuando con Nora Moseinco, muchos años con ella, de muy chica y después me fui a Estados Unidos. Al Actor’s Studio, me llevo mi madre. Me dijo, “nos vamos a estudiar a Nueva York”. Cuando llegué no podía creerlo, una escuela de 9 de la mañana a 5 de la tarde todos los días, que teníamos que preparar muestras, cosas. Era estar en el lugar correcto y del aura, las salas, el teatro, las salas de cine, los profesores.

Zoe Hochbaum habla de su crecimiento personal y profesional y cuenta por qué le gusta tanto trabajar en cine

— Primera vez que pisas el Actor’s. ¿Qué te pasó?

— Estaba muy nerviosa, porque no me daba cuenta del nivel profesional que se necesitaba para estar ahí, ya no era solo un hobby, era ´ah, esto es en serio´, o sea, estudiarse los guiones era muy en serio, saberse la letra era muy en serio, cómo te manejabas con tu cuerpo, todo tenía un nivel de seriedad que hasta ese entonces para mí era más un juego, como cualquier niña, y también el idioma, mandarse a hablar otro idioma todos los días con compañeros de lugares completamente diferentes a uno, lo cultural fue un desafío, pero me hizo crecer mucho y muy rápido. Lo que es para mí el actor, eso me lo dijo siempre Laura Novoa, los actores son como una cajita de herramientas, que tienen que tener millones de herramientas, entonces cuando te llaman para un rodaje decís ´a ver que herramienta necesito´, y la sacas. Sino la estudiás y la trabajás, nada sobra para el actor. Todo es aprendizaje y todo suma a la hora de trabajar y el Actor’s studio es integral.

— ¿Qué te sumó la actuación?

— Es un poco contradictorio, pero reposar un poco de mi vida, poder tener otras. decir bueno, descanso un rato de de la mía y por un rato soy esta. Era en las clases, ahora es en los rodajes. Cuando eran las clases era bueno, ahora Zoe queda en un costadito y hoy juego a ser otra persona y siempre me gustó eso, me gustaba jugar a hacer otra persona. A veces necesitas correrte un poco de tu vida, porque la realidad es agobiante, mucho más que la ficción. Y hay algo de los actores o de los artistas en general que es que tenemos la posibilidad de por un ratito abandonar nuestra vida, construir otra, y que lo más hermoso es que cuando vuelves a tu vida, volvés con un aprendizaje que capaz en otro lado no encontrás, porque atravesando la vida del otro te volvés más empático, entendés más cosas. Te volvés más sensible, menos egoísta, porque dejar tu vida para hacer la de otra es correr el ego, y esa es nuestra constante lucha cuando estamos haciendo un personaje, “no soy yo, ¿qué haría este personaje de verdad? ¿Qué haría esta persona que estoy haciendo?, no ¿que haría yo? ese es como el constante conflicto que tenemos con nuestro propio ego.

Zoe remarcó que "Cabo Polonio" es una "película de grises, con todo lo bueno y lo malo" que eso conlleva

— ¿En qué etapa de tu vida estás?

— Estoy en una etapa en la que estoy tomando conciencia de mi crecimiento como persona. Cuando sos más chico estás creciendo, pero no te das cuenta que estás creciendo. Y ahora yo me doy cuenta que estoy creciendo, hay días que digo ´wow, hoy crecí´. En muchas cosas en el vínculo con mis amigos, con mis padres, ese momento en el que dejas de discutir con tus padres, en el que dejas de enojarte, y empezás a disfrutar más de par a par. Entrar a la adultez es eso, empezar a ser más par de lo que te rodea. Y también en lo laboral, me pasa que si no disfruto en este momento de mi vida, no lo puedo hacer.

— ¿”Cabo Polonio” es una historia sobre la mentira?

— Es el detonante de esta historia y tiene que ver un poco con las mentiras en los sistemas familiares, que hace uno con esas mentiras. En este caso las protagonistas tienen además un vínculo hermoso, de dos hermanas que se aman profundamente, y cómo hacés cuando la persona que más amás y te ama te miente con algo trascendental en tu vida, que es la identidad. Creo que lo más preciado que tenemos o por lo menos lo que yo considero más preciado es la identidad. El amor está muy romantizado, siempre son los cuentos de hadas, Disney, la princesa, pensamos que el amor es todo lo que está bien, los brillitos. Y el amor también tiene cosas oscuras, también tiene odios. Y la gente por amor, muchas veces, se confunde y no sabe qué hacer, porque cuando amas tanto a alguien, amás tanto a alguien que a veces no sabes cuál es el mejor camino. A mí lo que más me gustó de esta película es que cuando la escribimos con mi amigo Gustavo Gerzberg, fue un poco animarnos a los grises, porque todo es blanco o negro en la vida y ni que hablar en la ficción. Todo es el estereotipo del estereotipo del estereotipo y dijimos ´hagamos una película de grises´, con todo lo bueno y todo lo malo y es una película en la que se habla, por ejemplo, de ser madre, pero no querer serlo, que no se habla. Hay días que no los soportás y eso no significa que los quieras menos, pero ninguna madre se anima a decirlo.

En el filme "Asfixiados", que protagoniza junto a Julieta Díaz, Zoe contó que hubo un cambio en el guión a pedido de ella que potenció aún más la historia

— Hablemos de la otra, de “Asfixiados, de esos amores que te dejan sin oxígeno...

— Es de nuevo lo que decíamos de la romantización de los vínculos, ni siquiera del amor, de los vínculos. Yo no tengo que darte todo para vincularme con vos. Tenemos que encontrar un punto medio de eso que damos. Sobre todo en las parejas. Eso de que si uno no sacrifica todo por vos no te quiere. Mentira, ¿por qué tengo que sacrificar mi vida entera para quererte? ¿Todos los días me tenés que caer bien? Capaz que un día me caes mal. No pasa nada. Justo hoy una amiga me decía que ya no quería salir con un chico porque él no le habla todos los días de la misma manera, y yo le dije ´¿por qué te tiene que hablar todos los días de la misma manera?´ O sea, vos vas a dejar de salir con el chico que te gusta porque él no te dice todos los días ´buenos días, mi amor´. Es imposible que los vínculos sean todos los días del mismo modo y eso no significa que uno si está en pareja, y un día no tenía ganas de ver a tu pareja, no significa que lo dejaste de amar. Pasa que la soledad también está mal vista, en algún punto el único modo de amar es una pareja convencional en monogamia, te corres de eso y ´qué raro´.

— Leí un artículo que escribiste en Infobae, donde decís que las mujeres de tu edad, no aceptan o no van a aceptar límites, que nadie le ponga el límite a su fantasía, a su realidad, a su vida, ¿crees que va a ser así?

— Deseo que sea así. Es una dicotomía porque por muchos momentos pienso que lo estamos logrando, y que sí, logramos un montón. Ya pensar en mis amigas y en mí digo ´wow cambió un montón, desde el primer movimiento Ni una menos, desde que empecé a transitar el feminismo, que cambió un montón´. Mis amigas, la gente que me rodea, mi hermano, sus amigos, mis padres, entonces veo el cambio, lo observo, es tangible, está. No es una ilusión, es real, pero a la vez me corro de mi burbuja y digo ´lo que falta´ y es desesperante y es angustiante porque no podes abarcar todo.

— Y no todas las mujeres están de acuerdo...

— Y no todas las mujeres tienen acceso a información para por lo menos considerar, a ver si están de acuerdo o no, entonces vos decís ¿cómo hago? para que cualquier mujer no digo sin posibilidad de educación, sin posibilidad de leer o las mujeres en Irán digo es el huevo o la gallina, no sé si lo eligen, no les puedo preguntar si están de acuerdo. Cómo hace una chica que nace en un ambiente ortodoxo, ya sea judío, ya sea cristiano para de verdad saber si quiero o no quiere. Si de chica te dicen vos tenés que ir por acá. ¿Cómo hacés si no tenés acceso a otro mundo, a las otras realidades? Una cosa es tener el abanico de posibilidades y elegir eso. El tema que yo me pregunto siempre, lo que a mí más me angustia es ¿saben que tienen otras opciones? Obviamente, no me gusta jugar y decir ´bueno, ¿pero cómo vas a elegir algo que te somete, que te duele, que te que te pone en un lugar inferior como si el otro fuese superior?´ En un lugar de sometimiento absoluto. Es muy difícil juzgar al otro y las elecciones del otro y la religión.

Zoe Hochbaum: “Mi voz no puede ser solo mía, tiene que ser de todas las mujeres que no son escuchadas”

— Todo lo que hacés -cine, escribir-. ¿Te ayuda a saber amar mejor?

— Sí, yo no sería como soy hoy y no tendría la posibilidad de amar y de conectarme con un otro, si no hubiese sido por haber transitado mi vida desde el arte. Hay mil modos, cada uno con su forma, pero yo personalmente no hubiera podido. Creo que hay algo de esto que te decía de transitar otras vidas, de entender otras dinámicas, de ser de otros modos, entender que cómo es uno no es la respuesta correcta.

— El empoderamiento está en establecer el vínculo con el otro pero no para romperle algo ni denostarlo, al revés, si te va bien a vos me va bien.

— Absolutamente, yo creo que lo difícil es que muchas veces lo que pasa es que no está esa puerta, directamente nos cierran la puerta por ser mujeres y en mi caso no me puedo quejar de la suerte que tuve y de los privilegios. Pero hay muchas situaciones de mujeres que no tienen la posibilidad de ser escuchadas. Y ahí está nuestra responsabilidad de las mujeres que sí somos escuchadas, porque la vida lo puso así, el sistema patriarcal con el que fuimos educados lo puso así y a mí me pasa personalmente de que siento que mi voz no puede ser solo mía, tiene que ser de todas y todos que no son escuchados, ahí está mi responsabilidad como mujer joven feminista. Siento que ni tendría que aclarar y decir feminista, lo aclaro porque todavía estamos en una sociedad que siguen pensando que falta mucho. Entonces creo que ahí está nuestra responsabilidad como jóvenes escuchados.

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