De los menús tradicionales a las propuestas gourmet: los platos recomendados en Cariló y cuánto cuestan

En este balneario top se ofrecen distintas opciones gastronómicas, desde las pizzas y hamburguesas hasta fondue y el atún al estilo sushi. Los precios para comer frente al mar o en medio del bosque

En el polo gastronómico de Cariló hay opciones para todos los gustos (Matias Arbotto)

El verano en Cariló en términos de ocupación transcurre en sintonía con el resto de las localidades de Pinamar. Según los últimos datos de la Secretaria de Turismo y Desarrollo Económico, el 92% de las plazas de alojamientos del balneario más exclusivo de este distrito fueron reservadas en la primera quincena del año. La cifra coincide con el promedio del partido y solo decayó entre semana, pero no tanto: entre el domingo 8 de enero y el jueves 12 fue del 88,63% en todos los rubros de hospedaje.

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Los operadores turísticos hablan de una buena temporada, aunque sin tanto movimientos como la anterior. La sensaciones son similares a las de otros destinos de la Costa Atlántica y la evaluación general de los hoteleros en estos primeros quince días es positiva. Lo mismo sucede con los gastronómicos, que este año se prepararon para recibir a los turistas con propuestas nuevas, menús gourmet y los platos clásicos para degustar frente al mar o en medio del bosque.

Gran parte de la oferta culinaria en Cariló se concentra entre Avenida Divisadero, Cerezo, Becassina y Avellano. Con Boyero como pasarela principal, con el correr de los años allí se creó un polo gastronómico que tiene de fondo un paisaje único, entre los árboles y las calles de tierra. El paseo comercial que combina rusticidad y sofisticación, atrae al público con locales de alta cocina. Infobae recorrió varios de ellos con el fin de conocer sus menús, ofertas y precios con los que esperan cada mediodía, tarde y noche a los veraneantes.

Camelia Sensi

Camelia Sensi se inauguró en Cariló hace 32 años (Matías Arbotto)

Este restaurante es histórico de Cariló y el indicado para comer fondue. Se inauguró en 1989 como una casa de té -de cuya planta (Camelia Sinensis) devino el nombre- y al poco tiempo mutó al estilo que sigue en la actualidad. “Lo abrieron mis padres hace 32 años. Veraneando por Necochea, pasamos por la ruta 11 y mi padre dijo ‘este es un destino ideal, vamos a invertir acá'. Y compró este terreno donde en ese momento no había nada, era todo bosque”, contó a Infobae Ignacio Cattáneo, que tiene 40 años y a los 18 se convirtió en encargado del lugar.

El local tiene un diseño descontracturado, con mesas de madera sin manteles y una terraza climatizada con el entorno. En temporada funciona día y noche y el menú es el mismo. Hay cuatro variedades de fondues y la especialidad de la casa uno que viene acompañado de vegetales de estación, pollo, bondiola, carne vacuna, jamón ahumado y salchicha alemana y parrillera. Cuesta $7.100.

Este local es el indicado para comer fondue (Matías Arbotto)

El dueño recomienda el salmón en croûte, el merluzón a la plancha, las pastas caseras y la porcheta a la naranja envuelta en panceta ($3.600). Un detalle distinguido en la carta es que cada plato tiene como sugerencia una selección de vino acorde. Como postre se ofrecen, entre otras delicias, crème brûlée o piñas de mousse de chocolate.

Una piña de mousse de chocolate, un postre recomendado por la casa (Matías Arbotto)

Peppe Napoli

Mauricio Ibarra (40) fue uno de los miles que se radicaron en el partido de Pinamar durante la pandemia. Un cúmulo de situaciones lo llevaron a mudarse junto a su familia a Cariló. Gastronómico de toda la vida, en la ciudad balnearia apostó por un concepto novedoso en la ciudad balnearia y fundó Peppe Napoli, especializado en pizza napoletana y pastas.

Peppe Napoli lleva tres temporadas en Cariló (Matías Arbotto)

Este restaurante invita a sumergirse en un entorno italiano, con un ambiente en el que predominan los colores rojo, verde y blanco, y frases en aquel idioma escritas en las paredes. En temporada, además, hay shows de artistas que entonan canciones del país europeo.

Para la preparación de las pizzas se respeta la receta original y se utiliza materia prima italiana. La masa madre se prepara con una harina liviana, que no causa pesadez, y tiene 48 horas de conservación en frío. Se cocinan en menos de dos minutos. Una marinara (con salsa de tomate, ajo, orégano, albahaca y aceite de oliva) vale $4.000.

Este local está especializado en pizza napoletana y pastas (Matías Arbotto)

El éxito del primer local en el paseo Las Alondras llevó a Ibarra a abrir otro, a unos pocos metros, en el que también se ofrecen variedades de pastas. Ambos lugares, además, cuentan con un mercado de productos italianos que incluyen aceite de oliva, conservas, fideos, tomates, pestos, entre otras cosas.

Griller

Desde hace cinco temporadas propone una experiencia premium. Su grill a leña americano potencia los sabores de las cocciones con un distintivo sabor. Los salones están ambientados con la mirada puesta en Nueva York, bajo un entorno distendido ambientado con vegetación tropical.

Este restaurante transita su quinta temporada (Matías Arbotto)

Los recomendados de la casa son el “Barbacue Pork Ribs” ($4700), que es un costillar de cerdo (500grs) asado a fuego lento, aderezado con salsa BBQ, acompañado con papas fritas y cole slaw; y el “Red Tuna Slices” ($7200), un plato de atún rojo fresco grillado servido estilo sushi con aderezo CGV, acompañado con hojas verdes, palta, mango, pepino y semillas de sésamo.

Lowers

Este local está haciendo su presentación este verano. Se trata de una gintonería ideada a partir del espíritu joven de amigos que decidieron volcar en un barcito lo que sienten después de un día épico de surfing. De hecho, su nombre rinde homenaje a un tipo de ola muy famosa en California.

Funciona desde las 18 “hasta lo que dé”, dicen los encargados que trabajan bajo una pérgola de madera decorada con una enredadera. Las lámparas colgantes y la música climatizan un espacio de total distensión. Mientras atienden a los clientes, cuentan que para su sorpresa están recibiendo un público mayor, que adoptó como costumbre pasar por un aperitivo después de la cena.

Este verano en Cariló se estrenó una gintonería (Matías Arbotto)

La estrella del lugar es el gin tirado de Moretti que puede prepararse con diferentes combinaciones (los precios rondan entre los $1.500 y $2.000), como pepino o frutos rojos, el favorito de la temporada. Allí también venden cerveza tirada, tragos sin alcohol, pizzas de masa madre ($1.800), burrito ($2.000) y nachos con cheddar y guacamole ($1.500).

Continuando la recorrida por el centro, en una de las cervecerías del paseo comercial, la pinta (330 cc) cuesta $800 y la media, $600. Para picar, la porción de papas rústicas con cheddar y panceta vale $1.600 y como opciones para almorzar o cenar aparecen las hamburguesas clásicas con queso, lechuga y tomate a $2.000, el choripán -que viene con huevo frito y salsa criolla- a $1.900, y las empanadas a $500 cada una, ya sean de carne, cordero o queso y cebolla. Los valores son similares en los comercios que este tipo de comidas rápidas.

El bar de gin se ofrece como opción para la previa a la noche (Matías Arbotto)

Frente al mar

El restaurante del parador Hemingway atiende de 9 a 00.30. Cuenta con una capacidad aproximada de 280 personas al mediodía y de unas 150 a la noche por cuestiones climáticas. La carta varía de acuerdo al horario: “Al mediodía la gente demanda algo más de celeridad. En cambio, a la noche se ofrecen platos que consumen otro tiempo de preparación, como paella, pulpo o cordero”, detalló Gustavo Gorosterrazu, uno de los socios, ante la consulta de este medio.

De día las preferidas del público son las ensaladas, que cuestan entre $2.750 y $3.200 en sus ocho variedades. De noche, aparecen recomendados como el risotto azafranada con camarones (con cebolla, morrón ciboulette y crema) que sale $3.900 o los raviolones de cordero (con salsa de champiñones, portobello, pomodora y mix de semillas), con un precio de $3.200.

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En este lugar, además, hay un menú veggie de tres opciones: wok de vegetales ($2.750), sándwich vegetariano ($2.600) y hamburguesa vegana ($2.500). Y un desayuno de la casa por $1.600 que se sirve de 9 a 11 e incluye infusiones y un exprimido de naranja o limonada más una de las cuatro clases de acompañamiento (un tostón, un plato frutal, un yogurt con frutas o una canasta de tostadas y huevos revueltos).

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