Para algunos fue mucho mejor, para otros quizá no tanto, pero en todos los casos el balance de la primera quincena de enero en Pinamar, en cuanto a ocupación, balnearios, gastronomía y consumo, es positivo. Así lo expresan las fuentes del sector turístico, que al describir cómo fueron estos primeros quince días de temporada coinciden en tres apreciaciones: turistas más atentos al bolsillo y las ofertas, un poco menos de actividad respecto del verano pasado y mucho movimiento los fines de semana.
“Estamos finalizando la primera quincena de enero con niveles de ocupación más que favorables. Tuvimos picos de más del 90% durante los fines de semana, ya que afortunadamente son varios establecimientos al 100%”, resaltó Juan Ibarguren, secretario de Turismo y Desarrollo Económico de Pinamar, ante la consulta de Infobae.
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“Volvimos un poco a la tendencia del turismo de fin de semana, que previo a la pandemia había sido una constante. Básicamente, los días que que los establecimientos hoteleros se llenan son viernes, sábado y domingo. Después en general hay una leve baja en la semana”, analizó por su parte Fabián Salvucci, titular de la filial local de la Asociación Hoteles de Turismo (AHT).
La ciudad balnearia tiene alrededor de 380.000 plazas turísticas, de las que 355.000 son casas y departamentos particulares (aproximadamente el 25% del total se alquilan a través de inmobiliarias), mientras que el resto corresponde a habitaciones de hoteles, hosterías, hospedajes, apart hotel y departamento con servicios.
De acuerdo a un relevamiento del Observatorio Turístico y Económico local, el promedio general de ocupación en estos quince días fue del 92,2% en todo el partido, lo que representa una variación negativa de 4,8 puntos porcentuales respecto de la primera quincena de la última temporada y, a su vez, una diferencia positiva de 4,1 puntos en comparación con el mismo periodo prepandemia. Cerca de 200 alojamientos fueron consultados y casi la mitad (el 47,5% del total) comunicaron una ocupación plena. En tanto, en campings fue del 79,4%, con un promedio de 3,7 noches de estadía.
En cuanto a la estadía, el promedio varió según el tipo de alojamiento. En los hoteles se registró una media de 4 noches de pernocte, mientras en los demás rubros de hospedaje fue de 5,9 noches. Un último dato oficial se centró sobre turistas extranjeros: se contabilizaron 137, oriundos de Alemania, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, España, EE.UU., Francia, Países Bajos, Inglaterra, Japón, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Rusia, Suiza, Ucrania, Uruguay y Venezuela.
Otro relevamiento, elaborado por la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de Pinamar Pinamar (AEHG) y que abarcó a 132 lugares de alojamientos, concluyó que la ocupación semanal entre el domingo 8 y el jueves 12 fue del 85,14% en todo el distrito.
A lo largo de esta quincena, el desembarco masivo de turistas se dio entre viernes y domingos. La localidad de Pinamar tuvo un pico del 96% de ocupación el fin de semana pasado. Por el contrario, el registro más bajo fue en Valeria del Mar, con un 88% a comienzos de año. Ostende y Cariló se mantuvieron siempre dentro de ese rango. Ibarguren destacó como una buena señal que las cifras sean similares en las cuatro localidades del partido. “Contar con alta ocupación en todas las categorías de alojamiento y a lo largo de toda la ciudad indica que nos encontramos recibiendo todo tipo de público que elige diferentes tipos de servicios o tarifas para vacacionar”, explicó.
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Esta temporada tuvo la particularidad de que las reservas se retrasaron fuertemente antes de las Fiestas. Hubo un estancamiento en el rubro que coincidió con el Mundial que generó cierta incertidumbre sobre lo que sucedería. Pero las consultas se reactivaron en los últimos días de 2022. “Teniendo en cuenta lo que pintaba en diciembre, esta quincena remontó un poco y terminó siendo mejor de lo que inicialmente se esperaba. Si tuviera que ponerle una nota sería ‘buena’, aunque no excelente”, agrega Salvucci, que también administra el Hotel Savoia en Ostende.
Los números oficiales son levemente inferiores respecto del mismo periodo del verano pasado, pero igualmente siguen siendo elevados. “Estos niveles de ocupación significan desarrollo económico para nuestra ciudad, ya que la actividad turística es la principal del partido de Pinamar. Esperamos poder mantener nuestro destino activo durante todos los meses del año para seguir trabajando por la desestacionalización”, agregó el funcionario, que dejó entrever optimismo de cara a las dos semanas que quedan del mes: la expectativa es mantener la cifras o incluso mejorarlas.
Ampliando el tema, Salvucci dijo que “hay consultas pero vienen lentas las reservas para la primera quincena de febrero”. El mayor interés se concentra en el fin de semana largo de carnaval, del sábado 18 al martes 21. De todos modos, el titular de la AHT dice que es una conducta habitual de quienes vacacionan en esa época: “El turista de febrero no es uno que reserve tan anticipado como el que lo hace en enero. Estamos acostumbrados a que sea un mes que se defina más sobre la fecha, porque están los turistas que definen las vacaciones a último momento, los que se fijan en el clima, los que especulan con que bajen un poco las tarifas”.
En el rubro gastronómico el panorama fue similar. El informe arrojó, según la evaluación de los consultados, que los días de mayor consumo turísticos fueron los viernes y sábados. Fuentes del sector señalan que comenzó a haber mayor rotación a partir del 6 de enero.
En la misma línea, el alquiler de carpas y sombrillas en los balnearios promedió el 85,8% en la semana y el 89,8% entre viernes y domingo.
Adrián Calabrese, presidente de la Asociación de Concesionarios de Unidades Turísticas de Pinamar, se refirió a las contrataciones de carpas y contó a Infobae que la tendencia es el alquiler diario. Dijo que es parte de una estrategia de ahorro por parte de los turistas. De hecho, aseguró que algunos hasta preguntan si está la opción de alquilar “por medio día”.
“La gente está muy atenta al clima. Vienen con el teléfono y controlan cómo va a estar el tiempo -detalló Calabrese-. Ya casi no existe el turista que se queda un mes. La rotación es cada vez más grande y hay que adaptarse: hace 20 años ni loco alquilaba una semana, mucho menos un día”.
Frente a este escenario, en el mercado de clientes de balnearios y paradores se trata de seducir al turista con promociones. El alquiler por día, por ejemplo, puede costar entre un 10 y 15 por ciento más que por semana. Y la quincena suele ser un poco más cara que la mitad del precio mensual.
Para finalizar, Calabrese señaló que el turista gasolero se percibe también en el restaurante del parador que administra, San Javier: “Antes salían a cenar casi todas las noches; hoy hay fila solo los fines de semana”.
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