Cansadas de los ruidos y las quejas, las autoridades de la localidad cordobesa de Cuesta Blanca determinaron prohibir la emisión de cualquier tipo de música “molesta” en casas particulares y negocios. La medida fue oficializada el pasado miércoles a través de la resolución 1/2023, “teniendo en cuenta la tranquilidad y seguridad de los habitantes”.
“Tuvimos buena repercución y los vecinos están de acuerdo. Esto es por el bien de la gente que viene a Cuesta Blanca a descansar, a escuchar el sonido del agua y el canto de los pájaros”, expresó Ana Gaitán, jefa comunal del lugar, en declaraciones al medio Carlos Paz Vivo.
Con el objetivo de “lograr un mejor ordenamiento urbano, una mejor convivencia y preservar la salud de los residentes del sitio”, la resolución alcanza a locales comerciales, hogares de familia, cabañas, hoteles o viviendas en general. Tras su publicación, se prohibió la reproducción de cualquier tipo de música, ya sea en vivo, proveniente de aparatos, instrumentos o personas, “que resulte molesta” a los visitantes o pobladores.
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La localidad, ubicada al sur del Valle de Punilla, a 46 kilómetros de la ciudad capital, es uno de los destinos preferidos por los turistas locales para descansar. Sin embargo, en el último tiempo -según se advirtió oficialmente- la paz en el lugar se vio interrumpida en reiteradas oportunidades.
Para hacer frente a la contaminación sonora, el 16 de diciembre la Comisión Comunal de Cuesta Blanca decidió prohibir la emisión de “ruidos, vibraciones, bocinas, música y uso de maquinarias”, a excepción de aquellas utilizadas para mantener parques, jardines y realizar obras públicas y privadas que solamente estaban autorizadas en el horario de 7:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 horas, de lunes a viernes, y siempre respetando los horarios de quietud.
Pese a esto, las restricciones no resultaron suficientes para los administradores del lugar, quienes buscan garantizar una completa experiencia de descanso a los visitantes. “La actual legislación no llega a dar respuesta a las necesidades de los vecinos como a la protección ambiental y perspectiva de nuestra localidad”, señalaron.
Así fue que las autoridades decidieron publicar la nueva resolución que, además de restringir la reproducción musical en negocios y viviendas, establece los límites de la zona comercial de la localidad. “Determínase como Zona Comercial “A” en la que comprende el barrio Los Escritores, del puente, hasta las márgenes este del Río San Antonio y hasta el puente, la que podrán habilitarse negocios comerciales referidos a la gastronomía en general, despensa, kiosco y cualquier otro negocio destinado a la venta de artículos de alimentos y bebidas, ferretería, artículos de limpieza, salón de belleza, farmacia, artículos de librería, mercería y cualquier otro el que deberá ser autorizado por la comisión comunal”, indica el artículo 2 de la disposición publicada este 11 de enero.
“Se han de fijar limitaciones y ordenamiento a los locales comerciales que emitan cualquier tipo de música”, agregaron.
La medida fue celebrada tanto por los habitantes de la zona como por los usuarios en las redes sociales.
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