Todavía falta el fin de semana, pero ya es un hecho que el clima acompañó casi de la mejor manera a quienes vacacionaron durante la primera quincena en Pinamar. Durante varias jornadas consecutivas hubo sol pleno y los veraneantes coparon las playas. Hasta que el miércoles pasado las nubes negras tomaron el cielo y apareció la lluvia. El mal tiempo llevó a que los turistas reprogramaran los planes típicos y buscaran alternativas de esparcimiento. En la ciudad balnearia, hay varias opciones adecuadas para elegir en días nublados o de lluvia.
Por empezar, están los paseos comerciales y ferias de artesanías a cielo abierto. “Hecho en Pinamar” reúne a pequeños y medianos productores de la industria local sobre la tradicional Avenida Bunge al 700. A unos 300 metros, en Av. Bunge y Av. Libertador, se organiza otra feria de ropa customizada, joyería contemporánea, carteras personales y objetos de decoración, entre otras cosas. En Valeria del Mar, Av. Espora y Azopardo, de 19 a 24 funciona una más. Los centros comerciales en Pinamar Norte y Cariló, con arquitectura y contenidos muy armoniosos al paisaje, son otros recomendados.
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En la localidad del sur pinamarense, además, entre los locales de las principales marcas de indumentaria y gastronomía se instaló una feria de productos orgánicos y un gazebo con prendas confeccionadas bajo un proceso no contaminante. Se trata de Sabe la Tierra, que funciona los viernes y sábados de enero y febrero, de 19 a 0 horas, en la Plaza Manuel Héctor Herrero. Allí se ofrecen, principalmente, artículos de diseño, desde cerámica artesanal, velas de soja, cuadernos, hierbas y sahumerios hasta indumentaria de algodón y objetos de decoración.
Los comerciantes de las principales avenidas de Pinamar centro y Valeria del Mar, al igual que las galerías y los paseos comerciales, adoran los días nublados. Su postal cambia radicalmente según el estado del clima: los días de calor suelen estar vacíos, los días de cielo tapado la concurrencia crece exponencialmente. Por eso es que en varios locales están atentos al pronóstico con la posibilidad de extender el horario de trabajo. Sucede, por ejemplo, con la cafetería de especialidad Time Coffe (Jason 350), que los días soleados abre a la tarde a las 17 y los nublados un rato antes, a las 15.30. A propósito, entre la temporada pasada y la actual, en la ciudad balnearia se estableció una ruta del café de especialidad, con cuatro locales de este estilo a lo largo del distrito.
El Teatro Municipal de la Torre, ubicado en avenida Constitución 687, pone en cartelera entre dos y tres funciones diarias, con propuestas para todas las edades: shows infantiles, musicales, obras como Sex y El cuarto de Verónica, la presentación de artistas como Betiana Blum y Alejandro Fiore, y números de stand up (Martín Dardik y Grego Rossello, entre otros) que atraen mucho público joven. También hay espacio para las producciones locales: esta temporada se presentan cuatro en total. La programación completa está disponible en el sitio web del Municipio (http://agenda.pinamar.gob.ar).
Para aquellos que buscan el turismo cultural hay propuestas significativas. Hay nueve casas de artistas abiertas al público con agendas de diferentes actividades, mientras que el Parque Escultórico Pinamar cuenta con una colección de más de 70 esculturas de los artistas más importantes del Arte Contemporáneo Argentino, con nombres de consagrados como Marta Minujín, Carlos Alonso, Pájaro Gómez, Fioravanti, Víctor Magariños, Rubén Locaso y Federico Bacher, entre otros. Las mismas fueron colocadas en diferentes espacios, como en el Playas Hotel, la Isla Del Golf, Pioneros, Paseo Plaza y la parroquia Nuestra Señora de la Paz.
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También en el complejo Golf Links Pinamar, en Shaw 1640, donde hace unos días se presentó la última escultura, “Cronoforma”, de Camilo Guinot. Se trata de una obra realizada con ramas de la poda local de lugar, en la cual el artista explora el vínculo entre producción humana y naturaleza por medio de formas y procesos que combinan tiempo, modos constructivos, control y azar, planificación y deriva.
Para los más chicos y adolescentes, una alternativa de entretenimiento inteligente es Escape Room, compuesta por diferentes salas temáticas en las que hay un máximo de 60 minutos para escapar de ellas. En estos espacios se pone a prueba el intelecto personal, y cada participante solo logrará superarlo a través de la puesta en marcha de la lógica, la creatividad, la destreza mental, la comunicación y el trabajo en equipo.
Además aparece Sector 400, un predio que se ubica en el kilómetro 398.5 de la Ruta 11, en Cariló. Allí se puede practicar paintball o tirolesa, visitar la Casa del Horror y andar en karting. En el Eco-Parque de la misma localidad hay actividades similares, con puentes colgantes, escaladas, palestra y arquería. Este verano hay un circo montado sobre la calle Quintana, a la altura del balneario Boutique.
Por su parte, el Viejo Hotel Ostende (situado en Biarritz 799) llevará a cabo a lo largo del verano diferentes actividades abiertas al público. Del 18 de enero al 12 de marzo en sus salones habrá una exposición de fotografías de la Fundación PH15. Mientras que el sábado 4/02, a las 18, se realizará un taller de construcción de caleidoscopios. Además, todos los martes y jueves de enero y febrero será el punto de encuentro para una visita guiada (para informes y reservas se puede consultar en la cuenta de Instagram @experienciapinamar).
Otra sugerencia es la arbolada Avenida Constancia, que parte desde la Ruta 11 y llega casi a la playa en Cariló siguiendo la ruta histórica donde el fundador de la localidad comenzó con las plantaciones para crear el gran bosque. Los lugareños recomiendan ir después de la lluvia, para poder sentir los aromas del lugar. Mientras que en el campo de golf de Cariló hay un jardín de colibríes, con 600 plantas polinizadoras de 60 especies distintas para atraer a estas aves tan pintorescas. El escenario natural cuenta con 1000 metros cuadrados.
Esta semana, por otra parte, se lanzó la primera bola de la temporada en el Casino de Pinamar, que tras varios años cerrado había abierto sus puertas durante la segunda quincena de febrero pasado. Está localizado en la Av. Bunge 1544, en la semana funciona de 11 a 5 y los fines de semana, de 11 a 6, con cientos de máquinas tragamonedas, ruletas electrónicas, mesas de punto y banca y blackjack.
La zona fundacional de Pinamar, en los alrededores del Playas Hotel, reúne miradores naturales o lomas, bosques añejos y casas de personas ilustres. También hay 10 pasarelas peatonales que se construyeron por encima de los médanos a lo largo de los 22 kilómetros de playa. Para quienes deseen dar una caminata vale destacar el sendero “Camino de los Pioneros”, en Av. Bunge y Av. Verde de Circunvalación, tiene 3.5 kilómetros y es calificado dificultad media/baja.
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También hay circuitos de ciclismo. Por ejemplo, en Pinamar se pueden recorrer sobre ruedas 10K desde Av. Shaw y Av. Bunge, hasta la calle Olimpo y retornando por Libertador; en este caso la dificultad es media/alta. Un trayecto más corto y menos exigente es el de los 700 metros desde Av. Bunge y Av. del Mar hasta el muelle. En tanto, un camino para realizar en bicicleta de Ostende a Valeria del mar va desde el inicio de Av. La Plata hasta la entrada de Cariló por Pinzón: son 9K, con dificultad media/baja.
Un infaltable de todos los veranos son las cabalgatas, que se realizan en los bosques y generalmente son guiadas. Las mismas también se realizan por las noches para disfrutar del bosque bajo la luz de las estrellas y la luna. Además, en el partido hay varios campos para practicar fútbol, golf, paddle o tenis. Y en la playa múltiples posibilidades de animarse al surf, kite u otras actividades acuáticas.
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