Pinamar tiene 48 paradores a lo largo de sus 22 kilómetros de costa que cada temporada reciben a los turistas con servicios tradicionales, actividades recreativas y deportivas, experiencias amigables con el medio ambiente, shows al atardecer, after beach y boliches que funcionan hasta la madrugada. Entre las propuestas también sobresale la gastronomía. Los restaurantes manejan distintos estilos y variedad en sus cartas, ofreciendo desde las clásicas rabas hasta platos gourmet a cargo de reconocidos chefs. Y así como hay diversidad de menús, en los precios también se reflejan diferencias dependiendo, fundamentalmente, de la ubicación.
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En UFO Point se trabaja con el concepto de cocina de cercanía, con productores locales y productos frescos de Pinamar, General Madariaga y Balcarce. En su carta hay mucha variedad de pescados y carnes. También sushi (una tabla de 15 piezas ronda los $5.000 y $6.000) o pizza al estilo neoyorkino (entre $6.500 y $7.000). La estrella, cuenta a Infobae el chef René Correa, es la picada de mar que trae rabas, langostinos, cornalitos marinados y merluza rebozada. Es para dos personas y cuesta $7.000.
Este verano, en este parador se estrena la modalidad de cocina de autor frente al mar. Todos los días, siempre que el clima lo permita, Correa cocina cazón, langostinos, bife de chorizo, asado y otras comidas a la parrilla y al aire libre. “La experiencia es elaborar los platos frente a la gente y que vayan de la cocina a la reposera”, dice el chef. Sobre este modelo, un plato de costillar de ternera acompañado de una ensalada de lechuga, tomate, zanahoria y rúcula vale $3.600.
En la noche hay cenas temáticas que difieren cada jornada y cuyos precios van desde los $4.000 hasta los $12.000. Los martes, por ejemplo, se ofrece un menú idea bajo una línea de comida italiana, con una ensalada caprese con rúcula y nueces como entrada, lasaña a la bolognesa como principal, tiramisú como postre más una copa de vino. Ese combo cuesta $6.200 y también habilita a los consumidores a quedarse en la discoteca.
En CR, ubicado en Pinamar Norte, los precios aumentaron un 70 por ciento respecto del año pasado, una cifra por detrás del porcentaje inflacionario acumulado. Allí hay diferentes menús del día que pueden ser una milanesa suiza con papas fritas (por $2.800; en el lugar aclaran que por el tamaño es para compartir), un pollo al verdeo acompañado de papa natural ($3.200) o pesca del día con arroz pilaf (también $3.200). La bebida vale $500. Una cena con un chef invitado puede costar $7.500.
En tanto, una tabla de mar tiene un precio de $5.000. En esta opción hay gamba, mejillones, rabas y otros productos frescos, y, nuevamente, en el lugar aclaran que es para compartir entre 4 y 6 personas. Además, por las tardes, de 18 a 20, suele haber 2x1 en aperitivos. En esa franja horaria, por ejemplo, se pueden beber dos licuados de medio litro por $1.000. El balneario funciona de 9 a 20 y en ocasiones de cena hasta la 1 de la madrugada.
En Rada Beach, el restaurante homónimo ofrece los sabores de autor a cargo del chef Pedro Demuru. Como opción de la carta para el desayuno o merienda hay desde tostones de huevo, palta, tomate y panceta con jugo de naranja y una infusión a $1.900. También tostadas de panes caseros elaborada en el espacio bakery propio, tortas y dulces. Además, los yogures con granola y frutas como açaí arrancan desde $1.300.
Para el mediodía, hay opciones entre panes hasta un plato como pesca a la plancha con papas cuñas o batatas a $3.300. La estrella de la casa es el pastel de ciervo caramelizado con puré de calabaza y muzzarella a $5.600 ideal para compartir. El menú ofrecido de snack, incluye desde bruschettas, pizzas y tablas.
Por las noches, hay platos como los garróncitos de cordero con mousseline de papas, olivas negras y tomate asado en salsa demiglace a $4.500, ribs de cerdo con barbacoa y batatas coleslaw a $4.900 que también se pueden compartir, o la pesca del día a la plancha en croute de hongos, puré de coliflor ahumado, pimentón y hojas de estación a $4.100.
Cabe agregar que los viernes se está llevando a cabo un ciclo foodie donde se fusionan las cocinas de autor de reconocidos chefs junto a Demuru. En los próximos encuentros participarán Donato de Santis, Felicitas Pizarro y Lele Cristóbal.
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En los balnearios de Ostende se hallan los precios más accesibles. En el parador Barlovento las rabas cuestan $3.000 y la tabla de mar (con calamarettes, cornalitos, rabas, pesca del día), $4.600. Una cazuela de mariscos sale $3.600 y un plato de paella $100 menos. Algunas comidas tradicionales tienen los siguientes costos: la milanesa napolitana $1.900, los sorrentinos de jamón y queso $1.600, los panchos $1.000 cada uno y una hamburguesa completa (con jamón, queso, lechuga, tomate y huevo duro) $2.200. Como postre, las dos bochas de helado o un flan casero tienen el mismo valor: $900. Lo mismo un café con leche y tres medialunas.
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El restaurante de Hemingway, en Cariló, atiende de 9 a 00.30. Cuenta con una capacidad aproximada de 280 personas al mediodía y de unas 150 a la noche por cuestiones climáticas. La carta, como en la mayoría de estos establecimientos, varía de acuerdo al horario. De día las preferidas del público son las ensaladas, que cuestan entre $2.750 y $3.200 en sus ocho variedades. De noche, aparecen recomendados como el risotto azafranada con camarones (con cebolla, morrón ciboulette y crema) que sale $3.900 o los raviolones de cordero (con salsa de champiñones, portobello, pomodora y mix de semillas), con un precio de $3.200.
En este lugar, además, hay un menú veggie de tres opciones: wok de vegetales ($2.750), sándwich vegetariano ($2.600) y hamburguesa vegana ($2.500). Y un desayuno de la casa por $1.600 que se sirve de 9 a 11 e incluye infusiones y un exprimido de naranja o limonada más una de las cuatro clases de acompañamiento (un tostón, un plato frutal, un yogurt con frutas o una canasta de tostadas y huevos revueltos).
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