Desde Cariló hasta el otro extremo del partido, a lo largo de sus 22 kilómetros de playa Pinamar cuenta con decenas de paradores que esperan cada temporada a los turistas con renovaciones, servicios clásicos, propuestas nuevas y otras actividades características de los veranos pinamarenses.
En Pinamar Norte, Rada Beach se encuentra ubicado en Avenida del Mar y Odisea, retirado del centro, en un enclave calmo de la costa. Se caracteriza por tener un ambiente moderno, relajado y con servicios premium. Para este verano, en busca de ofrecer mayores comodidades, se amplió su espacio outdoor para almorzar y se diseñó un sector en la playa con una ambientación minimalista.
Entre las activaciones, destaca una nueva edición del exclusivo ciclo foodie en el que el chef Pedro Demuru fusiona su estilo de autor junto a reconocidos cocineros. El primer invitado será Lelé Cristóbal. Además, este año habrá clases de yoga y masajes gratuitos para los clientes en el área destinada al relax. Y para los más chicos, el parador cuenta con un espacio de recreación con juegos y un staff de profesores listos para entretenerlos con actividades lúdicas, deportivas y competencias.
El restaurante, por otra parte, tiene en las rabas, los langostinos empanados, las ensaladas y los sándwiches gourmet los más solicitados por los comensales. La carta nocturna cuenta con platos tradicionales como pastel de ciervo y garrón de cordero. También hay opciones para vegetarianos, celíacos y un menú infantil.
Rada Beach recibió el 2023 con ocupación plena. Walter Zenobi, socio del lugar, expresó su alegría por la “confianza” de los clientes que los volvieron a elegir este año y por la consecuente “reactivación del sector turístico”.
En la zona del centro de Pinamar aparece El Dorado, que se localiza sobre Av. del Mar 99, casi en la esquina con De Las Gaviotas, y que también cuenta con diferentes servicios de playa, recreación infantil, yoga por las mañanas y clases de baile por las tardes.
Allí sobresale el restaurante, que está orientado a recibir a un público de 40 años en adelante. Abre todo el año desde hace diez temporadas y funciona desde las 9 hasta la medianoche. “Si bien la gente nos referencia como un lugar de mariscos y pastas, no tenemos una especialidad en sí”, apuntaron desde el lugar ante la consulta de Infobae. No obstante, el menú tiene una estrella: la carne ahumada.
Y otra característica saliente es que “todo es casero, desde los panes hasta la panceta ahumada”, una metodología con la que se pretende “darle una identidad al producto para que sea único”. En el bar de playa la comida es la misma, con producción propia, pero en sándwich.
Yendo hacia el sur, en dirección a Ostende, se destaca La Escondida, un proyecto familiar de Gabriela y Daniel Fasano que transita su octava temporada. Este balneario se sitúa sobre Bartolomé Mitre, entre Nuestras Malvinas y Almirante Brown. Recibe mayormente a un público con perfil deportivo. Es que allí se organizan eventos de beach hockey, rugby y vóley, además de spinning y clases de funcional, entre otros. “Y este año agregamos yoga, dos veces por semana”, resaltó Gabriela.
“Nos caracterizamos desde el comienzo como un parador familiar y super deportivo”, describió la propietaria. Su lugar se concibió con la idea emular “un club” con propuestas incluso para cuando el clima no acompaña. Allí mismo hay también “una tienda con bolsos y diferentes accesorios de playa. Además, una radio (Surf and Rock) funciona en la terraza, acotó la administradora. El balneario es punto de encuentro para muchos jóvenes para los after, al igual que UFO Point o Boutique.
En el restaurante -que abre de 9 a 20 y, desde enero, los viernes, sábados y domingos atiende de corrido hasta las 23.30- no faltan las clásicas rabas, tablas de mar o ensaladas, típicamente demandadas por los turistas. Este año se incorporó la opción de tapeo. “Y el bar de playa la rompe con tragos con gin y destilados saborizados”, concluyó Gabriela.
El balneario La Pérgola, en Valeria del Mar (Av. Costanera y Comodoro Py), está recomendado para familias y parejas. Las clases de yoga son los lunes, miércoles y viernes a las 8. A partir de las 10, cada mañana hay actividades de recreación, con juegos para chicos y grandes. “Además, muchas tardes aprovechamos el día para traer shows de títeres y bandas de música”, resaltaron desde el lugar a Infobae. En el amplio parador hay, entre otras cosas, cancha de vóley, de futbol, juguera y una barra de tragos.
El restaurante atiende de 9 a 20 y tiene una gran variedad de menús: “Después de muchas temporadas respetando la calidad del producto y servicio esperados por nuestros clientes, podemos decir que los platos más demandados son las rabas y la picada del pescador, que cuenta con rabas, merluza, camarones, gambas y salmón para compartir”, afirmaron.
En Cariló se destaca Hemingway. Su restaurante atiende de 9 a 00.30. “Al mediodía lo preparamos para unas 280 personas, a la noche reducimos la capacidad a 150 para poder tenerlo calefaccionado”, detalló Gustavo Gorosterrazu, uno de los socios, ante la consulta de este medio. La carta varía de acuerdo al horario: “Al mediodía la gente demanda algo más de celeridad. En cambio, a la noche se ofrecen platos que consumen otro tiempo de preparación, como paella, pulpo o cordero”. Las ensaladas, en cada una de sus variedades, más las rabas especiales y el risotto de camarones son los más requeridos.
Respecto de las actividades para los visitantes, “hay no menos de seis diarias para toda la familia, incluyendo aquellas recreativas para los más chicos, de 4 años para arriba. También, dos veces por semana, hay clases de zumba o ritmo latino, hay meditación asistida y clases de yoga desde las 9”.
Para mediados de enero, más precisamente el sábado 14, está prevista una fiesta para un centenar de personas y que contará con la presencia de los hermanos Petersen. En tanto, el último jueves del mes se organizará otra reunión exclusiva para sus clientes. Al margen, los sponsor marcan agenda con diferentes actividades, que por ejemplo pueden incluir degustaciones de vinos o cata de destilados.
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