El suizo que vino a ver la final del Mundial al país y festejó en el Obelisco: “Me sentí un argentino más”

Se llama Michael Gerber y en las redes es conocido como el “Suizo latino”. Vino por una broma que le hizo a un amigo y terminó sacando un boleto de avión, desde Colombia, donde vive hace tres años. Vio el partido en una plaza de Palermo, festejó los goles abrazado a desconocidos y tomó fernet caliente. Fanático de Messi, dice que nunca se olvidará de este día y se lo contará a sus nietos

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El influencer Michael Berger se filmó durante todo el partido que vio en Plaza Francisco Seeber, en Avenida del Libertador y Sarmiento, en los bosques de Palermo

“Durante los festejos fui un argentino más”, dijo el influencer suizo, Michael Gerber (28) que llegó a Buenos Aires dos días antes de la final, vio el partido en la calle y celebró la victoria en el Obelisco con un trago de Fernet en la mano. “El suizo latino”, como se lo conoce en las redes (Tiktok, YouTube, IG) tuvo el buen reflejo de venir a ver la final histórica a Buenos Aires, como también lo hizo el periodista y escritor Jaime Bayly y mucha gente anónima, que en lugar de sacar pasaje a Qatar, se vino vivir la gran fiesta en las calles de toda la Argentina. También llegaron muchos argentinos que viven en el exterior, que vinieron a ver los partidos en casas de sus amigos y familia. Sin la opulencia de Qatar, sino a pura emoción en el barrio, donde se escuchaban los gritos y ovaciones que entraban por ventanas y balcones.

El suizo latino, fanático de Messi, vino a Buenos Aires por una broma con un amigo. “En el Mundial empecé alentando por mi país, pero cuando Suiza quedó fuera, dije que iba a apoyar a la Argentina y Messi. Cuando era la semifinal contra Croacia dije como en broma a un amigo ‘si gana Argentina voy a Buenos Aires para mirar la final del Mundial allá’. Y sí, luego ganaron y me compré un pasaje”, cuenta la historia.

El día de la final
El día de la final vio el partido en la calle y asegura no haber visto nunca nada igual

El boleto no lo sacó desde Suiza. Estaba más cerca. Hace tres años que este joven que nació Menziken y creció Beinwil am See, dentro del cantón alemán, decidió instalarse en Colombia porque ese país conquistó, por eso habla perfectamente el español, idioma que usa en sus redes“. La gente tiene una alegría diferente, es súper amable, me gusta la naturaleza y los paisajes. En Suiza la gente es muy reservada y es difícil hacer amigos. Y con la Argentina me pasó igual. La gente fue muy amable”, explica.

Desde Ibague, a 200 kilómetros de Bogotá, ya había visto que el lugar de los festejos mundialistas se hacían en el Obelisco, por lo que reservó un hotel a tres cuadras del monumento. Todo esto lo contaba en sus multitudinarias cuentas. La de IG @elsuizolatino tiene 2,3 millones de seguidores. Con ese caudal, hace tiempo que vive de eso y viaja.

En todas las imágenes se puede ver a Michael expresando su amor por Messi. Ese jugador que por más que fuera un rival en la cancha, ya que él era hincha del Valencia C.d.F, lo maravillaba. “Fui dos veces a la cancha y goleó a mi equipo. Pasó a varios jugadores e hizo esos goles a 20 metros, lo que siempre hace”, cuenta. El influencer se había hecho hincha del equipo español a los 10 años por el jugador Vicente Rodríguez. Y el plantel del FCB de la época de Iniesta, Xavi y Messi fue su favorita.

Michael quería ver a Messi alzando la copa que le faltaba. “Yo sabía que iban a ganar, pero el partido era un 50 y 50. Pero yo sabía que si venía y la Argentina ganaba iba a ser un día que jamás se iría a olvidar.”

El primer fernet que se
El primer fernet que se tomó no tenía hielo, igual se lo tomó

La única vez que había pisado el suelo argentino había sido unos días en Iguazú, en una visita a las Cataratas. Buenos Aires le impresionó por su fisonomía europea. En esta oportunidad, llegó el 15 de diciembre y esos días en la previa se dedicó a pasear. Fue a la Bombonera, probó comidas y se volvió fanático de la pizza y las milanesas. También comió choripan. Todo le pareció muy rico, aunque se quedó sin tiempo para el asado. Mal momento para que un amigo se lo preparara.

“El día anterior al partido estaba muy nervioso. No pude dormir bien. Al día siguiente nos fuimos a ver el partido a Parque Seeber (av. Del Libertador y av. Sarmiento) en los bosques de Palermo”, cuenta sobre su día inolvidable en Buenos Aires. En el video, puede verse que se filmó su cara durante todo el partido, con los hinchas de fondo y cada tanto mostraba la pantalla gigante.

“Fue todo una locura, porque cada vez que Argentina hacía un gol estaba todo el mundo gritando y yo también, abrazando a gente que ni conocía”, cuenta el influencer suizo, que ya había hecho amigos locales con un par de videos en Tiktok.

En medio de los festejos del Mundial en el Obelisco, el influencer Michael Gerber se anima a tomar la tradicional bebida argentina

El partido fue de locos. Todos los que lo vimos, lo sabemos. Nunca he visto un partido así, que da 50 infartos en dos horas. Estaba con toda la gente, con tanta pasión, como yo, que me dije hoy soy argentino”. Quería tanto que Messi ganara el mundial, estaba con toda la gente y me sentí como un argentino más, sí”, subraya.

“Cuando Francia hizo goles no se escuchaba nada y cuando ganó la Argentina al final afortunadamente eso fue una locura. Yo nunca había visto algo parecido, así con tanta gente en un lugar”, asegura. “Y luego caminamos desde Palermo hasta el Obelisco, con toda la gente”, recuerda todavía con alegría en su voz.

Una de sus grandes anécdotas del festejo es que cuando quiso volver al hotel desde el Obelisco, que quedaba a tan solo tres cuadras de ahí, tardó dos horas en completar el recorrido por la cantidad de gente. Llegó agotado, de saltar, de gritar, su piel blanca estaba arrebatada por el sol, y volvió a salir a festejar a las 9 de la noche. Ya había menos gente, pero había fiesta y “gente que estaba arriba del Obelisco que no sé cómo se metió”, todavía se pregunta.

También cuenta la historia de su trago callejero. “Mi primer Fernet estaba caliente, porque no había hielo. Estaban vendiendo en el Obelisco con Coca y como no tenía hielo, les ofrecí 500 y me lo dieron a ese precio”, cuenta. Y no a 1000. Al principio no le gustó, olía a “medicina” pero después “bajó como agua”, expresa (ver video).

El joven suizo apenas se dio un respiro para descansar. “El domingo no paré, el lunes dormí y el martes fue otra vez lo mismo. Entonces quedé destruido”. Quería ver a Messi con la copa y salí a la calle para recibir a los jugadores. Ya a esa altura se sabía todas las canciones de la selección, no paró de saltar y su tema preferido es Muchachoooos. Al final se quedó con las ganas de ver a Messi.

Los videos que filmó durante esos días fueron a sus redes sociales. Y le llamó la atención que todos los comentarios eran casi todos positivos. “Eso es muy difícil en las redes, porque muchas veces la gente sale al criticar, pero en este vídeo los comentarios son de argentinos y muchos agradecen por haber alentado y que con su video también revivían la final”. Todas estas anécdotas que hoy guarda en su memoria dice que el día de mañana las compartirá con sus nietos.

El plan de Michael es volver a la Argentina para visitar a algunos seguidores. Le escribieron de Córdoba, Mendoza, de la Patagonia, le mandan fotos. Incluso lo invitan a sus casas.

La próxima sí habrá tiempo para que alguien lo invite a un asado.

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