Las risas de los chicos de 12 años se mezclaron con las lágrimas. La carrera por tocar el agua a orillas de la playa hicieron que dejaran de sentir las piernas cuando la emoción les dictó correr más allá de sus límites. No fueron los únicos: los adultos que los acompañaron hicieron exactamente lo mismo; no se trataba de una reacción de chicos sino de dejar salir toda la sensación por estar por primera vez en sus vidas frente al mar.
El sonido de las olas —que a todos les pareció indescriptible— los emocionó tanto como el de las turbinas del avión al que también subieron por primera vez. Estar allí fue un sueño que les causó insomnio a los niños y niñas de 7° de la Escuela del Ceibal N° 806 América González de Risso, de la localidad rural de El Ceibal, San José del Boquerón, a unos 300 km de la Ciudad Capital de Santiago del Estero.
A principios de noviembre, cuando el Viaje de Egresados peligraba, grabaron un video que se hizo viral en la provincia y el 8 de ese mes, Infobae dio a conocer el pedido de los chicos: “Queremos culminar esta etapa de la escuela con un viaje de egresados en el que podamos compartir y conocer otros lugares. Vivimos en un lugar muy hermoso, en la ribera del Río Salado, en un lugar de bosques espesos y nuestro gran deseo es conocer el mar todos juntos y disfrutar de otros paisajes”, contaron.
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Para lograrlo, vendieron rifas, tortas e hicieron hasta loterías en el barrio, pero gracias a la difusión lograda recibieron importantes donaciones para materializar el deseo: hospedaje y el pasaje en avión. “Estamos viviendo un sueño. Es más de lo que nos animamos a soñar. Compartir el Mundial con más de 500 personas nos llenó de emoción”, dijo conmovida Gladys Cuellar, directora de la escuela.
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Animarse a soñar
En total, 21 personas (alumnos, personal docente y madres) dejaron el jueves pasado Boquerón para iniciar el viaje de sus vidas. Llegaron en avión a Buenos Aires donde recorrieron la ciudad, fueron recibidos en la Casa Rosada y luego iniciaron el recorrido hasta Chapadmalal y este lunes llegaron a Mar del Plata.
“Durante la tarde estuvimos en el puerto de Mar del Plata. Los chicos estaba locos mirando a los lobo marinos”, contó emocionada Gladys Cuellar, directora de la escuela. Y Vicky, una de las alumnas agrega sobre sus vivencias: “Lo que más me gustó fue el viaje en avión y los lugares que conocimos. Me llamó la atención el ruido del mar, ver la inmensidad que tiene. La estamos pasando muy bien”.
Para Solana conocer el mar “cumplir un sueño”. “Jugar en la arena y juntar caracoles fue algo que me gustó mucho. Todo lo que compartimos lo estoy disfrutando mucho. Levantarme y llegar a la playa fue algo que me encantó”. A Luján lo más le causó sorpresa fueron “los paisajes y ver las olas”, además de celebrar juntos los goles de la Selección. En el caso de Marcelo “concretar este sueño gracias a quienes nos ayudaron es increíble”.
Llegar allí involucró mucho esfuerzo por parte de la familia y de la comunidad, por eso en estos días los vecinos que colaboraron celebraron el logro de sus estudiantes. Con ellos también fueron algunas madres. “Fue muy hermoso haber visto tanta emoción”, cuenta Lucrecia, una de las mamás del grupo.
Aunque para ella no fue la primera vez allí, no evitó las lágrimas. “Las caras de felicidad de estos doce chicos y chicas por ver por primera vez el mar no tiene precio. Corrieron hacia la orilla gritando felices y poniendo sus piecitos ahí... Pero también sus mamás, mujeres de entre 30 y 50 años que tampoco habían visto una ola; ver cómo se abrazaban y lloraban con las directoras fue hermoso. ¡Lo cuento y me emociono de esa emoción! Los filmé porque gritaban y saltaban con tanta alegría y hasta el día de hoy, todos estos días que han ido a la playa jugaron en la orilla, se metían al mar aunque sea vestidas porque les da mucha vergüenza ponerse un traje de baño”.
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En su caso, le tocó viajar por trabajo varias veces y que conocía la costa de Buenos Aires, por eso se hizo a un lado de los primeros minutos de disfrute y solo los registró. “Es muy fuerte emocionalmente que este grupo haya tenido la posibilidad de salir de Santiago del Estero y de hacerlo en avión, algo que también hicieron por primera vez. Como había mucha turbulencia en el vuelo lo vivieron de manera especial: se alegraban cuando iba tranquilo y cantaban, pero también gritaban y rezaban cuando se movía”. Y casi quebrada, completa: “Fue sumamente emocionante verlos con las caritas pegadas a las ventanas mirando la tierra en cuadraditos y contando cuántas provincias había que cruzar hasta llegar a Capital Federal”.
Antes, estuvieron en Buenos Aires y conocieron el Obelisco, la Plaza de Mayo, el Cabildo, la Casa Rosada, “todo lo que estudiaron en los libros ahora en vivo y en directo”, contó Florencia Gómez, oriunda de Santiago del Estero y radicada en Buenos Aires, que es madrina del Frente de Mujeres Campesinas del Salado Norte, la ONG que les colaboró.
Este domingo, también vivieron un momento único cuando se sumaron a la magia de La Scaloneta. “Fuimos al Centro de Turismo de Chapadmalal para ver el partido de la Selección y poder compartir juntos ese momento, con tantos nervios y emoción, también fue algo inolvidable. Creo que ninguno de ellos ni nosotros, los adultos, vamos a olvidar este viaje”, finalizó la directora.
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