En medio de los festejos por Navidad, unos 38 conductores dieron positivo en los test de alcoholemia dispuestos en la Ciudad de Buenos Aires. Así lo informó la Secretaría de Transporte y Obras Públicas según los datos recolectados en los 4.204 controles. Ahora, como sanción, no podrán manejar por mínimo dos meses.
Cada año se espera que sean menos, sin embargo, a pesar de las advertencias, el número se mantiene. Así lo especificaron desde el área de Transporte al confirmar que se mantuvo el porcentaje de positivos del año pasado, el mismo se ubicó en el 0,90%.
Además, según especifica en un comunicado Manuela López Menéndez, secretaria de Transporte y Obras Públicas de CABA, en esta oportunidad la cantidad de controles se duplicó. “Este año duplicamos la cantidad de puestos de control durante las fiestas en distintos puntos rotativos de la Ciudad para cuidar a los vecinos y vecinas. Son 38 las personas que resultaron positivas en alcoholemia y no podrán volver a manejar por un mínimo de dos meses”.
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Desde el área resaltan la importancia de entender y transmitir que el alcohol y el manejo no son compatibles. En CABA, el límite máximo tolerado de alcohol en sangre es de 0,5 gr/l para vehículos particulares, 0,2 gr/l para motociclistas y 0,0 gr/l para principiantes y conductores profesionales.
Del total de los 38 conductores, los datos de unos 10 indicaron que tenían un dosaje mayor a 1 g/l, lo que confiere una inhabilitación de 4 meses a 2 años; y 28 con dosaje 0,5 g/l y 0,99 g/l, que equivale a una inhabilitación entre 2 y 4 meses.
Estos últimos estuvieron lejos del dosaje más elevado, el cual fue de 2,35 g/l de alcohol en sangre mientras que de los 23 controles de estupefacientes que hubo unos 4 dieron positivo.
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En ese sentido, desde el área expresan que uno de cada cinco siniestros fatales registrados en CABA están relacionados con el consumo de alcohol, precisaron. En 2022 se realizaron un total de 331.986 controles, lo que significó un crecimiento de 12% con respecto al año anterior.
A lo largo de todo el año se registraron unos 5.155 positivos lo que representa el 1,5% del total de controles, es decir, 15 positivos de alcoholemia por día.
Además, desde la implementación de la nueva ley, unas 4.774 licencias fueron inhabilitadas. La norma entró en vigor en febrero de este año y establece nuevas penalidades que fueron aprobadas en el marco del Proyecto Integral de Convivencia Vial y se inhabilita a las personas que den positivo en un control de alcoholemia. Todos los conductores que dan positivo son inhabilitados por un mínimo de dos meses y su situación varía según el dosaje arrojado.
Desde febrero hasta el mes de noviembre se brindaron en total 112 talleres y se capacitó a 3.095 personas que fueron inhabilitadas por alcoholemia positiva.
El taller de seguridad vial tiene como objetivo que los participantes reflexionen sobre la importancia de promover conductas respetuosas y responsables en materia de tránsito para prevenir situaciones de riesgo y evitar víctimas.
En tanto, desde 2016 a noviembre de 2022 los controles de alcoholemia se incrementaron 177% (de 119.772 a 331.986) mientras que la cantidad de positivos disminuyó de 3,3% a 1,5%.
Controles en Año Nuevo
La Ciudad de Buenos Aires adelantó que para Año Nuevo también duplicará la cantidad de controles en todo el territorio. Habrá 20 puestos ubicados en puntos estratégicos. La medida, que se replica cada año, tiene como fin reducir los incidentes viales durante los festejos.
Los controles consisten en tres pasos muy simples: primero se verifica la documentación (licencia de conducir, cédula verde, seguro), luego se lleva a cabo el examen con equipo tipo alómetro (para determinar si hay presencia de alcohol) y por último, a quienes den positivo se les realizará el test con alcoholímetro para determinar dosaje.
Según explicaron desde la secretaría porteña, para optimizar los puntos de control en distintas ubicaciones se utiliza la metodología embudo: se encauza el flujo vehicular tomando varios carriles de la avenida para poder verificar un mayor número de conductores y para que todos los vecinos que pasan por el lugar lo hagan a baja velocidad, vean de que se trata el control, y se genere conciencia en otros conductores.
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