Los destrozos que ocurrieron ayer martes en el centro porteño en el marco de los festejos por el triunfo en Qatar también tuvieron como víctimas a trabajadores y pequeños comerciantes. Uno de esos afectados es Marcelo, un canillita cuyo kiosco de diarios y revistas ubicado sobre Cerrito 372 sufrió graves roturas como consecuencia de un grupo de inadaptados que durmió sobre el techo del comercio a la espera del micro descapotable que trasladaba a los futbolistas. “Ayer pensé que me iba a agarrar un infarto”, aseguró hoy en diálogo con Infobae.
Marcelo, de 70 años, llegó ayer a su lugar de trabajo cerca de las 6.30 de la mañana y se encontró con una veintena de personas subida sobre su local. Indignado, intentó que los inadaptados descendieran a la vereda y así resguardar la integridad de su comercio. Sin embargo, sus intentos fueron en vano. ”Nunca vi tanta cantidad de publico”, aseguró el canillita: “Parecían zombies”.
Trabaja desde fines de los 70s en ese kiosko y vio los tres triunfos de Argentina en copas mundiales en ese mismo lugar. No es la primera vez que le rompen su comercio, aseguró que “esto no se puede comparar”.
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“En un momento dado se me arrima uno y me dice: “Abuelo, quedate tranquilo. Los muchachos me están diciendo que te vengamos a pegar”. Porque yo los bajaba. Cuando se subían, los agarraba de los pies y los tiraba para abajo”, contó durante una charla con radio Mitre.
Tras ser amenazados, Marcelo y su hijo optaron por retirarse del lugar ya que tampoco había presencia policial para reportar la situación. “Nos amenazaron con pegarnos a mi hijo y a mi, y nos tuvimos que ir. Realmente es penoso. Me destruyeron todo. No puedo abrir el kiosco. Es muy triste, porque estamos retrocediendo en vez de avanzar”, lamentó.
Hoy, un día después, a Marcelo solo le queda presentar la denuncia correspondiente y buscar presupuestos para arreglar los destrozos en su kiosco. “Estoy muy mal. ¿Qué hice para merecer esto? Hablo italiano, trato bien a la gente, hice el curso del sindicato de la Ciudad de Buenos Aires... Realmente me destruyeron. Es aberrante lo que me pasó, no se lo deseo ni a mi peor enemigo. La desidia de la gente… es muy triste todo esto”, dijo el trabajador.
Mientras el kiosko de Marcelo era dañado, un grupo de al menos nueve delincuentes aprovechó los incidentes en la zona del Obelisco y violentó la persiana de un banco Galicia, ubicado en Cerrito y Lavalle. Los ladrones robaron una impresora de grandes dimensiones y la subieron a una camioneta Peugeot Boxer.-
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La escena del robo fue captada por las cámaras de seguridad de la zona, a las que accedió Infobae y que ilustran esta nota. Según confirmaron fuentes policiales a Infobae, el acusado de conducir la camioneta fue arrestado ayer por la noche por la Policía de la Ciudad, con un expediente en manos del juez Gustavo Pieretti: resultó ser un trabajador de la TV Pública.
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