De la guerra de Malvinas también participaron civiles. Hubo capellanes, estibadores, marinos mercantes, médicos, instrumentadoras quirúrgicas, observadores aéreos, operarios de las Islas Georgias, periodistas, personal civil de las Fuerzas Armadas, pilotos civiles, operadores de radio y televisión, radioaficionados, personal de correo y de vialidad. Ellos también pelearon en el conflicto del Atlántico Sur. Tuvieron sus condecorados y también sus bajas: 15 fallecieron en el ataque al buque Isla de los Estados, uno en el buque pesquero Narwal y dos en el Crucero General Belgrano. Hubo, además, una docena de civiles voluntarios heridos.
Durante la guerra se perdieron el Transporte ARA Isla de los Estados; el buque Bahía Buen Suceso; el Río Carcarañá; el pesquero Narwal, mientras que el Yehuin fue capturado por los británicos.
La miniserie documental Civiles en Malvinas pone el foco en el papel cumplido por marinos mercantes y por seis instrumentadoras quirúrgicas. Son cuatro capítulos que cuentan, en detalle, arriesgadas misiones en la guerra de 1982.
“Es una forma de dejar un documento para siempre”, destacó para Infobae Matías De Lellis, realizador y productor general. Está al frente de un proyecto cuyo estreno se vio postergado por la fiebre mundialista.
Junto a Nicolás Moro, socio en la productora Mandrila, llevaron adelante un arduo trabajo. Les resultó complicado ubicar a los protagonistas y en algunos hubo que invertir grandes cuotas de paciencia y persistencia para convencerlos de que hablasen de aquellos días de la guerra. “Muchos están aún con una sensación de temor, que los llevan a encerrarse en sí mismos”, explicó el realizador.
El capítulo 1 se denomina “El intruso”. El Río de la Plata, buque de ELMA, al mando del capitán Carlos Benchetrit, había dejado el puerto de Bilbao y se dirigía a Buenos Aires. Por mensaje cifrado, le ordenaron dirigirse a la Isla Ascensión con el propósito de hacer avistajes a la flota inglesa, que ya había puesto proa con destino final al Atlántico Sur.
Benchetrit no salía de su asombro con lo que vio ese 23 de abril por la tarde. Ubicado a una prudencial distancia, más de una docena de buques de guerra se recortaban a lo lejos. Sin demora, por mensaje cifrado, pasó los datos y dejó la zona. Sin embargo, recibió otro mensaje que le ordenaba regresar y tratar de tomar fotografías. Las cosas no serían tan sencillas. Los británicos se dieron cuenta de su presencia y helicópteros comenzaron a sobrevolarlo. Por mensajes de radio ingleses, Benchetrit escuchó que informaban sobre “un intruso”.
Con la sensación de un inminente ataque, se dirigieron a Montevideo y luego a Buenos Aires, donde entregaron el material a inteligencia naval.
De Lellis registró el testimonio de Benchetrit en 2012. “Hay que tener en cuenta las edades de los veteranos. Dentro de unos años ya no van a estar y es importante contar con su palabra”. El caso de Benchetrit es uno de ellos. Falleció en 2018.
El capítulo 2, titulado “Naufragio en Isla Soledad”, relata las circunstancias de los ataques sufridos a tres buques, dos de ellos mercantes. Uno de ellos fue el Carcarañá, nave de carga, de 10.200 toneladas y de 180 metros de eslora, blanco de aviones británicos el 16 de mayo. Averiado, debió ser abandonado por la tripulación. El otro fue el Formosa, un barco de transporte que en las acciones del 1 de mayo, fue atacado por error por una escuadrilla de aviones A 4 P Skyhawk. Una de las bombas que recibió quedó en la bodega sin detonar.
Doris West, hoy de 92 años, era enfermera civil del Formosa, y ese 1 de mayo estaba bordando en punto cruz en su camarote cuando un violento golpe le hizo volar su trabajo y terminó en el suelo. Corrió para atender a los posibles heridos. Dice que esa noche nadie en el barco durmió.
El tercero, el Isla de los Estados, era un buque de la Armada que el 21 de mayo fue atacado por la fragata Alacrity, en la zona del Estrecho de San Carlos. Practicamente estalló cuando proyectiles alcanzaron los depósitos de municiones y combustible. El saldo fue trágico: fallecieron 15 marinos mercantes, tres de la Armada, dos del Ejército, uno de la Fuerza Aerea y otro de la Fuerza Aérea.
El capítulo 3 está dedicado a las seis instrumentadoras quirúrgicas que se anotaron como voluntarias, y que Infobae contó sus historias en sendas notas. Las que dieron testimonio fueron María Marta Lemme, Silvia Barrera, Norma Etel Navarro y María Angélica Sendes. También se incluye a mujeres de la Marina Mercante que cumplieron tareas en diversos buques, como fue el caso de María Marta Giménez, Mariana Soneira, Marcia Marchesotti y la citada Doris West.. Los buques involucrados son el Rompehielos Almirante Irízar, el Formosa y el Canal de Beagle.
Se destaca que, al día de hoy, existen los incrédulos ante el papel cumplido por esas mujeres. “Hay mucha desinformación sobre este punto, y creo que esta serie es un aporte a la cuestión”, consideró De Lellis.
Para el equipo, las mujeres fueron las más difíciles de convencer a que brindaran testimonio. “Son las que quedaron más dolidas por el trato posterior que recibieron”, explicaron a Infobae.
La última entrega, titulada “El señuelo”, está dedicada a los pesqueros Narwal y Usurbil, que realizaron tareas de inteligencia sobre la flota británica. El Narwal fue atacado por dos aviones Harrier en la mañana del 9 de mayo y terminó hundido. Omar Alberto Rupp, uno de los tripulantes, falleció a consecuencias de las graves heridas. Tenía 25 años y hacía un mes que había sido padre. El resto evacuó la embarcación y se transformaron en los únicos prisioneros argentinos del portaaviones Invincible. El helicóptero Puma 505 enviado desde las islas para el rescate de los náufragos, fue derribado por un misil Sea Dart, el primero disparado en toda su historia. Fallecieron en el acto el teniente Juan Carlos Buschiazzo, el teniente primero Roberto Mario Fiorito y el sargento mecánico Horacio Raúl Di Motta.
El otro pesquero, el Usurbil, no fue atacado por no estar dentro de la zona de exclusión.
Los marineros del pesquero conservan el recuerdo amargo y hasta hostil del regreso. Por las características de la misión, se les indicó que no hablasen con nadie de lo que habían vivido. Algunos tomaron esto muy al pie de la letra y aún décadas más tarde, costó quebrar ese silencio.
Alejandro Gómez, al que todos conocen como “Cachorro”, tiene una obsesión: la de poder preguntarle a David Morgan, piloto de uno de los Harrier, si hubo una orden explícita de disparar contra las balsas donde ya estaba la tripulación, o si todo fue producto de la confusión y del vértigo del ataque. La productora ya hizo contacto con el piloto, quien se mostró abierto a un encuentro.
Además, la productora viajó a España donde entrevistó a Fernando Otero, tripulante español reconocido como veterano de Malvinas. Fue el tercer oficial de máquinas del Usurbil y en una ceremonia celebrada en la embajada argentina de España, recibió en 2017 la medalla del Congreso de la Nación.
Según consignó a Infobae el historiador naval Horacio Vázquez Rivarola, existen 12 españoles reconocidos como veteranos de los 77 que participaron en misiones de guerra ordenadas por la Armada (los que no fueron reconocidos son los que no estuvieron dentro del TOAS aunque hayan realizado misiones de guerra ordenadas por la Armada). Además, hubo otros extranjeros que tuvieron distintos grado de participación.
Dos de los 16 marinos mercantes muertos en la guerra eran españoles: Manuel Olveira (Finisterre, Galicia) y Rafael Luzardo (Puerto de la Luz, Islas Canarias)
De Lellis destacó que con la mayoría de los veteranos que brindó su testimonio, quedaron en una muy buena relación. Suele viajar dos o tres veces por año a Bahía Blanca a encontrarse con los tripulantes del Narwal. También sigue en contacto con varios del Carcarañá.
También participaron de la realización de esta miniserie Nicolás Mora en postproducción y música, Juan Novo como productor ejecutivo y Andrés Alvarado en el guión.
Ninguno de los civiles que contaron sus experiencias vieron la serie, que se emitirá por la Televisión Pública los días 20, 21, 22 y 23 a las 22:30 horas. Ellos son los protagonistas, porque también estuvieron en la guerra y tienen historias para contar.
Crédito fotografías: Productora Mandrila
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