A la espera del tratamiento en el Senado de la ley de alcohol cero, que ya tiene media sanción de Diputados, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires informaron este jueves que en lo que va del 2022 más de 5 mil conductores dieron positivo de alcoholemia.
De acuerdo con las cifras que difundieron las autoridades porteñas, hasta el 30 de noviembre pasado ya se habían realizado un total de 331.986 controles de este tipo en distintos puntos del distrito, lo que representó un crecimiento de 12% con respecto al año anterior.
De todas las pruebas que se hicieron, el 1,5%, es decir, 5.155 personas, superaron el máximo de alcohol en sangre permitido, que es de 0,5 gr/l para vehículos particulares, 0,2 gr/l para motociclistas y 0,0 gr/l para principiantes y conductores profesionales.
Te puede interesar: Alerta de los pediatras argentinos: cinco niños mueren por semana por accidentes viales evitables
El dosaje promedio de los infractores, que en un 78,6% fueron hombres y el 21,4% restante, mujeres, fue de 0,86 gr/l. Desde que comenzó en febrero a regir las nuevas penalidades por alcoholemia positiva, ya se retuvieron 4.774 licencias por un mínimo de dos meses.
“En 2022 hicimos por día casi 1000 controles de alcoholemia y detectamos 15 conductores positivos. Sabemos que 1 de cada 5 incidentes fatales está relacionado con el consumo de alcohol y por eso reforzamos cada vez más nuestra presencia en las calles. El objetivo es claro: queremos seguir concientizando y cuidando a los vecinos y vecinas porque ninguna víctima en el tránsito es aceptable”, sostuvo al respecto Manuela López Menéndez, secretaria de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad.
El gobierno de la Ciudad precisó que estos operativos forman parte de su segundo Plan de Seguridad Vial, el cual tiene el objetivo de reducir 50% las muertes por siniestros fatales para 2030, a partir de tareas de infraestructura; fiscalización y vehículos seguros; comunicación, educación y capacitación de los usuarios de la vía, y compromiso ciudadano.
Para optimizar los puntos de control en las distintas ubicaciones, se utiliza la metodología embudo: se encauza el flujo vehicular tomando varios carriles de la avenida para poder verificar un mayor número de conductores y, al mismo tiempo, para generar conciencia en el resto de los automovilistas que pasan por el lugar y no son detenidos.
Durante el control, el personal de tránsito procede primero a la verificación de la documentación de la persona, como la licencia de conducir, cédula verde y seguro, y luego realiza un examen con equipo tipo alómetro, para determinar si hay presencia de alcohol.
Te puede interesar: Alarma la cantidad de accidentes de tránsito que afectan a niños y adolescentes
A quienes den positivo en esa prueba, se les realiza el test con alcoholímetro para establecer el dosaje que, a partir de la nueva normativa, determinará la sanción que se agregará a la inhabilitación a manejar por un mínimo de dos meses.
En este sentido, quienes registren entre 0,5 gr/l y 1 gr/l de alcohol en sangre, también deberán pagar una multa de 150 ($11.365,5) a 1000 UF ($75.710) y la inhabilitación puede incrementarse a 4 meses, aunque si aprueba el curso de educación vial, el plazo se reduce a la mitad en la primera falta.
En tanto, para aquellos que superen el gramo de alcohol por litro en sangre, la multa será de 300 ($22.713) a 2000 UF ($151.420), o 1 a 10 días de arresto, y siempre se les aplicará la inhabilitación de la licencia, que puede ir de 4 meses a 2 años. En la primera contravención, el plazo de inhabilitación se puede reducir a la mitad si se aprueba el curso de seguridad vial.
Por otra parte, el gobierno porteño detalló que los controles de estupefacientes a conductores se mantuvieron estables, con 2.047 controles hasta noviembre de 2022, y que las 3 drogas más comunes detectadas en estos procedimientos son la cocaína, la marihuana y ambas combinadas.
Seguir leyendo: