Al Mundial en bici: los cordobeses que pedalearon seis meses y cruzaron 13 países para llegar a Qatar

Lucas Ledezma forma parte del proyecto “Todo a pedal”, y junto a tres amigos consiguió la hazaña que planearon desde 2019. Están en Doha hace poco más de un mes y sueñan con ver la semifinal contra Croacia desde la tribuna del estadio Lusail

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Los cuatro cordobeses empezaron su recorrido en África y atravesaron 13 países para alentar a La Scaloneta

Matías Villarruel Vercesi, Leandro Blanco Pighi, Silvio Gatti y Lucas Ledezma se ganaron el apodo de “gladiadores del pedal”. En 177 días, los cuatro cordobeses hicieron 10.500 kilómetros en bicicleta, y durante el trayecto pasaron por 13 países de África y Medio Oriente. El grupo de amigos se conoció en 2019 y al poco tiempo empezaron a planear la travesía que harían para llegar a Qatar y alentar a la Selección Argentina en el Mundial. Durante la charla con Infobae uno de los referentes del proyecto comparte detalles de la aventura que vivieron gracias a varios objetivos en común que ahora empiezan a cumplirse.

Un termo con la cara de Lionel Messi y los mates del amanecer en los paisajes más impensados, cánticos de cancha para darse aliento, picaditos, un cuarteto en el desierto y a seguir, de nuevo a la bici para avanzar otro tramo más. Esa fue la rutina de los protagonistas de esta historia durante seis meses, demostrando que estaban decididos a hacer realidad la hazaña que los puso a prueba tanto a nivel físico como emocional, y en cada etapa llevaron con orgullo los colores de nuestra bandera en sus camperas, que además lleva impreso el nombre con el que los encuentran en las redes sociales: Todo a Pedal.

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"Cada centímetro de nuestra piel
"Cada centímetro de nuestra piel estaba dispuesto a lograrlo, y lo hacemos para demostrarle al mundo que hacen falta más soñadores, empujando con las piernas todos los sueños que bombea nuestro corazón", anunciaban en sus redes sociales cuando ya faltaba poco para conseguir la hazaña

El 1° de mayo de este año, en el Día del Trabajador, tomaron un avión desde Córdoba hacia San Pablo, luego a Dubái y de ahí a Ciudad del Cabo en Sudáfrica, y allí comenzó oficialmente el recorrido sobre dos ruedas. Armaron sus bicicletas y cargaron como equipaje solo lo indispensable para cumplir con un itinerario de largas distancias por día, con el menor peso posible -una modalidad conocida como bikepacking- en bolsos diseñados para contener alrededor de 70 litros.

Ledezma es profesor de educación física y es el único de los cuatro que tenía experiencia en el mundo del ciclismo. En 2018 ya había logrado la hazaña de llegar a Rusia en bici desde su provincia natal, pero asegura que esta vez el desafío fue aún más grande, y fue crucial el apoyo de sus compañeros de ruta. “Como equipo nos complementamos muy bien, cada uno tiene sus diferentes experiencias, vivencias y virtudes, y la clave del éxito fue tener el sueño bien claro y firme; así cuando alguno estaba bajoneado otro le levantaba el ánimo, siempre pensando en el tramo final y en que cada vez faltaba menos”, describe Lucas en diálogo con este medio. A su vez, reconoce que los 100 kilómetros que hacían por día -y a veces hasta 150 de un tirón- implicaban mucho esfuerzo, organización y mantenerse optimistas cuando se presentaban imprevistos.

Tras recorrer diferentes rutas y
Tras recorrer diferentes rutas y ver paisajes únicos, Lucas Ledezma asegura que el mayor tesoro fueron las personas que conocieron en el viaje (Instagram @todoapedal)

Si bien tienen en común el espíritu trotamundos, y un buen estado físico, nunca habían hecho un viaje de esta dimensión. “Cuando nos conocimos, pegamos muy buena onda y se hizo mucho más fácil pasar tantos meses de convivencia”, explica, haciendo referencia a la filosofía de vida que todos comparten. Registraron cada momento para próximamente lanzar un documental, y fueron compartiendo fragmentos de la experiencia en sus respectivas cuentas de Instagram: @viajero_intermitente, @todoapedal y @sigoenviaje, @viajaconcabeza y @lucasledezma.99. Gracias a la visibilidad que les brindan las diferentes redes sociales, con más de 80.000 followers, fueron consiguiendo sponsors que les permitieron financiar parte de los gastos.

Cuentan que a pesar de haberlo planificado durante casi cuatro años, fue un “viaje gasolero”, donde una olla con fideos o arroz bastaban como almuerzo o cena, y que gran parte del trayecto fue posible por la hospitalidad de quienes se fueron cruzando en el camino. En Egipto vivieron días duros porque la policía y el ejército los frenó en plena ruta y sin explicarle los motivos por los que no podían transitar, los escoltaron sin indicarles pasos a seguir. Tuvieron que modificar los planes y optaron por otro camino.

Las bicicletas y todo el
Las bicicletas y todo el equipaje desmontado, que fueron sus únicas pertenencias durante 177 días

Así como hubo momentos tensos, también conocieron a familias que les abrieron las puertas de sus casas y recuerdan con mucho cariño cada uno de esos instantes. “Lo más lindo que nos llevamos de cada viaje son las personas que conocemos, con las que compartimos buenos momentos, y aunque sean cortos son muy intensos y de mucha energía. Más allá de los paisajes increíbles, nos queda eso, el recuerdo de todos los que hicieron un esfuercito para que hoy estemos en Qatar”, sentencia Lucas. A la hora de recargar energías, comenta que varias veces consiguieron hospedajes gracias a acuerdos publicitarios, pero cuando no había un lugar donde frenar, durmieron en carpas, estaciones de servicio, mezquitas, templos, e iglesias.

En cuanto a sus familiares, confiesa que por más de que sus seres queridos están acostumbrados a que vayan tras este tipo de aventuras, cuando les explicaron el plan de ir a Qatar, temieron por todo a lo que se exponían. “Nuestros padres saben lo difícil que es, pero entienden también que el mundo está lleno de gente buena que quiere ayudar, que pone el corazón, y que han sido parte de todo lo que hemos logrado”, admite. En este sentido, cuenta que es padre de su hija Emily, con quien compartió algunos trayectos en bicicleta por Córdoba, y que hubo conversaciones muy emotivas a través de videollamadas, sobre todo cuando la hazaña se hizo concreta y pudo mostrarle que habían ingresado al estadio para alentar a La Scaloneta.

Atravesaron 13 países de África
Atravesaron 13 países de África y Medio Oriente para alentar a la Selección, y el humor fue uno de sus grandes aliados en los momentos difíciles

El 7 de noviembre alcanzaron la meta: llegaron a Doha y los recibió una multitud que se acercó a saludarlos. “Se me pone la piel de gallina porque el mejor premio es el reconocimiento de la gente, y ser conscientes de que estamos ayudando a un montón de personas que a veces no se animan, que tienen miedo, o que esperan a tener plata, a estar más preparados, y les falta ese empujón, que creo que se lo pudimos dar a muchos, porque nos llegan mensajes todos los días que nos ponen muy orgullosos y muy felices”, expresa.

Creyentes de las leyes del Universo, principalmente en la ley de atracción, destaca la cantidad de sucesos “mágicos” que vivieron el último medio año. “Despertar a esa gente que a veces está dormida es una de nuestras misiones en este momento a través de este proyecto y sentimos que estamos cosechando algo muy grande cuando leemos lo que nos dicen, que les encantaría hacer algo similar o que quieren compartir momentos de calidad con los amigos y la familia”, expresa. Los soñadores natos son conscientes de la posibilidad de transmitir un mensaje mediante la difusión, y por eso desde un primero momento decidieron que este viaje iba a implicar también un compromiso social y sustentable.

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“Más allá de los objetivos de filmar un documental, de llegar para ver el Mundial, queremos dejar una huella para ayudar de alguna u otra manera a nuestra tierra, que está tan lastimada. En Córdoba queda menos del 3% del bosque nativo, y todos los años pasa algo, ya sean los incendios, o la deforestación, y pensamos que si tanto amamos la Sierras, algo teníamos que hacer”, explica. En conjunto con la fábrica de árboles BAUM, se propusieron otro desafío: por cada kilómetro recorrido plantarán un árbol. “Tenemos que llegar a los 10.000 árboles, y es un empujón para que otra gente se sume a hacer esto y de a poco vayamos recuperando nuestros bosques”, celebra.

La postal de la noche
La postal de la noche que llegaron a Doha, exhaustos, pero a pura alegría e ilusión (Instagram @todoapedal)

En uno de sus posteos de Instagram detallaron los pasos a seguir para plantar online y colaborar con la reforestación desde cualquier parte del mundo. Otra de las publicaciones que causó revuelo en su galería tuvo como protagonista a Silvio, que después de decir presente en los primeros cuatro partidos de la Selección tuvo que partir rumbo a Australia. “Silvito tenía que irse antes del 9 de diciembre por una visa por trabajo que lo estaba esperando y fue una decisión muy difícil para él, porque estando en instancias decisivas, donde si pasa lo que todos estamos soñamos, quizá sea una sola vez en la vida que lo podamos vivir todos juntos, y por eso fue muy duro que se fuera”, detalla con la ilusión a flor de piel.

Asegura que se volvieron hermanos de la vida después pasar tanto tiempo juntos. “Estamos hace ocho meses las 24 horas juntos, que nos separamos solamente para ir al baño, y fue realmente muy difícil la despedida, pero entendimos la situación y haber llegado los cuatro acá ya es inolvidable”, resalta. Un banco de Qatar les regaló las entradas para los primeros tres partidos-frente a Arabia Saudita, México y Polonia-, pero después les resultó muy difícil conseguir boletos para las siguientes etapas. “No tenemos entradas no tenemos para la semifinal, y ahora están cada vez más caras, y hay menos disponibilidad, así que estamos deseando que alguien nos ayude a conseguirlas, porque después de tanto esfuerzo queremos estar adentro del estadio. No nos gustaría cortar la racha porque estuvimos siempre ahí, alentando, y hasta por cábala queremos estar en la tribuna”, señala.

A través de su cuenta de Instagram y del proyecto Todo a Pedal fueron compartiendo el detrás de escena del viaje que puso a prueba todos sus límites físicos y emocionales

“Nosotros y esos 26 guerreros lo tenemos en claro: está prohibido rendirse. Queremos a Messi intentarlo una vez más”, resume, sobre la frase que resonó en sus cabezas como un motor interno para impulsarse. No tuvieron la oportunidad de charlar con el crack rosarino, ni mucho menos de tomarse la anhelada foto con su ídolo, pero no pierden la fe de que eso suceda antes de que termine el Mundial. Se aferran la grandiosa experiencia que vivieron cuando estuvieron a muy pocos metros de Enzo Fernández cuando anotó un tanto frente a México y vieron en primera persona el festejo del capitán con sus compañeros. “Tenemos el sueño de conocer a Messi y a La Scaloneta, y estamos cada vez más cerquita de poder conseguir todo lo que vinimos a buscar”, afirma.

Según les contaron personas del entorno del equipo dirigido por Lionel Scaloni, los jugadores ya están al tanto de la travesía que hicieron, incluido Messi, y eso los emociona hasta los huesos. “Ojalá podamos contarle y transmitirle lo que genera en todo un país y a gente de todo el mundo”, proyecta. Cuentan con hospedaje en un departamento hasta el 19 de diciembre, y están agradecidos por el cálido recibimiento de los qataríes. “Hay que tener ciertas precauciones porque es una cultura distinta, pero nosotros ya lo veníamos viviendo en Israel, Egipto, Jordania, y nos adaptamos por respeto a cómo viven ellos”, sostiene.

Los cuatro amigos cordobeses que
Los cuatro amigos cordobeses que cumplieron un sueño al llegar a Qatar tras pedalear durante seis meses
En la cancha junto a
En la cancha junto a la bandera, que con orgullo aclara: "Llegamos en bicicleta al Mundial"

Y agrega: “Éramos conscientes de a dónde veníamos, de dónde se jugaba el mundial, y la gente ha sido muy buena con nosotros, es una cultura muy hospitalaria; en Arabia Saudita por ejemplo no gastamos ni un solo peso, pasamos 15 días en el desierto y nunca nos faltó agua ni comida, porque la gente nos dio todo”. Por el momento están enfocados en conseguir entradas para el encuentro contra Croacia, y empiezan a definir qué hará cada uno cuando finalice la Copa del Mundo. “Leandro se va a España; Silvio ya está en Australia; y Matías y yo nos vamos a volver a Córdoba porque se viene el proceso de montaje del documental, de empezar a seleccionar material, a trabajarlo, y conseguir sponsors”, enumera sobre el destino de cada viajero.

Tras vivir la emotiva partida de uno de los integrantes, no tiene dudas de que cuando la odisea concluya será muy movilizante, pero viven con gratitud el presente y no dejan de ilusionarse con el siguiente partido. “Tengo muchas ganas de darle la vuelta al mundo en bicicleta, así que cuando estemos un poco más libres de ocupaciones arrancaré, y también voy a empezar a planificar el viaje para el próximo Mundial, porque cuatro años parece un montón, pero pasan volando. Pasito a pasito vamos avanzando, y después se verá”, expresa, dejando en claro que ya piensan en el 2026, donde Canadá, México y Estados Unidos serán los tres países anfitriones.

“Algunos dirán que estamos locos,
“Algunos dirán que estamos locos, pero nosotros nos dejamos llevar por la pasión y cada célula de nuestro cuerpo está hecha de sueños", resumen los integrantes del proyecto Todo a Pedal

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