Las familias de la Escuela 9 DE 2 “Genaro Berón de Astrada”, donde se produjo el saqueo de cientos de computadoras, tablets, packs de leche larga vida y ropa de trabajo, se mantienen en alerta a la espera soluciones por los frecuentes robos a la institución y la inseguridad en la zona.
Luego del último episodio producido a fines de noviembre, la comunidad educativa del colegio del barrio porteño de Palermo volvió a reunirse este lunes en las puertas de la institución, en El Salvador 4037 para exigir una reunión urgente con el Ministerio de Educación porteño. Sin embargo, desde que se conoció el ataque vandálico, las familias aún no obtuvieron una solución de parte de los representantes de la cartera que encabeza Soledad Acuña.
“Ante la falta de respuesta del Ministerio de Educación estamos evaluando cómo seguir el reclamo, incluido la posibilidad de reunirnos con más legisladores. Buscamos respuestas urgentes, considerando, además, la pronta finalizacion del ciclo lectivo”, contó a Infobae Lucía Vrljicak, madre de uno de los chicos de la escuela. “Además del petitorio publico, nos estamos orientando a acordar una reunión con las autoridades a través de la conducción de la escuela”, agregó.
Te puede interesar: La Policía de la Ciudad recuperó más de 1600 computadoras que fueron robadas de escuelas porteñas
Puntualmente, las familias de los estudiantes exigen un encuentro con Fabián Capponi, director general de Educación de Gestión Estatal del gobierno porteño. Según advierten, el funcionario se comprometió informalmente reunirse hace días, algo que todavía no ocurrió.
Las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires sufren robos y hechos vandálicos frecuentes en sus bienes, sin medidas de seguridad que impidan la proliferación de estos delitos. En total, se sustrajeron 2.425 netbooks, 422 tablets y 78 PC en los últimos dos años, lo que motivó 163 denuncias, según indicaron desde el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño.
Los robos suelen ocurren durante la noche y los fines de semana. Fue el caso de la escuela Genaro Berón de Astrada. En el petitorio elaborado por la comunidad educativa, las familias pidieron la designación de un casero o sereno; la habilitación de un lugar seguro para el depósito de materiales de valor, y la reposición de las 185 computadoras sustraídas.
Además, pidieron un circuito de seguridad perimetral al establecimiento, la colocación de cámaras en las cuadras adyacentes a la escuela y la asignación de personal policial específico para custodiar el edificio durante la noche y fines de semana.
Las familias solicitaron también el relevamiento de puntos inseguros y refuerzo de medidas de seguridad en el edificio; el cierre del ingreso al establecimiento por el Centro de Salud y Acción Comunitaria (CESAC) que está en la misma cuadra; y la designación de personal auxiliar faltante por jubilación.
Luego de conocerse el robo, desde la cartera educativa informaron a la agencia Télam que en algunas escuelas están instalando sistemas de alarmas y armando espacios protegidos bajo llave para guardar el material electrónico, pero advirtieron que es algo “progresivo, (y) lleva tiempo”.
En noviembre, se supo al menos de tres robos y actos de vandalismo en escuelas porteñas. Entre ellas, la N°9 y la Primaria N° 26 “Adolfo Van Gelderen”, ubicadas en Palermo; la EMM N° 5, en Montserrat, donde robaron netbooks, tablets, rompieron caños, vidrios y dejaron el gas abierto.
También hubo actos vandálicos que se sumaron a otros robos sucedidos en los últimos dos años, como el producido al Normal N° 7 “José María Torres”, situado en Balvanera; a la Escuela de Comercio Nº 6 DE 13 “América” y el Comercial 35, ubicados en Villa Lugano; a la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Nº 1 “Roque Sáenz Peña”, el Liceo 4 y Comercial Islas Malvinas, en Recoleta; Escuela Nº 8 DE 10º “Alte. Ramón González Fernández”, en Belgrano, entre otras.
En la mayoría de los casos, son escuelas ubicadas en zonas céntricas de la ciudad rodeadas de comercios, bares, restaurantes, con alta circulación.
La seguridad de la Ciudad de Buenos Aires depende de Marcelo D’Alessandro, el ministro denunciado e imputado por viajar junto a fiscales, jueces y empresarios de medios a Lago Escondido. D’Alessandro y el resto de los pasajeros están sospechados de incumplir deberes de funcionario público y recibir dádivas. A raíz de este episodio, se filtraron unas presuntas conversaciones de Telegram en las que el funcionario porteño apunta contra la PSA y su titular, José Glinski: “Dame el gusto de ir a buscarlo con un patrullero nuestro que lo hago cagar”, habría escrito.
Seguir leyendo: