A Simón Yalis el cielo lo maravilla, lo hipnotiza, lo deja admirado cada vez que lo observa, sobre todo desde que estudia Meteorología y aprende sobre los fenómenos que allí arriba suceden. Los busca, los persigue y los captura con su cámara para seguir estudiándolos.
Su pasión comenzó cuando a los 9 años, una fuerte tormenta lo asustó tanto que lo obligó a mirarla de frente, con los ojos bien grandes, y todo lo que sucedía lo marcó para siempre. Vio caer un rayo que iluminó toda la casa y cuando terminó de tragar saliva pensó en una cosa: buscar la cámara de fotos familiar para inmortalizar ese momento.
Inició la carrera de Meteorología en San Luis y sueña con poder trabajar en la televisión como meteorólogo o, simplemente, vivir de esa carrera. Mientras tanto, observa a diario los pronósticos del tiempo de cada lugar donde se encuentra para estar preparado para disparar el obturador de su cámara cada vez que un fenómeno natural sucede.
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Del susto a convertirse en “cazatormentas”
“Esto es algo que me apasiona desde chico. Primero empecé a fotografiarlas, a los 8 o 9 años, con una camarita muy humilde y ya cuando cumplí los 14 años pude invertir en una cámara más profesional y sin hacer ningún curso de fotografía, comencé a usarla y aprendiendo por medio de videos de Youtube y tutoriales”, revela sobre su faceta de autodidacta en la que el aprendizaje fue prueba y error.
Simplemente disparaba y observaba mientras su familia, compuesta por mamá, papá y su hermana, lo miraban atentos. “Me iba dando cuenta de lo que había que mejorar en cada foto y repetía con otra hasta que iba mejorando. Lo único que hice fue poner mi propia experiencia en práctica”, asegura y recuerda aquellas primeras sensaciones frente a las tormentas.
“Hoy me fascina porque de niño me daban mucho miedo aunque en ese miedo me llamaban mucho la atención los rayos y el granizo. Con el tiempo eso se convirtió en esta pasión que comencé a estudiar en la Universidad Nacional de los Comechingones, en Merlo, San Luis”, dice sobre la carrera que en esa casa se abrió en 2018 y a la que él llegó antes de la pandemia y estudió allí hasta este año, mientras espera que la Universidad Nacional de Córdoba abra la licenciatura en Hidrometeorología para pasarse allí.
Sus nuevos conocimientos hacen que ahora disfrute de mirar el cielo de otra manera. “Las materias teóricas de Meteorología y las que tienen que ver con la atmosfera las disfruto mucho más que las materias prácticas que tienen que ver con cálculos y las matemáticas”, admite y se confiesa admirador de los meteorólogos José Bianco y Matías Bertolotti, de una señal de cable.
“No solo son los más conocidos sino que los considero referentes porque le meten pasión y te hacen dar ganas de ser como ellos. Algún día, quizás, me imagino comprándome un auto y poder recorrer el país cazando tormentas y detrás de los fenómenos meteorológicos, como hace Bianco”, agrega.
Entre todos los fenómenos, además de las tormentas, le gustan los huracanes y los tornados. “En esta región no hay huracanes y tornados muchos menos que en los Estados Unidos, por ejemplo. También me gustan otros fenómenos menos llamativos como los que se producen por las nubes más altas”.
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Fotografiar rayos
Lo primero que hace es mirar el pronóstico del tiempo cada día. “Siempre tengo la cámara cargada y unos 20 minutos antes de que se forme una tormenta o cuando veo que se está empezando a formar, ya me quedo atento a lo que va a pasar. Me quedo esperando en el balcón y cuando veo que empieza a activar, como decimos en meteorología, ahí subo a la terraza del edificio y comienzo a sacar fotos, la mayoría son sacadas sobre un trípode, entre 20 o 30 segundos de exposición, cuando la tormenta está más cerca se baja el tiempo para que la foto no salga sobre expuesta. Lo bueno es que a diferencia de lo que podía pasar con las cámaras analógicas es que ves al instante la imagen para corregir si es necesario”, cuenta y agrega que también utiliza lentes más grandes como un teleobjetivo.
Entre sus fotos, Simón dice que perfeccionó mucho su técnica desde aquellas primeras cuando tenía 14 años y que en el ultimo tiempo también colabora la edición posterior. “Gracias a eso se pueden recuperar fotos en las que por ahí no se sale el fenómeno en la foto o no se llega a ver bien”.
Antes de iniciar la carrera, era estudiante de una escuela secundaria de Córdoba capital que tenía orientación en Ciencias Naturales y cuando llegó la hora de optar por donde continuar la universidad evaluó entre mudarse a Buenos Aires para ir a la Universidad de Buenos Aires o a la Universidad de La Plata y la otra opción era Merlo.
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“Por un tema económico no partí a Buenos Aires y cuando ya estaba en Merlo supe que la carrera se iba a abrir acá en Córdoba y regresé. Estuve cursando tres meses y cuando llegó el coronavirus, la seguí cursando online. Ahora que sé que va a estar acá en Córdoba terminé la cursada del año en Merlo. Pero además, no me pude acostumbrar a estar ahí porque es una ciudad chica”, cuenta el joven de 21 años que a los 12 años se decidió por el futuro que persigue.
Mirando justamente hacia adelante, revela: “Me gustaría vivir de esto y quizás también de la fotografía, lo que incluye una inversión. Pero como meteorólogo me gustaría hacer pronósticos para la gente del campo y por qué no la televisión o trabajar en el Servicio Meteorológico porque en la provincia hay un solo meteorólogo. Los demás son informadores del tiempo, no formados en esta carrera”.
Todas las imágenes que hace, Simón las comparte en su cuenta de Instagram @simonyalisph. “En esa cuenta muestro un resumen de las fotos que hago desde 2018. Además de tormentas y rayos, hay fotos de las nubes. de eclipses, de la luna y de los terribles incendios de Córdoba, un desastre entre tantos fenómenos”, finaliza.
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