“La vida de nosotras”, la serie chilena que cuenta historias reales de violencia de género

La directora chilena Bárbara Barrera Morales y la productora Paula Guzmán asistieron a la proyección de tres capítulos de la ficción que retrata la vida de 16 mujeres que sufrieron diferentes tipos de violencia patriarcal

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La serie chilena fue dirigida por Bárbara Barrera Morales, quien además llevó las riendas de la etapa de investigación para seleccionar las 16 historias, escribió el guion y participó del montaje

En la intersección de Avenida Libertador con la calle Tagle se encuentra la Plaza Chile. Uno de los caminos de piedras naranjas conducen al Centro Cultural MATTA de la Embajada de Chile en Argentina, y allí tuvo lugar la proyección de tres episodios de la serie La vida de nosotras, compuesta por un total de 16 historias basadas en hechos reales de mujeres que fueron víctimas de violencia patriarcal. La directora Bárbara Barrera Morales y la productora Paula Guzmán estuvieron presentes en el evento, y explicaron cómo fueron las diferentes etapas del proceso, desde la investigación y recopilación del material, el diálogo constante con las familias y los sobrevivientes, hasta el rodaje con los actores.

Infobae estuvo presente en la convocatoria organizada por la Embajada de Chile en Argentina junto con la oficina comercial de ProChile en el marco de dos fechas emblemáticas: el pasado 25 de noviembre se celebró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y el 29 de noviembre fue el Día del Cine Chileno, que recuerda la desaparición de la pareja de cineastas Carmen Bueno y Jorge Müller durante la dictadura militar en 1974.

La directora Bárbara Barrera Morales y la productora Paula Guzmán en el Centro Cultural MATTA de la Embajada de Chile en Argentina, sonrientes antes de la proyección de La vida de nosotras
La directora Bárbara Barrera Morales y la productora Paula Guzmán en el Centro Cultural MATTA de la Embajada de Chile en Argentina, sonrientes antes de la proyección de La vida de nosotras

Así lo explicó la embajadora Bárbara Figueroa, quien recibió a los presentes en el auditorio, donde todo estaba listo para disfrutar del anticipo exclusivo de un material que pronto traspasará más fronteras. “Para nosotros es muy importante su presencia, y más al tratarse de esta temática, con las recientes fechas que se han conmemorado para terminar con la violencia sistemática que vivimos las mujeres permanente en los distintos espacios y de distintas formas”, sentenció. Y agregó: “Si bien existen de manera cotidiana ejemplos de microviolencia o en ámbitos más pequeños, algo que también se muestra en esta serie, principalmente en estos tres cortos vamos a ser testigos del impacto que tiene la forma más cruda y brutal de violencia: el femicidio”.

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Figueroa también aclaró que la iniciativa se enmarca en la decisión de incorporar de manera activa la perspectiva de género en todas las instancias y destacó la relevancia de la continuidad de esta tarea desde la cancillería y la política exterior. “Tenemos que asumir las deudas que todavía tenemos de justicia plena, haciéndonos cargo y mostrando toda esta realidad en todos los territorios”, aconsejó. En este sentido, remarcó que uno de los caminos a seguir es el de la integración: “Hay puntos muy sustantivos que compartimos con el gobierno argentino, y esta es una oportunidad para decir ‘Basta ya de abuso y de violencia contra las mujeres’”.

La embajadora cerró la presentación con el deseo de que luego de ver los capítulos se generara una reflexión colectiva. Tras un sentido aplauso, se apagaron las luces y comenzó la función. Durante la siguiente media hora se produce una poderosa combinación de sentimientos: silencio absoluto, concentración, emoción y lágrimas.

La embajadora de Chile en Argentina, Bárbara Figueroa, realizó la apertura del evento y explicó la importancia de una política exterior activa en temáticas de género y feminismo
La embajadora de Chile en Argentina, Bárbara Figueroa, realizó la apertura del evento y explicó la importancia de una política exterior activa en temáticas de género y feminismo
La bandera de Chile y Argentina, una al lado de la otra, para representar la relación bilateral entre ambos países y el título de la serie chilena que se estrenará en enero
La bandera de Chile y Argentina, una al lado de la otra, para representar la relación bilateral entre ambos países y el título de la serie chilena que se estrenará en enero

Tres historias desgarradoras

El respeto por los protagonistas de cada caso, la eximia calidad del material audiovisual y el compromiso de todo un equipo de trabajo quedan a la vista. Las tres historias que retrataron invitan a una introspección sobre los pasos a seguir para ponerle fin a las diversas manifestaciones de violencia. El primer cortometraje se centra en Karina Sepúlveda, una mujer que sufrió violencia física, sexual y psicológica de su pareja, Claudio Reyes, durante 18 años, y fue madre de dos hijos fruto de esa turbulenta relación.

En una de las escenas retratan una de las noches que él la obligó a dormir a la intemperie, en el patio de su casa, y cada vez que le pedía entrar, Claudio le volvía a pegar. El círculo de violencia fue escalando, incluyendo el consumo de drogas por parte de su marido, y golpizas a sus hijos. Un día, mientras su pareja dormía, Karina tomó la misma pistola con la que él la amenazaba cuando discutían y disparó, terminando con la vida de su pareja. Estuvo 1 año y 3 meses en la cárcel, hasta que una junta médica determinó que el cuerpo de Karina evidenciaba el maltrato extremo que sufrió durante casi dos décadas, y obtuvo la absolución por la Ley de Femicidio de Chile. Además pudo reencontrarse con sus hijos, y su historia resonó en Chile desde que ocurrió el hecho en octubre de 2011 hasta nuestros días.

Los invitados en el auditorio, quienes tuvieron la posibilidad de hacerles preguntas a la directora y la productora de La vida de nosotras (Foto: Gentileza Embajada de Chile)
Los invitados en el auditorio, quienes tuvieron la posibilidad de hacerles preguntas a la directora y la productora de La vida de nosotras (Foto: Gentileza Embajada de Chile)
Luego de la proyección, la delegación de invitados reflexionó sobre los distintos tipos de violencia patriarcal, presentes en la cotidianidad
Luego de la proyección, la delegación de invitados reflexionó sobre los distintos tipos de violencia patriarcal, presentes en la cotidianidad

El siguiente episodio muestra la lucha de Pedro Casilla, el padre de Nicole Casilla, quien fue encontrada muerta el 14 de octubre de 2015. Tenía 29 años, era psicóloga, madre de una hija de un año y estaba embarazada de cuatro meses de gestación. Su marido, Alejandro Navarro, médico de profesión, fue quien dio aviso de que la había hallado sin vida con pastillas antidepresivas a su alrededor. La hipótesis del suicidio cobró fuerza desde el comienzo, pero la familia de Nicole nunca creyó en esa posibilidad.

Don Pedro dejó su trabajo, y durante dos años se abocó a recopilar testimonios e información para ir en búsqueda de la verdad. Entregó su investigación a las autoridades judiciales más de una vez, pero siempre se la rechazaban y lo acusaban de entorpecer el proceso judicial e incluso de “haberse obsesionado”, hasta que finalmente logró que aprobaran la exhumación del cuerpo de Nicole para una nueva autopsia. Se comprobó que no había ingerido ninguno de los medicamentos que encontraron en la escena, y que la causa de muerte había sido una intoxicación de amitriptilina, inyectada en su muñeca derecha.

El último corto que proyectaron comienza con la desaparición de Nicole Saavedra, una joven de 23 años que fue vista por sus amigos por última vez el 18 de junio de 2016 en la región de Valparaíso, Chile. Una semana después la encontraron atada, apuñalada, violada y asesinada. Su prima hermana, María Bahamondes, inició una admirable cruzada junto a diversas mujeres para exigir Justicia. “Había un femicida y violador suelto por las mismas calles que camina mi hija, y me di cuenta de que el desinterés de encontrar al responsable de la muerte de mi prima tenía que ver con que era una mujer muy pobre y visiblemente lesbiana”, asegura la voz en off de Behamondes en la serie, quien se encadenó a la fiscalía para pedir que avanzara la causa y se realizaran las pericias correspondientes.

Bárbara Barrera Morales y Paula Guzmán charlando con la periodista Melina Fleiderman antes del espacio de reflexión que hubo luego de la proyección
Bárbara Barrera Morales y Paula Guzmán charlando con la periodista Melina Fleiderman antes del espacio de reflexión que hubo luego de la proyección

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Marcharon muchas veces con pancartas que reclamaban que se encontrara al culpable del crimen lesbofóbico, y gracias a la ayuda de la abogada feminista Silvana del Valle, que se acercó a la familia, en octubre de 2021 se determinó que Víctor Pulgar, el chofer del colectivo al que se había subido Nicole para volver a su casa, fue el responsable del secuestro y violación seguida de homicidio y lo condenaron a cadena perpetua. Sobre el final, aportaron una contundente línea temporal aporta datos estremecedores: seis meses después del asesinato, cuanto todavía estaba libre, Pulgar violó a una niña de 12 años, y anteriormente ya figuraba denuncias por acoso sexual de otra menor de edad, también de 12 años. “Si lo hubieran apresado antes del 18 de junio de 2016, una de esas nenas no habría sido víctima de violación, y Nicole estaría viva”, concluye el anticipo de la ficción basada en hechos reales.

Mucho más que una serie

La conmoción después de ver reflejadas tres de las 16 historias que refleja la serie, un fuerte aplauso resonó una vez más en la sala. Tras las felicitaciones a la directora y la productora por el trabajo, mantuvieron una charla con la periodista Melina Fleiderman para contarle a la delegación invitada algunos detalles del detrás de escena.

Lo primero que enfatiza Bárbara Barrera Morales, periodista y cineasta –quien ofició como segunda directora de la serie documental Más allá de Diego, disponible en Star+- es el doble rol de víctimas y sobrevivientes de las mujeres que retrataron. “El proyecto surgió por la necesidad de visibilizar, educar y concientizar sobre lo que ocurre no solamente en Chile, sino también en el mundo; porque si bien son historias que suceden en Chile, son universales”, aseguró. “Todas están cruzadas por la injusticia, o por la falta de justicia, donde una serie de instituciones encargadas de prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres no están haciendo esas tareas de la forma en que deberían hacerlo”, sostuvo.

Tras la presentación de la serie, contaron detalles del proceso de investigación, filmación y montaje detrás de La vida de Nosotras
Tras la presentación de la serie, contaron detalles del proceso de investigación, filmación y montaje detrás de La vida de Nosotras

Barrera Morales ocupó varios roles en la realización dela serie: fue investigadora, directora, guionista y montajista. “Queríamos abordar una representatividad de las mujeres que sufrimos violencia a lo largo de nuestras vidas, y por eso las historias no son solamente de violencia de género extrema, como los femicidios, sino también llevamos otras manifestaciones como el acoso sexual, la violencia política en el marco del estallido social, violencia institucional, violencia contra mujeres migrantes, mujeres indígenas, y mujeres lesbianas”, detalló.

En diálogo con Infobae, explicó que para la selección de los casos recopilaron información de organizaciones feministas de Chile, tales como la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, y confirmó que algunas historias llegaron a ellas en medio del proceso a través de testimonios. “Elegimos también algunas cuestiones invisibilizadas, menos conocidas, porque queríamos abordarlo como lo que es, un problema complejo; y de hecho, hay dos de los capítulos donde las mujeres reciben violencia por parte de otras mujeres: una es en el marco del estallido social, un caso de violencia política sexual, donde una mujer es víctima a partir de una funcionaria de Carabineros de Chile, y la otra es una mujer de 70 años trabajadora de casas particulares, que sufre violencia por parte de la patrona”, explica.

Y agrega: “Precisamente por la dinámica que se da en el interior de los hogares, donde las trabajadoras mantienen la relación laboral con la patrona, y no con el patrón, que se mantiene al margen de las tareas domésticas, y así se conjuga también con una violencia de clase”. Luego toma la palabra su compañera, Paula Guzmán, y comenta que dada la temática y los códigos éticos que buscaban sostener, sintieron la necesidad de conformar un equipo que tuviera mayoría de mujeres. “En el rubro audiovisual estamos acostumbrados a que el liderazgo esté a cargo de los hombres, y es muy difícil ver a una sonidista, a una directora de fotografía, una camarógrafa, y que las mujeres sean ambientalistas, vestuaristas, en el departamento de arte; nosotras queríamos que eso cambiara”, argumentó.

Una de las imágenes de la serie, cuando se retrata el caso de Nicole Casilla
Una de las imágenes de la serie, cuando se retrata el caso de Nicole Casilla

“Tampoco había que erradicar el género masculino, sino que combináramos fuerzas. Así tuvimos un 70% tribu de mujeres y un 30% de hombres. A los compañeros les brindamos una especie de formación, donde les explicamos los términos, como por ejemplo qué es el acoso judicial, que estaba presente en una de las historias: cuando el sistema judicial se utiliza para violentar psicológicamente a las mujeres”, contó. Además acordaron no ficcionar por demás las historias, y el motivo recayó en antecedentes de otras producciones donde las familias de las víctimas sintieron que plasmaron los hechos de forma equivocada. Para evitar faltarle el respeto a la memoria de quienes ya no están, o afectar un proceso judicial en marcha, optaron por la fidelidad de los sucesos.

“Nos planteamos no manosear las historias. Si bien muchas pasan a ser parte de una memoria colectiva, estas historias tienen nombre y apellido, y tienen rostros. Por lo tanto, teníamos que siempre respetar esos dolores, esas luchas, y hacerlos parte el proceso”, explicó la directora. Incluso destacaron que algunos de los diálogos son textuales, tal como los informaron los familiares. “No hay nada aquí que no haya sucedido, todo ha sido respaldado y hemos accedido también a material judicial y expedientes”, agregó.

Sobre el grado de entrega que implicó la realización, Bárbara aseguró que como periodista dejó de lado aquella consideración de mantener cierta distancia con los entrevistados que le sugerían en su época universitaria. “Eso que nos enseñan, que no nos podemos involucrar es imposible en estos casos, y de hecho es al revés. Tenés que estar 100% dispuesta a volcar tu vida a esto, porque no es un proyecto comercial, no busca rédito, sino que se busca generar un impacto social, y para eso se necesita entrar en la vida de esas mujeres; escucharlas todo lo que tengan que decir, y charlar varias veces, todas las que necesiten”, describió con convicción.

La embajadora Bárbara Figueroa, la periodista y cineasta Bárbara Barrera Morales, y a la productora Paula Guzmán en el evento que fue organizado por la Embajada de Chile y la oficina comercial de ProChile en Argentina
La embajadora Bárbara Figueroa, la periodista y cineasta Bárbara Barrera Morales, y a la productora Paula Guzmán en el evento que fue organizado por la Embajada de Chile y la oficina comercial de ProChile en Argentina

“¿Y si fuera mi hija?”

Durante la conversación con este medio, Morrales hizo hincapié en los puntos de vista que eligieron para contar cada hecho. En particular, los dos capítulos que están narrados desde la visión de los padres que perdieron una hija. “Quisimos hacerlo de esa forma porque creemos que el problema de la violencia contra las mujeres nos compete a todas y todos, y nos parecía que podía llegar de otra forma los hombres, de una manera más emocional, para invitarlos a preguntarse: ¿Y si fuera mi hija? ¿Mi hermana? ¿Mi madre? ¿Mi prima? ¿Mi mejor amiga?”, remarcó.

“Otro de los episodios es sobre acoso sexual laboral, que está basado en las reflexiones de la teórica feminista argentina Rita Segato, y se apela al concepto de masculinidad, de las cofradías masculinas, de cómo se generan complicidades en esos círculos laborales, y en general este tipo de violencia es avalado por los mismos compañeros”, explicó. Con la esperanza de que existan cada vez más sectores donde se brinden capacitaciones sobre perspectiva de género, aseguraron que buscan romper con ciertas prácticas, que no deberían ocurrir más.

“La violencia no solo impacta a quien la recibe, sino a todo el entorno, y por eso mismo, uno no puede ser testigo pasivo, cómplice, y no hacer nada, siempre hay posibilidad de acercarse a una mujer, y de escuchar lo que tiene para decir”, sentenció. Bárbara se tomó con mucha responsabilidad la tarea de reproducir las 16 historias de mujeres, y se apoyó en los códigos éticos que le aporta la triada presente en su formación: el periodismo, el cine y el haberse interiorizado en el feminismo como activista.

"Nosotras vamos a seguir marchando toda la vida para manifestarnos y exigir nuestros derechos, pero esta lucha también le compete a los hombres y nos emociona que después de ver parte de la serie hayan participado en las preguntas", expresó Bárbara Barrera Morales (Foto: Gentileza Embajada de Chile)
"Nosotras vamos a seguir marchando toda la vida para manifestarnos y exigir nuestros derechos, pero esta lucha también le compete a los hombres y nos emociona que después de ver parte de la serie hayan participado en las preguntas", expresó Bárbara Barrera Morales (Foto: Gentileza Embajada de Chile)

Confiesa que también apeló a sus propias vivencias, pero prefiere que el foco esté puesto en la búsqueda de herramientas para hacerle frente a la problemática. “He sido víctima de violencia, como casi todas las mujeres, porque algunas excepciones habrá, pero prácticamente todas en algún momento hemos sufrido violencia”, lamenta. Y enumera: “En mi caso he sufrido violencia en el marco de relaciones de pareja, violencia psicológica, también en el ámbito más público, como acoso y abuso en las calles, y si bien no son casos como los que llevamos a la serie, me permite una comprensión del problema casi que al nivel de la piel, del cuerpo, de la experiencia a lo largo de mi vida”.

La actitud y el mensaje que atraviesa la serie recae en la idea de que ninguna batalla está perdida. “Necesitamos llevar a cabo una serie de estrategias para contener y ayudar a las mujeres que sufren violencia, y en ese sentido las redes de apoyo y las organizaciones feministas me parece que resultan claves, porque una mujer sola viviendo en un entorno de violencia es lo peor que puede pasar”, remarca.

En materia pendiente señala los círculos de apoyo para que puedan salir del círculo de violencia, y un trabajo profundo a nivel educacional. “Que las próximas generaciones de niños y niñas realmente se críen y crezcan con una educación no sexista, desde la salita de cinco hasta la universidad, que exista perspectiva de género incorporada y se pueda implementar”. A esto le siguen los cambios a nivel cultural y social en las generaciones más adultas que todavía naturalizan la violencia: “Es un problema diverso y tenemos que abordarlo en todas las instancias políticas, económicas, culturales, y sociales, porque la lucha en las calles es transversal a todas las otras”.

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Forman parte de La vida de nosotras las actrices Amparo Noguera, Catalina Saavedra, Francisca Gavilán, Millaray Lobos y Karla Melo. La serie se estrenará el 5 de enero en Televisión Nacional de Chile (TVN), y se emitirán cuatro historias cada jueves durante un mes. Luego del lanzamiento, anhelan que el material pueda estar disponible en otras plataformas de llegada internacional para que puede verse en otros países hermanos.

Luego de un cóctel donde los asistentes tuvieron la oportunidad de intercambiar reflexiones con la directora y la productora, quienes viajaron a nuestro país especialmente para el evento, la cita va llegando a su fin. En las charlas hay un sentimiento en común: todos conocen algún caso de violencia, propia, cercana, o ajena, porque tal como dijeron las creadoras de la ficción basada en hechos reales, muchas veces la historia llega a sus oídos sin siquiera buscarla. Al ver la predisposición de los presentes de escuchar y brindar apoyo, Bárbara y Paula se van sonrientes del Centro Cultural MATTA de la Embajada de Chile en Argentina, sabiendo que el objetivo de movilizar y concientizar está más que cumplido.

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