Alejandro Iglesias Rossi, el director de la Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías recorrió muchos kilómetros de América, por rutas, selvas y ríos de aguas azules y también marrones, para estudiar y explorar instrumentos olvidados, a veces convertidos en una pieza de vitrina en un museo. Una pasión que fue creciendo hasta convertirse en el actual artista integral, investigador, luthier, intérprete, compositor y escultor de máscaras nativas que hace giras por el mundo.
Su padre, que tenía un afecto especial por América, le había dicho que “un argentino primero tiene que conocer su continente antes que viajar más lejos. Así que de muy chiquito, viajábamos por la Patagonia, que podían ser durante un mes entero, de perdernos completamente por rutas solitarias, quedar varados hasta que algún coche nos levantara. Esos viajes tenían lo que yo llamaría características iniciáticas, porque rompían con el tiempo del viaje que tenemos ahora. Eran más viajes a los Marco Polo”, recuerda sobre esta etapa de aventuras y descubrimientos con su padre, su madre y su hermano.
El director de la orquesta dice que trabaja mucho con imágenes dentro de la composición y que esos paisajes que vio durante su infancia fueron “sonoridad pura”, como una subida desde Villavicencio hasta la altiplano donde se puede ver el Aconcagua. Todo eso fue el combustible de lo que más tarde se plasmó en su música y luego, desde hace 18 años en la orquesta.
Con una madre profesora de piano, los instrumentos estuvieron a su alcance. Tomó clases particulares de piano, percusión, violín y también guitarra. Alejandro nació en el barrio de Boedo y su familia materna, los Rossi provienen “de un linaje llamado maestros de la montaña”. El músico cuenta que su familia llegó de Suiza, del cantón Ticino, donde desde el medioevo eran afamados maestros de los mármoles rojos (rossi en italiano). Era un clan de escultores y marmoleros que trabajaron en la construcción de todo lo que hay en mármoles rojos en el Vaticano y catedrales medievales.
Antes de que entraran los erkes y sikus a su vida, que le darían otra dimensión como músico, Alejandro exploró nuevos caminos lejos de la Argentina. “Había hecho un par de años en la Universidad Católica pero sentí que necesitaba otro tipo de adiestramiento musical. Me gustó mucho el plan de estudios que proponía el Boston conservatory donde había que tocar todos los instrumentos, componer y formarse en Humanidades, desde historia del arte hasta psicología”, detalla. Estuvo allí dos años y medio hasta completar la licenciatura y después viajó rumbo al Conservatorio de París a trabajar sobre música electroacústica. El músico aclara que si bien estudió en el exterior, jamás pensó en quedarse.
Hasta 2004, fecha en que fundó su orquesta, junto a Susana Ferreres, compuso música sinfónica. Y a partir de ese año dijo que comenzó a crear un “corpus de instrumentos que le permitían llegar a esa sonoridad que él tenía. “Hasta que se creó la orquesta, nunca hubo una formación instrumental que permitiera hacer eso”, explica
El trabajo de campo para conocer nuevos y a la vez viejos instrumentos lo condujo al Amazonas venezolano, por la zona maya en el Valle de Mexico y también por la Patagonia. “Siempre con esa búsqueda no solo de la sonoridad, sino de ese ambiente ritual que es característico de las culturas autóctonas de nuestro de nuestro continente para plasmarlo musicalmente”, cuenta sobre su búsqueda y agrega: “No es lo mismo un sonido que sale como espectáculo a un sonido que sale de una concepción de una cosmovisión sagrada”
Además de nuevos sonidos, sus viajes fueron enriquecidos por muchas personas. En el Amazonas venezolano estuvo con los piaroa y otras etnias. También compartió tiempo con etnias brasileñas. Menciona a Raimundo y a Manuel Moura a quienes llama hermanos.
De los instrumentos que la orquesta logró recuperar, se suman aquellos que tuvieron que ir a buscar a museos, porque muchos de ellos, hechos de barro, exquisitos y sofisticados, dejaron de circular y solo quedan sus vestigios en los museos. “Tienen una riqueza que es absolutamente increíble, porque no solamente se tocan y se insuflan con el aire, sino que tienen agua dentro, por ejemploE, explica.
La búsqueda terminó convertida en lo que hoy es una especie de museo dentro de la Universidad Tres de Febrero. “Un museo que es nuestra sala de ensayo. Tenemos la colección de instrumentos de América en uso más importante que hay en el mundo”
Para el director de una orquesta única, América es un reservorio de misterios, donde en cada lugar “siempre finalmente aparece algo que te que te da una clave para descubrir todo un conocimiento soterrado”.
Si bien los instrumentos de cuerda eran poco frecuentes antes de la llegada de los europeos, existían, como por ejemplo los arcos de boca. Los cordófonos aparecen con la llegada de la guitarra, que despúes se convierten en charango. Los que dominan son los instrumentos que tienen que ver con el viento y la percusión, explica el músico, investigador y luthier. “Hay de todo tipo, de barro, de caña, de madera, de marfil y de piedra”. El de piedra es un instrumento que está en el museo de La Plata. “Es un segmento de la Argentina que inclusive ni siquiera los argentinos tienen idea de lo extraordinario que tienen, pero eso es un poco nos pasa en todos lados”, asegura.
La Colección de instrumentos nativos de América en uso más importante del mundo, forma parte de múltiples exposiciones y conciertos y ya recorrió los cinco continentes. También el trabajo de la orquesta fue distinguido por varios premios, entre ellos, el Musical Rights Awards del International Music Council (con sede en la UNESCO) por tratarse de “un programa inspirador que recobra y da vida artística a los instrumentos musicales indígenas, la mayoría de ellos olvidados, al mismo tiempo que desarrolla investigación, composición, diplomas universitarios, cursos comunitarios, exhibiciones, conciertos y un modelo pedagógico-musical para todos los niveles.”
Además de desempeñarse como director de esta orquesta, integrada por 30 músicos, que construyen sus instrumentos, Alejandro es el Director de la Maestría en Creación Musical, Nuevas Tecnologías y Artes Tradicionales y Coordinador de la Licenciatura en Música Autóctona, Clásica y Popular de América en Universidad de Tres de Febrero.
Todas las novedades de la orquesta pueden encontrarse en su cuenta de Ig: @orquestauntref
Seguir leyendo: