Negro estaba colgado en el patio de su casa, pedía socorro con los sonidos que pudo. Algunos vecinos pudieron escucharlo y apenas alcanzaron a subir a sus terrazas vieron las desgarradoras imágenes: estaba ahorcado y colgando de un árbol.
Era el 6 de octubre de 2020 cuando en un barrio de Berazategui, provincia de Buenos Aires, los vecinos, aún incrédulos, comenzaron a compartir las imágenes fatales que pronto se hicieron virales. Ante el desconcierto de lo que se veía, el entonces dueño del animal explicó por qué decidió atarlo hasta provocarle la muerte.
“El perro atacó a mi nene y casi me lo mata. Mi señora me llamó al trabajo llorando y cuando llegué encontré a mi nene lleno de sangre”, dijo Iván Luque. Según su relato, al llegar a su casa encontró a su hijo dos años con una herida en la frente de la que le salía sangre, y al consignar que la lesión se la había provocado el perro, decidió atarlo en el fondo de su casa y salir junto al niño hacia el hospital más cercano para que lo atendieran.
“Agarré una soga que tengo en el taller. Lo llevé para atarlo en el fondo; lo dejé atado en el fondo. Y salimos corriendo al hospital. La realidad es que yo colgué al perro. Yo lo maté. Yo en ese momento fui al fondo y lo dejé atado al ‘Negro’. Lo até como atado a un poste, pero yo lo maté. Lo levanté”, contó Luque frente a las cámaras de tevé que se agolpaban en la puerta de su casa luego de que las imágenes se hicieran virales.
El elemento con el que lo ató fue una manguera. “Resulta que cuando vengo estaba ahorcado. En ese momento no podía evaluar nada. Mi única preocupación era Lisandro, mi nene, que estaba perdiendo mucha sangre”.
Tras tomar imágenes del perro ahorcado, los vecinos radicaron la denuncia policial que recayó en la UFI Nº 5 Descentralizada de Berazategui, del Departamento Judicial Quilmes, a cargo del fiscal Carlos Riera, quien caratuló la causa como infracción a la Ley Nº 14.346 de maltrato animal que indica en su primer artículo: “Será reprimido con prisión de quince días a un año el que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales”.
Luque reprochó a sus vecinos por la denuncia. “Vinieron a pegarme, me dijeron que era un asesino. Gracias a Dios estamos hablando de un perro muerto y no de un nene muerto”, manifestó sobre la muerte del perro que había adoptado cuatro años antes.
La noticia trascendió las fronteras y los medios latinos la replicaron. Ahora están también a la espera de un fallo que pueda generar precedentes en cuanto a los casos de maltrato y crueldad hacia los animales en el continente. Mientras el juez define, en las redes comparten imágenes del perro de 9 años con el hashtag #JusticiaParaNegro, y recuerdan la crueldad a la que fue sometido.
“Hoy nos encontramos con que el caso puede cerrarse beneficiándose a Ivan Luque con mínimas tareas comunitarias, sin hacerle realmente caer todo el peso de la ley. Necesitamos que el caso llegue a juicio y que esta persona sea sentada ante un juez, que deba responder y que lo condene tal como merece”, exclama la petición de la plataforma Change de la comunidad virtual Cascote, un perro macanudo.
En el escrito, sigue: “Para eso, necesitamos que el juez Pablo Perez Marcote no acepte el pedido de Suspensión de Juicio a Prueba y se lleve adelante el Juicio Oral y Público contra Iván Luque”.
Te puede interesar: El maltrato animal, un emergente social de la violencia familiar y de género
La causa
Tras la denuncia del hecho, la casa fue allanada, vieron al perro colgado y tomaron fotos que la policía borró y no se llevaron el cuerpo, cosa que debió pedir el primer fiscal que intervino. Viendo que la causa se caía, Negro fue representado por el abogado animalista Leonardo Barnabá como particular damnificado, que comenzó a recolectar pruebas de lo sucedido.
“Mucha gente vecina escuchó los gritos del perro y llegaron hasta el domicilio de Luque para reclamarle, cuando aún estaba colgando. Una vecina sacó las imágenes que se difundieron. Había personas que vieron el hecho y él mismo admitió que lo había ahorcado. Esas son las pruebas que tenemos en su contra”, explicó Barnabá que disconforme por la poca actuación del fiscal de la causa pidió su recusación y lo cambiaron, quedando a cargo de la fiscal Gabriela Mateos, quien requirió al juez la elevación a juicio.
Antes, citó a Luque a indagatoria. “Se lo notificó en la casa donde ahorcó al perro y no se presentó a declarar, después se mudó, la policía iba a buscarlo y no estaba. Es decir, que estando notificado no se presentó a declarar y después se mudó y no se lo podía encontrar por lo que lo declaran rebelde y la Fiscalía manda oficio a la Dirección de Paraderos del Ministerio de Seguridad de Buenos Aires para que den con él. Esperamos un poco, pedí desarchivar la causa, porque las causas se archivan momentáneamente cuando no se puede encontrar al imputado, hasta que se lo encuentre. Luego de hacer una nota en un canal de cable y debido a la repercusión que tuvo, se presentó de manera espontánea en la Fiscalía, no declaró, pero con eso la fiscal pudo elevar la requisitoria a juicio, y el juez lo elevó”.
Te puede interesar: Por qué las jineteadas son una muestra del maltrato animal
El caso quedó por sorteo el Juzgado Correccional 4, a cargo del doctor Pablo Pérez Marcote y el fiscal Alfredo Samprón Noel. “Llegó la etapa de ofrecimiento de prueba, que son diez días para decirle al juez cuales son las pruebas que se van a ofrecer en el juicio. Ofrecí pruebas, que vaya un veterinario que haga un informe sobre los padecimientos sufridos por el perro y para entonces el fiscal había ofrecido prueba y se había había puesto de manifiesto la posibilidad de que esto se resuelva por una Suspensión de Juicio a prueba”, explica el letrado.
Lo que pide la Fiscalía, como el imputado no tiene antecedentes y la pena máxima es de un año, que la causa no tenga debate y que el imputado sea beneficiado con una Suspensión del Juicio a Prueba. A cambio, propone que haga 20 horas mensuales de tareas comunitarias en centros de rescate y rehabilitación de animales.
“Esto no es una condena que hable de los derechos de los animales y es poco probable que en uno de esos centros lo dejen entrar y queda en riesgo que por no poder hacerlo, el juez le imponga una probation menor por no poder cumplirlo”, asume.
En ese contexto, se estima que a no ser que el juez rechace la suspensión del juicio y pida que haya debate, la causa por la muerte de Negro quede impune.
Seguir leyendo: