Lo que había sido concebida como una cena familiar de reencuentro pudo haber terminado en una tragedia. Juan y su mujer esperaban con ansias la noche del domingo, ya que habían quedado en verse con su hijo, su nuera y su nieto de 13 años, con quienes nos se reunían desde hacía 3 años.
La cita fue en un restaurante ubicado en los alrededores de la Plaza Arenales, en el barrio porteño de Villa Devoto. Luego de pasar una hermosa velada, el temporal los agarró desprevenidos y el hijo de Juan tuvo problemas para conseguir un remis que los llevara de vuelta hasta su casa, en William Morris, partido de Hurlingham.
Ante esta situación, Juan se ofreció para llevarlos y cuando cruzó la avenida General Paz, para el lado de provincia, se metió en una obra que no tenía la señalización adecuada y su Volkswagen Gol fue “devorado” por un profundo zanjón.
El hecho sucedió sobre la calle Lope de Vega y Senador Ferro, a la altura de Villa Raffo, donde los operarios habían cavado una extensa zanja de un metro de ancho y un metro y medio de profundidad para hacer el tendido de cloacas.
Debido a las fuertes lluvias, el agua rápidamente tapó la zanja y la calle quedó anegada de cordón a cordón, impidiendo que Juan advirtiera que había un pozo. Cuando aceleró, el vehículo cayó de costado y su nieto de 13 años casi muere ahogado porque se le dificultó desabrocharse el cinturón de seguridad.
“Era todo agua y no se veía la zanja. No había carteles, si no no me hubiese metido ahí”, admitió Juan al ser entrevistado por TN.
“Éramos 5 personas adentro del auto. Noté que el auto empezó a girar, se llenó de agua adentro y rotó unos 90 grados. Mi nieto no paraba de gritar. Fue horroroso porque no podía hacer nada”, especificó.
“Lo primero que hice fue apagar el motor y ayudar a salir primero a mi esposa, que iba en el asiento de adelante, con la ayuda de gente que trataba de sacarla del auto a los tirones. Después salimos yo, mi hijo y mi nuera”, contó el hombre, que se mostró inmensamente agradecido con el accionar de los vecinos que se acercaron rápidamente.
“Mi nieto quedó aplastado con el auto y atado con el cinturón de seguridad. Vinieron unos vecinos a cortar la cinta”, señaló.
Toda la secuencia del rescate fue grabada por Nicole, quien además fue la que llamó al SAME y a los Bomberos.
La mujer, que reside en el complejo de departamentos que se encuentra muy cerca del lugar del hecho, estaba en su vivienda cuando escuchó fuertes gritos desde la calle, en pleno temporal: “¡Se ahoga, se ahoga!”.
“Los vecinos pedían sogas para poder sacar al auto. Me acerco y me encuentro con un nene atrapado dentro del auto en el pozo. El chico quiso salir antes de que se hundiera el auto, pero no pudo. Gritaba de dolor, decía que no sentía las piernas”, recordó Nicole en una entrevista que le brindó a A24.
“Se estaba empezando a poner blanco. Ahí es cuando los vecinos se tiran al agua para rescatarlo. De hecho cuando lo sacan estaba atravesando un cuadro hipotérmico. Llamamos al SAME y vinieron enseguida. Incluso, uno de los chicos se sacó la ropa y se tiró a la zanja a auxiliarlo. Los vecinos tuvimos que guiar a los bomberos, decirle donde estaba la zanja. Hicimos un gran trabajo en conjunto”.
Apenas el menor fue rescatado del auto fue trasladado en ambulancia hasta el Hospital Ramón Carrillo de Ciudadela. “Estoy vivo, estoy vivo”, dijo el nene para tranquilizar a su padres, que estaban completamente paralizados por lo sucedido.
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