En el Salón Libertador del Hotel Sheraton no cabía un alfiler. Así concluyó en Buenos Aires la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, el principal foro intergubernamental regional de las Naciones Unidas sobre los derechos de las mujeres y la igualdad de género, organizada por la CEPAL en coordinación con ONU Mujeres.
Durante cuatro días -a través de conversatorios, mesas redondas y reuniones bilaterales-, el espacio de encuentro permitió poner en común las situaciones particulares que afectan de manera desproporcionada a las mujeres, visibilizando de manera explícita a mujeres en toda su diversidad: LGBTI+, a niñas, adolescentes y adultas mayores, a quienes viven en contextos de pobreza, personas con discapacidad, mujeres rurales, indígenas, afro-descendientes, privadas de la libertad, mujeres migrantes, desplazadas, refugiadas y solicitantes de asilo, personas con VIH y defensoras del medio ambiente.
“Una vez más, las mujeres feministas en nuestra diversidad de América Latina y el Caribe estamos haciendo historia en la historia. Somos la región que con las Abuelas incluyó un artículo sobre el derecho a la identidad en la Convención sobre los derechos del niño, la región de la que salió la convención contra las desapariciones forzadas, de donde salieron instrumentos como Belem Do Pará. De esta región saldrá hoy el Compromiso de Buenos Aires, (https://conferenciamujer.cepal.org/15/es/documentos/compromiso-buenos-aires), resaltó María Cristina Perceval, secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación.
El documento detalla los acuerdos colectivos alcanzados, la carta de navegación consensuada en el marco de esta decimoquinta Conferencia Regional sobre la Mujer que reunió a delegadas y delegados de 30 países de América Latina y el Caribe y de otras regiones, además de representantes de 17 agencias de las Naciones Unidas y de 14 organismos intergubernamentales. Se sumaron también parlamentarias de 15 países de la región y más de 750 integrantes de la sociedad civil, en particular movimientos de mujeres y feministas. En total, se dieron cita 1.168 participantes.
“El Compromiso de Buenos Aires nos marca el horizonte de este sueño feminista. Ahora tenemos una hoja de ruta para transitar hacia un nuevo modelo de desarrollo inclusivo y con la sociedad del cuidado al centro, donde la sostenibilidad de la vida y del planeta son fundamentales y están al centro en todo el ciclo de nuestras vidas. El acuerdo logrado nos merece medidas concretas para continuar hablando de las ´3 R´: reconocer, redistribuir y reducir el trabajo no remunerado. Este Compromiso es el qué tenemos que hacer. A partir de hoy tenemos que trabajar en el cómo”, fueron las palabras de María Noel Vaeza, de ONU-Mujeres, durante la sesión de clausura de la Conferencia.
Y continuó: “El Compromiso es igualmente una prueba de gran consenso, de que en nuestra región se pueden lograr consensos y compromisos. Somos un ejemplo y hemos demostrado, una vez más, que somos punteros en la igualdad de género”.
Cuidados, al centro
Bajo el lema “La sociedad del cuidado: horizonte para una recuperación”, representantes de los países participantes se comprometieron, por ejemplo, a “adoptar marcos normativos que garanticen el derecho al cuidado a través de la implementación de políticas y sistemas integrales de cuidado desde las perspectivas de género, interseccionalidad, interculturalidad y derechos humanos”.
La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Ayelén Mazzina, se posicionó sobre la importancia del eje convocante: “Nada muestra tanto la injusticia de género como la división sexual del trabajo. Mujeres, lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, intersex nos han reiterado que sin cuidados no hay vida y que cuidar implica trabajo. Hablamos de la sociedad del cuidado, entonces, y afirmamos el rol decisivo del Estado para proveer políticas y servicios que garanticen el derecho de las personas al cuidado, a cuidar y al autocuidado. Por eso sostenemos que no es momento para cambios graduales y tímidos, sino para políticas transformadoras y audaces. Invertir en la economía del cuidado genera un círculo virtuoso con una alta tasa de retorno económico y social”.
En diálogo con Infobae, Delfina Schenone Sienra, socióloga y responsable del Área de Políticas del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), destacó algunas líneas fundamentales de los 54 puntos acordados en el Compromiso de Buenos Aires: “Se reconoció e incorporó plenamente el derecho al cuidado como derecho de todas las personas ─sin importar su condición─ a cuidar, a recibir cuidados y a autocuidarse. Otro punto que nos parece importante es la visibilización y reconocimiento de las personas con discapacidad a contar con los apoyos necesarios para desarrollar su vida de forma autónoma y poder brindar y recibir cuidados respetando sus decisiones. De esta manera se deja atrás una conceptualización de sujetos pasivos solo receptores de cuidado. También surge como esencial sostener la necesidad de que los países de la región avancen en el diseño e implementación de sistemas integrales de cuidado desde un enfoque de género, desde un enfoque de derechos y con mirada interseccional e intercultural”.
Cabe recordar que en mayo pasado el presidente Alberto Fernández envió a la Cámara de Diputados un proyecto de ley para crear un sistema nacional integral de cuidados que, entre otros derechos, permita ampliar las licencias por maternidad y paternidad en Argentina. Todavía no comenzó a tratarse.
Para Schenone Sienra es vital reforzar el aspecto económico de este estilo de desarrollo: “Hacen falta sistemas para que el derecho al cuidado sea una realidad para todas las personas, y para poder generar las condiciones para desarrollos verdaderamente inclusivos... con las mujeres, niñas, migrantes, indígenas, afro, personas con discapacidad y LGBT+ adentro. En este sentido, el Compromiso de Buenos Aires hace énfasis en el elemento económico dinamizador de la inversión en los cuidados. Y creo que esto es central: hablamos de un tema clave para la economía de nuestros países”.
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