Los Metrodelegados anunciaron en las últimas horas una serie de medidas de fuerza que incluirán el levantamiento de los molinetes y el paro total durante una hora en las líneas D, E y Premetro del subte, en reclamo de una reducción de la semana laboral para tener dos días de franco por cada cinco trabajados.
De esta manera, de acuerdo con lo que precisó el gremio, la protesta comenzará este martes, cuando liberen el ingreso de pasajeros de 13:00 a 14:00 en la estación Congreso de Tucumán del primero de estos ramales, para luego, de 14:00 a 15:00, interrumpir completamente el servicio.
Este mismo cronograma de medidas se repetirá el próximo viernes, pero en la línea E y en el Premetro, según detalló el sindicato a través de un comunicado firmado por su secretario general, Roberto Pianelli, y su secretario adjunto, Néstor Segovia.
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En el texto en cuestión, también se les pidió “disculpas a los usuarios que se vean afectados” por esta decisión y llamó “a la reflexión a la empresa Emova y al Gobierno de la Ciudad sobre su responsabilidad” en este conflicto.
“Desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro comunicamos que debido a la negativa de la empresa Emova a nuestro pedido de reducción de la semana laboral, para tener 2 francos, situación que se ve agravada por la falta de personal en todos los sectores y por la inexplicable demora por parte del Gobierno de la Ciudad en la compra de flota nueva para reemplazar los trenes con asbesto, se ha aprobado un plan de medidas de autodefensa”, explicaron los denominados Metrodelegasdos.
Por su parte, Emova sostuvo que “el incremento en la cantidad de francos manteniendo la jornada diaria de 6 horas (condición que AGTSyP ha planteado reiteradamente) resulta inviable, ya que implica una disminución de la jornada semanal de 36 a 30 horas semanales, incompatible con una operación adecuada de este servicio esencial y por debajo de niveles razonables de productividad”.
“Como lo hacemos habitualmente, mantenemos los canales de diálogos abiertos para evitar cualquier medida de fuerza que afecte el servicio y que perjudica a los más de 900 mil usuarios que cada día eligen la Red de Subte para trasladarse por la Ciudad de Buenos Aires”, agregó la compañía.
Este no es el primer conflicto que tiene el gremio con la firma que posee la concesión del servicio de pasajeros: a fines de septiembre último, también llevaron adelante un paro en repudio a una agresión que habría sufrido un trabajador en el taller Rancagua por parte de su supervisor.
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“La agresión se enmarca en medio de la crisis que hay en el taller por la presencia de asbesto, que impide a los trabajadores realizar tareas sobre determinadas piezas y determinados trenes, dada la prohibición que existe en nuestro país desde el año 2001 de trabajar en contacto con ese material cancerígeno. A pesar de las leyes vigentes, la empresa ejerce todo tipo de presiones sobre los trabajadores del sector para que lleven a cabo tareas sin que estén dadas las condiciones para ser realizadas”, alertaron desde el gremio en aquel momento.
Asimismo, a principios de ese mismo mes habían anunciado otra medida de fuerza similar tras acusar a Emova de, en una actitud que calificaron como “intransigente”, haberse negado a revertir las sanciones contra algunos trabajadores que consideraron “injustificadas”.
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