Buscan prohibir el cautiverio de animales marinos silvestres

El proyecto de ley fue presentado en el Senado de la Nación para evitar los espectáculos con especies marítimas. Además, establece un plazo de dos años para que los animales afectados sean trasladados a un santuario

El proyecto de ley busca prohibir espectáculos con animales marinos silvestres en cautiverio

En una reunión especial en el Senado de la Nación, se presentó el proyecto de ley que busca prohibir la tenencia de animales marinos silvestres en cautiverio. La propuesta incluye prohibición para exhibición y espectáculos. Además, se pidió un plazo de dos años para que se concrete el traslado de los animales afectados en un santuario.

La senadora oficialista por Salta, Nora del Valle Giménez presentó el proyecto llamado Ley “Kshamenk”, por la orca que se encuentra en el oceanario de San Clemente del Tuyú y por quién pidieron su liberación. La presentación se hizo en el Salón Arturo Illia y contó con la adhesión de organizaciones no gubernamentales y figuras del espectáculo.

El proyecto de ley busca prohibir y sancionar la exhibición y espectáculos con animales marinos silvestres. La iniciativa también alcanza a los acuarios y manipulación del material genético. La única excepción que avala el cautiverio es cuando este tiene por objetivo la rehabilitación y curación para que el animal luego sea liberado en su hábitat o traslado a un santuario.

Como parte de la iniciativa, se prohíbe el abandono de los animales a partir de la aprobación de la ley. Por tal motivo, el proyecto estableció un plazo de dos años para el traslado definitivo de los animales afectados a un santuario donde puedan rehacer sus vidas en libertad y rodeados de un entorne acorde a su hábitat natural.

En caso de que se apruebe la ley, la propuesta incluye sanciones penales para quienes no la cumplan. Las mismas van desde multas hasta prisión por “organizar y promover, facilitar espectáculos con animales marinos silvestres, mantener en cautiverio, financiar ese cautiverio, importar y exportar material genético y abandonar a los animales que se mantenían cautivos”.

La Ley establece dos años para que los animales sean trasladados a santuarios (EFE/Francisco Guasco)

Al presentar el proyecto, Del Valle Giménez destacó que cómo legisladores también tienen responsabilidad por la protección del ambiente, de manera que pidió “asegurar que estas leyes estén a la altura de las circunstancias”. De hecho, consideró que se trata de un compromiso de conciencia social y responsabilidad ambientalista.

“Cuando logremos que sea ley debemos ser activistas para hacerla realidad y cumplir con sus objetivos”, remarcó la senadora por Salta. En ese marco, criticó el uso de animales en cautiverio y remarcó que se trata de un “cinismo increíble” el querer educar a niños y adolescentes por medio del sufrimiento de animales.

Más allá del acompañamiento por parte de organizaciones no gubernamentales, se generó la campaña “Stop Acuarios” en change.org donde más de 612.000 personas dejaron su firma de apoyo. Frente a la repercusión obtenida, la legisladora destacó que en caso de aprobarse la ley “a nivel mundial daríamos un paso enorme”.

La audiencia fue abierta por la jueza Elena Liberatori, titular a cargo del Juzgado N° 4 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, quien tuvo a su cargo el caso de la orangutana “Sandra”, el primer animal en el mundo declarado persona no humana, informó Télam. Por tal motivo, destacó que el cautiverio es una actividad realizada únicamente por humanos, quienes “no llegan a entender que los animales aprecian su libertad”.

Liberatori se lamentó por la naturalización de los espectáculos con animales debido a fines económicos y los tildó de “degradante”. De hecho, consideró que “el dinero, los edulcorantes a modo Disney, están ahí para que no veamos la clase de vínculo que construimos con los animales”, cuestionó.

Por su parte, el biólogo Héctor Ricardo Ferrari advirtió que aquellos animales que participan de un espectáculo son “un residuo de lo que alguna vez fue su especie” y por eso, remarcó que es necesario intervenir y pedir por ellos, dado que “los animales tienen sentimientos”, sostuvo. Por ende, explicó que los santuarios permiten a los animales a estar en “estados afectivos positivos y a una vida que tenga sentido para ellos”.

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