Son alumnos y docentes, participaron en la película “El Suplente” y comparan la ficción con su realidad

Profesores y estudiantes de escuelas de los algunos de los barrios vulnerables de Buenos Aires y el Conurbano son parte del elenco de la última película de Diego Lerman y compartieron las sensaciones de ser parte de un filme que cuenta lo que algunos de ellos vieron de cerca

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El elenco juvenil de "El
El elenco juvenil de "El suplente": Amely Mejía (Mayomi), Morena Anselmino (Karen), Isabella Herrera (Romina), Johathan Bogado (Walter), Lucas Arrúa (Dilan) y Brian Montiel (Kevin)

Un profesor ingresa por primera vez a una escuela en la que su materia queda de lado cuando se topa con los problemas personales y la vida de sus alumnos. Esa podría ser la sinopsis del flamante trabajo del director de cine Diego Lerman y también el deseo de muchos de los estudiantes de las escuelas de la ciudad y del Conurbano Bonaerense, al menos de aquellos que tienen una realidad similar y hasta peor a la que representan: el consumo de drogas, el temor al mundo narco y los ajustes de cuentas.

Esa realidad no distó de la que vivieron los propios jóvenes del elenco durante su reciente etapa escolar o en sus barrios, ni es muy distinta a la que vivencian dos de los docentes en la ficción que también lo son fuera de guion.

Micaela Antonio es profesora de Matemática en la Escuela Media 6 del Distrito 5 de la Villa 21-24 e interpretó a la profesora Graciela. En el colegio real donde enseña, cursan la totalidad de los adolescentes que viven en el barrio y dice que, en muchos aspectos, la ficción es un eco de la realidad y ve en la película “una oportunidad para demostrar cuál es el compromiso” que muchos docentes tienen a la vez que lo es para que la sociedad se interpele sobre “las acusaciones que en los docentes recaen”.

Los mismos planteos se hace Santiago Ibarra, profesor de Literatura en la EEM “Profesor Carlos Geniso” —ubicada en la entrada de la Villa 1-11-14, sobre la calle Agustín de Vedia 2519, del Bajo Flores— que además de verse muy reflejado en el personaje de Minujín, le tocó vivir de cerca un momento de quiebre en la escuela. “Hace un mes entró la Gendarmería, como en la película y teniendo las mismas consideraciones... Tan fuerte fue lo que sucedió que una de las docentes quedó en shock y desde entonces está bajo tratamiento”, cuenta quien se puso en la piel del profesor José.

"El Suplente", de Diego Lerman. Protagonizada por Juan Minujín, Alfredo Castro, Barbara Lennie, Maria Merlino, Renata Lerman, Lucas Arrua y la participación especial de Rita Cortese

Del otro lado, al menos en el aula, están los estudiantes. Lucas Arrúa, interpretó a Dilan, un chico que vende drogas en la escuela ubicada al límite de la capital y el sur del Conurbano. Lucas es de Barracas, tuvo un amigo muy parecido a su personaje, pero que debido a las adicciones “hoy está perdido, nunca más supe de él. A medida que avanzaba el guión me acordaba de ese pibe”, dice con tristeza.

Algo parecido sintió Jonathan Bogado, que en la piel de Walter quiso homenajear a “todos los que cantan trap y se expresan de esa manera”. Amely Mejía encarnó a Mayomi, una chica a la que su padre le prohíbe seguir estudiando tras un violento allanamiento que terminó con un compañero aprehendido y que retoma las clases gracias a que Lucio intercede y opina: “Yo vivo en una villa, pero hay partes de la realidad que ignoraba, como mi personaje. Ojalá hubiera profesores así de comprometidos con sus alumnos. Aunque la escuela sí me recordó a la que fui, nunca tuvimos un profe que se involucrara con nuestra realidad, la que vemos y vivimos en los barrios sino todo lo contrario. Ellos daban su materia y se iban sin preguntarle a quien veían mal cómo estaba o qué le pasaba”.

El suplente es protagonizada por Juan Minujín, quien da vida a Lucio, un profesor de Letras de la Universidad de Buenos Aires que comienza a enseñar literatura en una escuela secundaria ubicada en una zona periférica de la ciudad y pronto se ve envuelto en los conflictos de los estudiantes y decide apelar a todo su ingenio para sacar adelante sus clases y al mismo tiempo cruzar sus propios límites y prejuicios para intentar salvar a Dilan, su alumno favorito, quien es perseguido por un grupo narco del barrio en busca de venganza.

"El suplente", es protagonizada por
"El suplente", es protagonizada por Juan Minujín y significa la primera experiencia en cine para un elenco adolescente que, hace muy poco, estuvo en las aulas

Entre la ficción y la realidad

Las puertas del Complejo Gaumont se abrieron en la mañana de este miércoles para recibir a seis escuelas, que en el contexto del programa “La escuela va al cine” vieron la proyección de El suplente. Al finalizar se encontraron con el elenco juvenil y al director desfilando por el pasillo central de la sala para luego disponerse sobre el escenario para intercambiar sensaciones con el público.

Algunos de los estudiantes pudieron hacer sus preguntas a los protagonistas de la película, que aún no tuvo su estreno oficial. Otros comentaban sobre lo que habían visto y se contaban entre ellos alguna situación parecida que les tocó vivir. Algunas docentes hicieron lo propio y hasta opinaron sobre las escenas e intercambiaron comentarios con el director.

“La idea de contar sobre los conflictos en una escuela nace de una propuesta que me hizo Juan Vera, que ya tenía una primera investigación y la propuesta era contar la historia de una profesor o una profesora en el Conurbano”, le detalla Lerman a Infobae y cuenta que se metió de lleno en terreno y hasta presenció las clase en algunas de estas escuelas en las que pudo ver de cerca cómo los docentes deben lidiar con roles más allá de la enseñanza en el aula. “Hay muchos invisibles en las aulas y sentí que había que contar lo que hacen y encontré esta manera”, señala y explica que desde el vamos quiso “mezclar actores y actrices de renombre con actores naturales: docentes de esas escuelas haciendo de docentes, pero con un guion, y lo mismo los alumnos”.

El elenco de El suplente
El elenco de El suplente escucha las impresiones de los alumnos que vieron la proyección de la película en el Complejo Gaumont. Sentados, Sebastián Ibarra y Micaela Antonio

“Hace un mes, por un conflicto entre familias del colegio (algo muy vinculado a la película), hubo una denuncia en el 911 y cayó la Gendarmería en la escuela, con el arma desenfundada, apuntando a los pibes y a las familias, y nosotros tuvimos que contener esa situación sin que nadie nos contuviera a nosotros. Una compañera docente quedó tan asustada que está en la casa con ART... Esto muestra también que no es lo mismo ser un colegio de un barrio, que ser el colegio del barrio. Cuando lo es, el barrio se mete en la escuela todo el tiempo, es imposible separarlo y eso se lleva al aula porque involucrarse en lo personal, en este tipo de escuelas, sigue siendo una actitud pedagógica: si como docente no atravesaste esa barrera con los pibes no sucede la transferencia, no se le puede enseñar nada porque no sabés dónde pararte para enseñarlo. Eso hace necesario que los docentes de este tipo de escuelas podamos entender la vida de los pibes para poder acompañarlos y que la enseñanza sea un acompañamiento de esa propia vida”.

En estas escuelas, señala, hay un efecto “puerta giratoria” para muchos docentes que no se adaptan o simplemente no soportan la situación que los rodea. “Muchos no aguantan una semana, es una realidad”, dice el desde hace 7 años profesor en doble turno en la escuela del Bajo Flores que antes era publicitario y que admite, que no cambia este trabajo desde el que puede “hacer algo por los pibes de verdad”.

A Micaela le tocó interpretar a la profesora Graciela, una desganada docente que en lugar de dar la bienvenida al suplente le advierte que acaba de ingresar a una zona de barbarie: “A veces, entramos a las 7:45 y un pibe nos dice que le duele la cabeza y al indagar nos enteramos de que no cenó y no desayunó, y también están los que llegan tarde o se quedan dormidos porque trabajan. Eso sucede casi todos los días. Yo tengo un cuarto año con dos estudiantes que laburan: uno es mesero en un bar y el otro vende comida en Constitución. El que vende es vendedor ambulante y hasta que no termina de vender no puede llegar. Creo que esta es una oportunidad para poder debatir qué está pasando en las escuelas, más allá de los docentes. Hay un montón de otras situaciones que emergen todo el tiempo y, como te decía Santi, es inevitable poner el cuerpo. Yo estoy hace 12 años en la escuela y no pienso irme”, asegura.

Escena en que la Gendarmería
Escena en que la Gendarmería ingresa a la escuela. Rita Cortese interpreta a Amalia, la directora. La película se rodó y realizó entre noviembre 2021 y enero 2022

Por el lado de los chicos, Lucas habla de Dilan, su personaje: “Dejando de lado lo buena que fue esta primera experiencia para mi, fue inevitable pensar en los Dilan que conocí y que se dejaron consumir por las drogas. El consumo es algo que siempre se cruza por la cabeza y a otros se les cruza venderlas... ¡Qué sé yo! Más allá de eso siempre uno se la rebusca para no caer ni en un lado ni el otro. Por eso, es importante tener apoyo de la familia o, como en el caso de la peli, de un profe o adulto”, dice el chico de Barracas que lamenta no haber podido hacer más por aquel Dilan que conoció: “Yo lo intenté rescatar, pero no quiso. No hubo caso”, lamenta.

Dejando un mensaje a los adolescentes, Isabella Herrera (Romina en la ficción), dice: “A veces, uno no ve al que tiene al lado porque no se da cuenta o porque no le pasa lo mismo y no lo entiende. Es importante que además de ser amigos para salir, formen un equipo porque a veces si uno cae, hay otro que también cae; en cambio si uno se levanta, el otro también porque es imposible que se derrumbe todo un grupo”.

“Hay un mensaje claro que hay que tener en la vida, más allá de lo que deja la ficción, y es que siempre necesitamos de alguien para poder salir adelante. No está mal afrontar las cosas solo, pero siempre necesitamos alguien cerca porque a veces solo es imposible”, finaliza Lucas.

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