La sede del Gobierno porteño fue sede, a última horas del jueves, de un nuevo capítulo del debate sobre el uso de armas menos letales por parte de la Policía de la Ciudad, como las pistolas Taser. El encuentro fue presentado por la Unidad de Coordinación del Plan Estratégico (UCPE), a cargo de Yamil Santoro, y el programa Dialogando BA, coordinado por Hernán Charosky.
El debate contó con la participación de Marcelo D’Alessandro, ministro de Justicia y Seguridad de la CABA; Carolina Fernández Blanco, Coordinadora del curso “Bases para una legislación racional”; Guillermo Iglesias Giuliano, Exdirector de Operaciones Especiales de Seguridad Aeroportuaria; y Federico Soñora, fiscal a cargo de la UFI Nro 4 de Moreno (Provincia de Buenos Aires). También participó el Diputado Nacional Ricardo López Murphy. Luego de las palabras de los oradores, se formaron mesas de diálogo conjunto para discutir la temática.
Durante las exposiciones en panel, el ministro D’ Alessandro manifestó: “Nostros tenemos la responsabilidad de llevar adelante la seguridad de la Ciudad, que tiene 3 millones de habitantes y recibe además otros 4 millones diariamente. El estado debe dar las herramientas necesarias para que nuestros policias puedan realizar su tarea. Ellos enfrentan diariamente situaciones donde deben decidir en fracciones de segundos cómo y con qué proporcionalidad deben intervenir. Para cuidado de terceros y para su integridad física” detalló. “Es muy dificil exigirle al policia que desempeñe su vocación de servicio cuando el Estado, por discusiones politicas e ideológicas, no le está dando las herramientas para poder cuidarse. Ningún policía ingresa a la institución para matar ni para ser asesinado”, amplió.
Por su parte, el diputado por Republicanos Unidos, Ricardo López Murphy, sostuvo que impulsará un debate en el Congreso y apuntó que “la abundancia de prejuicios ideológicos no nos han permitido entender de manera inteligente los dilemas que tenemos. Y son dilemas intensos en la necesidad de mantener el orden público. Naturalizamos el desorden y eso le crea a nuestro país un retroceso enorme”.
Santoro, moderador del encuentro, destacó que: “Nos interesa explorar una agenda vanguardista de la Ciudad, que plantea abordar estos temas de alta relevancia para la ciudadanía con margen de mejora, en un ámbito propicio para el debate y con especialistas y horizontalidad, para pensar entre todos cuál es el mejor camino para el futuro de la Ciudad”.
Asimismo, Charosky, coordinador del programa Dialogando BA, señaló: “La metodología Dialogando Buenos Aires permite incluir visiones diversas sobre un mismo tema y es muy adecuada para una propuesta de discusión como esta de armas no letales, porque es innovadora pero al mismo tiempo también es polémica. Entonces darle a esa innovación una base de legitimidad ancha donde haya pluralidad, garantiza que cualquier paso que quiera darse a futuro, tenga el apoyo de esta discusión pública”.
Federico Soñora, al respecto dijo que “las consecuencias serían menores para todos ante cualquier error. Aporta mucho en este sentido. Hay un gran abanico de posibilidades de riesgo usando una pistola 9 milímetros y entiendo que ya no hay discusión sobre si se utiliza o no un arma menos letal, la discusión ya debería ser cómo la implementamos”.
En tanto, Giuliano manifestó que “Hay muchas opciones hoy, que se ha entendido en el resto del mundo que son necesarias, con toneladas de evidencia de casos de éxito, dónde se implementan dispositivos como estos y todos pueden contar la historia.” Por último, Fernández Blanco refirió: “este es un debate que nos debíamos, que está bien tener porque es un debate innovador, pero que en realidad estaba postergado. Porque hace muchísimo tiempo que convivimos con este tipo de armas”.
Las Taser funcionan de la siguiente manera:
– Se disparan los dos electrodos con forma de arpón.
– Los dardos se clavan en el agresor mientras el cable conductor los mantiene conectados a la pistola y se produce la descarga eléctrica.
– La descarga continúa mientras el oficial aprieta el gatillo, normalmente entre uno y cinco segundos.
-Cuando el objetivo es alcanzado se producen hasta 19 contracciones musculares por segundo, lo que permite su arresto sin poner en riesgo su la integridad física. Además, nunca pierde el conocimiento y su ritmo cardiorrespiratorio no se ve alterado. Lo que sí manifiesta es cansancio extremo durante entre cinco y diez minutos.
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