Ricardo Gil Lavedra es abogado, presidente del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal e integró el Tribunal que juzgó a las juntas militares en 1985. También se dedicó a la política: fue Ministro de Justicia del gobierno de Fernando de la Rúa, diputado nacional por la UCR y coordinador (ad honorem) del programa Justicia 2020 de Mauricio Macri. En su actividad privada representó, entre otros casos resonantes, a la ex vicepresidenta Gabriela Michetti, a la AFIP contra Cristóbal López, al fiscal José María Campagnoli en el intento de destituirlo y a Vicentin.
-Ricardo Gil Lavedra, ¿quién sos?
-Soy un abogado de extensa trayectoria y que está cumpliendo, supongo, el último desafío que tengo pendiente.
-Qué es presidir el Colegio…
-El Colegio Público.
Tu momento épico
-¿Cuál dirías que fue tu momento épico? Tu mejor gol. Lo que te gustaría que se recuerde que dejaste por el derecho. ¿El Juicio a las Juntas?
-El Juicio a las Juntas. Es lo más importante que hice en mi vida.
El VAR
-¿Te parece razonable haber asumido esa representación cuando la AFIP tiene sus propios abogados?
-No lo haría. Por la cantidad enorme de dificultades que me ha traído. Por supuesto que no lo haría.
-¿No lo volverías a hacer?
-No, no lo volvería a hacer. Pero vamos ahora a los hechos que están mal. En primer lugar, no es cierto que la AFIP no haya contratado abogados. Hay muchísimos abogados contratados para determinadas cuestiones. Y vamos a la segunda, que es por qué contrata la AFIP. La AFIP contrata en un expediente que incluso le pidió autorización a la Procuración del Tesoro para contratar un abogado externo por el tema de la posible colisión de intereses que tenía la intervención de los abogados de la AFIP, de Asuntos Jurídicos en los trámites de este contribuyente. En consecuencia, quería alguien externo a sus propios abogados porque eran los que habían firmado muchos dictámenes favoreciendo obviamente la posición del contribuyente.
-Durante la AFIP de Ricardo Echegaray…
-Y otra cuestión de lo que cobré, que también hay una fantasía. Cuando generalmente dicen “bueno, cobró millones”. Es el monto anual que está presupuestado. Pero de ahí se saca la retribución concreta, que era por horas trabajadas y con un tope también que no podía exceder…. yo no me acuerdo ahora, pero suponete, me parece que no podía exceder del sueldo de un director. Eran horas hasta un tope.
El temazo
-¿Estás de acuerdo con quienes equiparan el juicio de Vialidad por corrupción con el Juicio a las Juntas?
-En principio te diría que no. No conozco bien el juicio de Vialidad, porque lo conozco nada más que a través de los diarios. No he tenido ningún contacto con la causa. No sé cómo se organizó. Sí viví el de los comandantes y te digo que ese fue un juicio de características muy singulares. Aun siendo gravísima la corrupción, me parece que es muy difícil parificarla a un Estado criminal, a los delitos tan graves como los homicidios, la tortura.
-¿Y simbólicamente? Escuché a algunos, como Roberto Gargarella, decir esto de “el famoso alegato final de Strassera en el Juicio a las Juntas es equiparable al alegato del fiscal Luciani en el juicio de Vialidad”. ¿Cómo lo ves?
- Esa capacidad de comunicación, ese histrionismo, los tonos que utilizaba.
- Bueno, es interesante lo del histrionismo porque en otra entrevista que hicimos con Maximiliano Rusconi, una de las cosas que dijo él fue “yo nunca vi un fiscal tan histriónico como Luciani. Esto es un acting, es una cosa…”
- Es un juicio oral.
-¿Un juicio oral es siempre un poco eso?
-Por supuesto, desde ya. Desde ya. Y aparte, en un juicio oral es lícito que los abogados (tanto la acusación como la defensa), desplieguen todo lo que sea para poder convencer al Tribunal. Hay un punto que me parece que tiene que ser de unión en estos casos tan sensibles como puede haber sido juzgar los delitos de la dictadura en un momento en que gran parte de la sociedad le creía la versión a los militares, o juzgar también hechos de corrupción de altísimos funcionarios, que es que los tribunales y estos procesos deben tratar de ser intachables. Es decir, resguardar quizá en demasía las formas, los procedimientos y la amplitud también de los derechos de defensa.
-¿Vos dirías que hubo abusos, violaciones de garantías, en algunos casos?
-A ver, yo creo que es posible. Y es posible. Que ha habido abusos de la prisión preventiva no me cabe la menor duda.
-¿No cabe duda de que ha habido abusos de la prisión preventiva?
-No me cabe duda. Pero lo que sí, es que cualquier cosa que haya ocurrido tiene que restablecerse dentro del propio sistema. Cuando vos planteás la cuestión de la persecución política, del lawfare, en el fondo lo que vos estás descreyendo es de las estructuras fundamentales de la democracia constitucional. Porque la democracia constitucional es una regla, es una red enorme, una trama de reglas, de procedimientos, de garantías, de reaseguros. Todo debe repararse dentro del propio sistema. El sistema está armado para encontrar reparación.
El retuit
-Yo difícilmente retuitee. Pero probablemente hubiera puesto un like al segundo. Porque, es cierto, en el Juicio a las Juntas no hubo acusación y, por lo tanto, no hubo condena por asociación ilícita.
-Para que todo el mundo entienda: ¿cómo llegaron en el Juicio a las Juntas a condenar a los generales que no habían estado en una mesa de tortura?
-El que domina al hecho es el autor. Cuando hay un aparato organizado de poder, el que domina el aparato domina el hecho porque domina una voluntad indeterminada, que es el aparato. El que lo ejecuta es fungible. Puede ser ese, Francisco o Diego.
-El que tortura puede ser cualquiera.
-Puede ser cualquiera. Pero si yo domino el aparato que ejecuta la tortura, domino el hecho. En consecuencia, los comandantes que ordenaron un plan criminal, secuestrar, torturar, matar, etcétera, a través de un aparato organizado como eran las Fuerzas Armadas, bueno, los tipos, por eso dijimos nosotros, son autores.
-¿Y en el caso de Vialidad, entonces? ¿Esta idea de “si eso no es una asociación ilícita entonces no podríamos haber juzgado a los comandantes”?
- No le veo el vínculo. La mejor contribución que podemos hacer para el juicio es: dejemos a los jueces tranquilos. Y que corrijan las calificaciones que quieran, que las funden, que las defensas puedan alegar. Las defensas son muy buenas. Van a plantear ahora seguramente todos los problemas jurídicos que trae la asociación ilícita. Y vivamos en un Estado de Derecho de una vez.
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