Apareció otra ballena muerta en la Península Valdés y crece la preocupación

De esta manera, la cifra de decesos asciende a siete ejemplares: 6 hembras adultas y un macho subadulto, encontrados cerca de Puerto Pirámides sobre la cara sur del área en el noroeste del Chubut

La hipótesis más coherente es que se trataría de algún tipo de ingesta con un agente que bien podrían ser microorganismos productores de toxinas

Las playas de la Península Valdés fueron el lugar de una nueva jornada de preocupación tras el hallazgo de otra ballena franca austral muerta en las aguas del Golfo Nuevo. De esta manera, la cifra de decesos asciende a siete ejemplares: 6 hembras adultas y un macho subadulto, encontrados cerca de Puerto Pirámides sobre la cara sur del área en el noroeste del Chubut. Así lo confirmó el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB).

Se cree que dos de las ballenas muertas estaban amamantando, por lo que se teme que aparezcan en breve los cadáveres de las crías.

El misterio continúa y las autoridades aún no pueden detectar la razón por la que este grupo de animales murió. Los especialistas siguen intentando descifrar la situación y continúan realizando un análisis de la misma: “El objetivo más urgente es realizar los estudios post-mortem (necropsias) de las ballenas encontradas, recolectar y analizar muestras de agua y bivalvos para determinar la presencia de biotoxinas por floraciones algales nocivas (comúnmente llamadas marea roja), que es una de las hipótesis que están siendo evaluadas en relación a la muerte de las ballenas”, sostiene el ICB.

Las playas de la Península Valdés fueron el lugar de una nueva jornada de luto tras la aparición de otra ballena franca austral muerta en las aguas del Golfo Nuevo

Tal como expresa el Instituto, la hipótesis más coherente es que se trataría de algún tipo de ingesta con un agente que bien podrían ser microorganismos productores de toxinas. Esta idea se deriva de que los ejemplares son, en su mayoría, adultos y no presentaban lesiones. Con los primeros informes se activó la alerta que puso en marcha la “Red de Fauna Costera” que alinea a todos los equipos de investigación y rescate.

Así también lo afirmó la Coordinadora de Campo, Agustina Donini, quien sostuvo: “Ninguna de las ballenas evaluadas hasta el momento presentaron evidencia de lesiones traumáticas ni enmallamientos, y todas se encontraron con muy buen estado nutricional, con evidencia de contenido intestinal en algunos ejemplares, indicando su alimentación reciente dentro del golfo”.

Por su parte la Dra. Marcela Uhart, co-directora del “Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral”, explicó que “los eventos con un número inusualmente alto de ballenas adultas muertas en un corto periodo de tiempo y en una misma área, pueden ser indicadores de variables ambientales locales que contribuyen a la muerte de las ballenas”.

Se cree que dos de las ballenas muertas estaban amamantando, por lo que se teme que aparezcan en breve los cadáveres de las crías

El suceso también sorprendía al director de Flora y Fauna del Chubut, Fernando Bersano: “No recuerdo una mortandad de estas características en tan poco tiempo”.

Más allá de la preocupante noticia, los números reflejan una mejor situación en comparación a la temporada pasada, en la que se registraron 45 ballenas francas muertas en las costas de la Península Valdés. Así, los últimos decesos están por debajo del último año pero “es preocupante que las muertes se hayan registrado en un período de tiempo tan corto”, reconocen los especialistas.

Playas de plástico

Días atrás, la zona del Golfo Nuevo acaparó la atención por la aparición de desperdicios plásticos en la costa proveniente de los desechos de la industria pesquera, pero se descarta que de allí pueda venir la mortandad masiva. Al respecto, el director de Flora y Fauna del Chubut explicó por qué: “La primera hipótesis para descartar es una floración de algas tóxicas como se difundió”.

Península de Valdés sufre la invasión de plástico en sus cientos de kilómetros de playas vírgenes, sólo habitadas por elefantes marinos y pingüinos. Allí se ve a los animales deambular entre gran cantidad de deshechos que son escupidos por el mar.

En la arena, en la que no se ven pisadas humanas, si está repleta de cajones, baldes y restos de redes de pesca que arrojan desde los cientos de barcos que recorren el Océano Atlántico en busca del preciado langostino o calamar patagónico.

Al menos el 80% de las playas de Puerto Pirámides, en la costa de la Península Valdés, está contaminada con residuos de la industria pesquera, según pudo constatarse durante una recorrida de 8 kilómetros que realizaron especialistas del Ministerio de Ambiente de Nación y de la provincia de Chubut, según informó el subsecretario de Conservación y Áreas Protegidas de la provincia, Sergio Paul Casin.

“Las autoridades solo recorrieron una pequeña porción de los cientos de kilómetros que tienen las costas de la península. Lo que vieron en Pirámides se repite en el resto de los sitios menos visitados”, detallaron desde la organización patagónica Playas limpias.

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