Como una luz violeta que brilla en medio de la Ciudad, el Congreso Nacional se iluminó para concientizar y sensibilizar sobre una enfermedad que cada vez afecta a más personas en todo el mundo: el Alzheimer. Así, como iniciativa del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, el emblema se destacó con esta particular y vistosa iluminación en la noche porteña.
En el Día Mundial de la Enfermedad Alzheimer, diferentes monumentos y edificios públicos argentinos tomaron este color con el objetivo de impulsar una campaña que brinde asistencia a quienes la padecen. La iniciativa también se mueve por redes sociales para llegar a más personas.
A nivel global, más de 55 millones de personas (el 8,1% de las mujeres y el 5,4% de los hombres mayores de 65 años) viven con enfermedades mentales, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, se estima que esta cifra aumentará a 78 millones para 2030 y a 139 millones para 2050. En nuestro país las cifras ascienden a 503.000 personas en 2015 con una proyección de más de un millón para el 2050.
El organismo también expresó, a través de un comunicado, que ‘estima que en el mundo habrá un caso nuevo de demencia cada 3 segundos’.
Más allá de que esta enfermedad no tiene cura, desde la OMS resaltan que sí puede tratarse. ‘Un diagnóstico temprano mejora notablemente el pronóstico y es necesario concientizar acerca de la necesidad de identificar síntomas y acudir al profesional’, afirman.
¿Qué es el Alzheimer?
Es un trastorno neurológico que provoca la atrofia cerebral, genera la muerte progresiva de las neuronas, lo que promueve el deterioro continuo en el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales que afecta la capacidad de una persona para vivir de forma independiente.
A pesar de los continuos avances en la ciencia y de una mayor longevidad, aún no se ha encontrado una cura. Al respecto, el doctor Ricardo Maiola, neurólogo del Hospital de Clínicas, en diálogo con Infobae, resalta los últimos estudios sobre esta enfermedad: “El aumento de la expectativa de vida en los últimos 100 años estuvo de la mano de mejoras en los cuidados médicos (antibióticos, prevención en enfermedades cardiovasculares, detección precoz del cáncer), la nutrición, la educación y la prevención (vacunas, higiene de manos, y de alimentos, etc.), aunque también de un aumento de la aparición de afecciones relacionadas al deterioro cognitivo, entre ellas la demencia. Es bien conocido que no tenemos terapias modificadoras para este tipo de enfermedades, pero hay un creciente énfasis para adoptar hábitos de vida que están asociados a una menor incidencia de la demencia”, explicó.
“En el caso de la Enfermedad de Alzheimer (EA), es la principal causa de demencia en el mundo (casi 3/4 partes de los pacientes con demencia la tienen) y el porcentaje de muertes por EA aumentó casi un 90% entre el año 2000 y el 2015. Lamentablemente, no existen tratamientos que la prevengan ni tampoco que retrasen su aparición. ¿Cómo podemos actuar para prevenir la aparición de este tipo de enfermedades? Si bien existen factores de riesgo no modificables, como la edad y la genética, es posible actuar sobre los factores de riesgo que sí son modificables”, agregó el experto.
¿Cómo cuidar de personas con Alzheimer?
Mientras continúan los análisis del tema, actualmente el enfoque está en ayudar a las personas a mantener la función mental, tratar el proceso de la enfermedad subyacente y controlar los síntomas conductuales. En ese proceso cobra mucha importancia el rol del cuidador, el cual puede ser uno o varios familiares o una persona ajena al círculo íntimo.
Con el paso del tiempo, las personas con este tipo de demencia necesitarán cada vez más ayuda con tareas sencillas y cotidianas, como bañarse, asearse y vestirse. Recibir ayuda para este tipo de actividades puede ser molesto para el paciente. A su vez, para muchas familias, cuidar a una persona con demencia no es el trabajo de una sola persona, sino que es la función de muchos que comparten tareas y responsabilidades.
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